El joven tenía quemaduras de tercer grado por lo que fue trasladado a una clínica de Barranquilla.
En una clínica de Barranquilla murió Miguel Ángel Ropero Ortiz luego de resultar quemado de manera accidental cuando reparaba un motocarro en el municipio de La Jagua de Ibirico, Cesar.
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Su deceso se produjo en la noche del domingo por las quemaduras que padeció en más del 50 % del cuerpo en el incidente del pasado ocho de abril. Según fuentes cercanas al caso, el joven intentó ayudar a otra persona a buscar una fuga de gasolina que había en un motocarro pero este inesperadamente se incineró y lo afectó.
El joven habría padecido heridas de hasta el tercer grado en su cuerpo y tuvo que ser llevado al hospital local donde posteriormente fue remitido a una clínica de Valledupar.
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Sin embargo, la complejidad de las lesiones obligaron a que también fuera trasladado a la capital del Atlántico donde finalmente pereció once días después de los hechos.
La muerte de Ropero Ortiz ha despertado mensajes de solidaridad en las redes sociales de los habitantes del municipio minero quienes esperan que el cuerpo del muchacho sea trasladado a la Jagua de Ibirico para darle cristiana sepultura.
El joven tenía quemaduras de tercer grado por lo que fue trasladado a una clínica de Barranquilla.
En una clínica de Barranquilla murió Miguel Ángel Ropero Ortiz luego de resultar quemado de manera accidental cuando reparaba un motocarro en el municipio de La Jagua de Ibirico, Cesar.
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Sin embargo, la complejidad de las lesiones obligaron a que también fuera trasladado a la capital del Atlántico donde finalmente pereció once días después de los hechos.
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