El título de esta columna es el tema del Día Mundial de la Salud de 2022, que desde 1950, cada año, se celebra el 7 de abril con un lema diferente, así lo propuso la Organización Mundial de la Salud (OMS) en su primera asamblea mundial de la salud, realizada en Ginebra (Suiza) el 7 de abril de 1948. La OMS está conformada por representantes de los Estados miembros de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), actualmente integrada por 195 países.  

Aprovecho la coincidencia de mí columna con la fecha de la celebración del Día Mundial de la Salud, para escribir sobre temas relacionados con la salud que, la OMS, la define, así: “La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”. En este orden de ideas, vemos que la humanidad ha procurado obtener más que todo el bienestar físico, desafortunadamente, el bienestar mental y social cada día, lo vemos más deteriorado.

La tendencia de los seres humanos, conocidos como filósofos, siempre ha sido la búsqueda de la verdad y, por ende, de la justicia. Los pioneros de estos eruditos se remontan a la historia de la antigua Grecia, tanto es así, que Tales de Mileto (640-547 a.C.) es considerado el padre de la filosofía. En aquella época remota, por la defensa de la verdad y la justicia muchos filósofos fueron perseguidos y castigados hasta con pena de muerte; por ejemplo, Anaxágoras (contemporáneo de Tales de Mileto), fue condenado a muerte por radicales de entonces, y logró evadir su ejecución escapándose a territorio muy lejano. En cambio, Sócrates, prefirió beber la cicuta (la pena de muerte en la región de su época), para no revocar la verdad que profesaba con justa razón. Muchos adalides de la verdad y de la justicia se han inmolado y a otros tantos los han asesinado los radicales de ideologías de cualquier índole, mayormente, por las disputas de los sistemas políticos y económicos. 

Actualmente, lo que pulula es la mentira y la doble moral, acogidas y protegidas por extremistas especuladores, con discursos totalmente opuestos a lo que practican. Esto ocurre en todas las latitudes del planeta tierra, pero desgraciadamente, en nuestro país sobresalen muy pocos honestos, los paladines de las diversas ideologías son expertos en publicar sus consecuencias perjudiciales ignorando sus verdaderas causas. Estos tipos de líderes los hay en demasía a lo largo y ancho de Colombia. 

Aunque no soy jurisconsulto, me atrevo a decir que el sistema gubernamental colombiano es corrupto en toda sus dimensiones y categorías, porque sus leyes benefician a los más poderosos. Por ejemplo, eso de cárcel domiciliaria, si bien es cierto que la aplican a personas del montón, son estrategias del camuflaje que oculta los verdaderos propósitos, que es evitarles cárcel intramural a los políticos poderosos para que sigan viviendo en sus mansiones con todas clases de confort.  

Al tema del Día Mundial de la Salud de 2022, hay que reconocerle su amplio objetivo que poco o nada le importan a la mayoría de los políticos. Donald Trump, es un ejemplo típico de ellos, Iván Duque también, para ellos, el cambio climático es un chiste, si el agua desaparece, montarán empresas para hacerla.

Personajes como estos siempre serán repudiados por los defensores de la naturaleza. Lógicamente, aplaudidos por aquellos que creen que con el dinero todo se puede hacer. Todo lo contrario, a los verdaderos políticos, que siempre propenden por el bienestar de toda la humanidad, porque el fin principal es la conservación de la vida con buena salud, la cual, depende del cuidado y la preservación de la naturaleza.

PD: Hoy está cumpliendo 20 años el programa radial, Salud solo Salud, bajo la dirección y presentación de la periodista Leda Rodríguez Gutiérrez, lo inició en la emisora Radio Guatapurí, en 2018 lo trasladó a la emisora Sistema Cardenal. Su eslogan es: Informamos para el bienestar social. Para Leda mis felicitaciones por el servicio prestado a la región, principalmente la del área rural, con la promoción de la salud y la prevención de las enfermedades.