Novak Djokovic, el tenista más grande de la historia
Ese niño que soñaba con convertirse en el número 1 del mundo, hoy es el mejor tenista de la historia. Novak Djokovic ganó el último torneo que le faltaba, la medalla de oro en los juegos olímpicos de Paris. Tras ese triunfo, se acabó el debate de quién es el mejor, el serbio lo ganó todo en el deporte blanco y sus extraordinarios números lo convierten en el rey del tenis.
Ese niño que soñaba con convertirse en el número 1 del mundo, hoy es el mejor tenista de la historia. Novak Djokovic ganó el último torneo que le faltaba, la medalla de oro en los juegos olímpicos de Paris. Tras ese triunfo, se acabó el debate de quién es el mejor, el serbio lo ganó todo en el deporte blanco y sus extraordinarios números lo convierten en el rey del tenis.
Hasta el momento sus logros más importantes han sido 24 títulos de Grand Slam (récord), 40 campeonatos de Master 1000 (récord), 7 ATP Finals (récord), 428 semanas como número 1 del mundo (récord) y el oro en los juegos olímpicos de Paris 2024. 18 años de carrera formidable de un deportista que hoy en día puede decir: “Lo gané todo”. Sus mayores rivales como Roger Federer y Rafael Nadal, le han ayudado a Djokovic a ser mejor tenista cada día y seguir cosechando éxito en sus palmares.
El serbio tiene la mejor mentalidad del circuito, algo fundamental para enfrentar de la mejor manera los torneos. Igualmente, su rendimiento físico le aporta velocidad y ayuda a ser más efectivo en los golpes. Su revés cruzado y paralelo han sido la clave de la victoria, en muchas entrevistas ha reconocido que es su golpe favorito, y lo ha llevado a tener control sobre sus puntos para que sean mas precisos, lo que denominamos ‘winner’ en el lenguaje del tenis. Novak domina todas las superficies a la perfección, es el segundo jugador en la historia en conseguir doble digito en un solo Grand Slam, con 10 títulos en el Abierto de Australia detrás de Rafael Nadal, quien ostenta 14 campeonatos de Roland Garros. Australia para el serbio se ha convertido en su segunda casa, año tras año llega a suelo asiático con el objetivo de gritar campeón.
Su familia le ha dado un apoyo fundamental a Djokovic, su esposa e hijos lo acompañan en cada Torneo, y le dan un impulso muy acertado que se refleja en la cancha. Novak se aferra mucho al cristianismo, cada título obtenido le da gracias a Dios convencido que es el único que lo bendice para conseguir los objetivos. Es muy temperamental en las pistas de tenis, sus emociones no han sido correctamente vistas en el mundo del deporte, pero como todo jugador tiene sus aficionados que lo apoyan y a sus haters que lo critican, pero ha sabido manejar el tema y no se ha dejado afectar emocionalmente,
Además de sus logros en la cancha, Djokovic ha sido reconocido por su capacidad para mantenerse en la cima durante una era de fuerte competencia, enfrentándose a jugadores legendarios y a la nueva generación de talentos emergentes. Su dedicación, disciplina y habilidades técnicas han sido fundamentales para su éxito, que esperemos continúe por mucho tiempo más. A la fecha, en cifras y resultados Novak Djokovic es el mejor tenista de la historia. El éxito de este gran jugador es un testimonio de su talento natural, combinado con un trabajo arduo y una estrategia cuidadosamente diseñada para mantener la excelencia a lo largo del tiempo. Es un ejemplo de cómo la combinación de habilidad, mentalidad y apoyo puede llevar a la gloria en el deporte.
Por Rodrigo José Morón Henríquez -periodista deportivo
