De enero a septiembre de 2019 se han impuesto 2.633 comparendos por infracciones y la falta de documentos en regla, registrando una reducción del 55 % respecto al año anterior que fue de 5.465 en el mismo periodo.
Entre 2018 y 2019 en Valledupar se han impuesto 8.098 comparendos, el sábado es el día en el que más se han registrado infracciones con una cifra de 4.345 casos. La ciudad sigue siendo “una cuna de intolerancia vehicular e incumplimiento de las normas de tránsito”, pero ¿Cuáles son las faltas más comunes? ¿Cuál es la verdadera razón por la que los ciudadanos no respetan las reglas?
Según el secretario de Tránsito, Víctor Arizmendi, el 90 % de los siniestros viales que se registran en el municipio son por infringir las señales de tránsito: “La cantidad más grande de comparendos en Valledupar se imponen por la infracción de estacionamientos en sitios prohibidos seguido de no tener el SOAT y no portar la licencia de conducción. El código de transito tiene 115 codificaciones de infracción de tránsito pero las que más se imponen son las mencionadas seguido de la tecnomecánica y no portar el casco de protección en el caso de las motocicletas”.
En 2019 los mayores casos de comparendos fueron por la infracción al estacionar un vehículo en sitios prohibidos (CO2) con 720 casos, seguido de no realizar la revisión técnico mecánica en el plazo legal establecido (C35) con una cifra de 654 sucesos, transitar por sitios restringidos o en horas prohibidas por la autoridad competente (C14) con la cantidad de 261 y conducir sin portar los seguros ordenados por la ley (CO2) con 227 casos. El costo de estos comparendos varía entre $414.058 y $828.116.
Lee también: Los ‘cuellos de botella’ en la movilidad de Valledupar
En Valledupar hay aproximadamente 85.000 motocicletas de las cuales hay 7.700 inmovilizadas. Las razones por las que los ciudadanos no cumplen con los lineamientos de tránsito, se aluden a la falta de cultura ciudadana y el desconocimiento de las normas: “En mayor medida es un tema de cultura ciudadana. Segundo, el desafío a la autoridad y tercero el mismo desconocimiento de la norma. La gran mayoría de conductores ni siquiera han hecho el curso obligatorio en una escuela de conducción, esta es una de las causas de comparendo. El factor principal no sólo es la falta de cultura ciudadana sino también el desafío a las normas elementales de convivencia” dijo Víctor Arizmendi.
Los actos de movilidad inapropiados más comunes en las vías de la ciudad y que desencadenan accidentes son: estacionar en las cebras destinadas para el cruce de peatones, pasar el semáforo en luz roja, exceso de velocidad, manipular el celular mientras conducen, no guardar distancia de seguridad, transitar por el carril izquierdo en el caso de las motocicletas y adelantar vehículos de carga pesada con exceso de velocidad mientras este se encuentra en la vía.
Los lineamientos y normas de tránsito no sólo van dirigidos a motociclistas y conductores, también a los ciclistas que a menudo no transitan en la vía de manera apropiada colgándose de los vehículos de carga larga, realizan maniobras en vías transitadas, no hacen uso del casco, entre otras. Estas actuaciones han acarreado accidentes fatales en los que muchos jóvenes han perdido la vida.
Es importante que todo ciudadano que vaya a conducir un vehículo ya sea motocicleta, automóvil o vehículo de servicio público, realice el curso para conducción en una escuela legal para que conozca cómo maniobrar un vehículo y comprenda el Código de Transito que presenta todas las señales que debe tener en cuenta el ciudadano al momento de transitar en la ciudad y en las vías del país.
En el departamento del Cesar hay 200 uniformados en la especialidad de Tránsito y Transporte de la Policía Nacional. A pesar del control que se ejerce sobre esta problemática en varias zonas, la decisión de cumplir o no las normas de tránsito depende de manera particular del ciudadano. Infringir las señales es atentar en contra de la vida y acercarse a la muerte.
“Si el enfoque es hacia la represión obviamente necesitaremos más policías de tránsito, si el ciudadano lo que quiere es acatar las normas de tránsito a la fuerza, quiere decir que debe haber un policía de tránsito en cada esquina por supuesto sería insuficiente el número de agentes. En una ciudad o país donde hay mayor cultura ciudadana no pasa eso. En Estados Unidos, Europa incluso en ciudades de Colombia como Medellín, Bogotá y Bucaramanga, la gente respeta las normas sin necesidad de que esté el policía de tránsito vigilando. Lo que más incide en el incumplimiento de las señales es la cultura de las personas. Yo respeto un semáforo porque debo y quiero mi vida y respeto la vida de los demás no porque un policía esté pendiente. Si el ciudadano lo que espera es ese modelo de represión y vigilancia la respuesta es que sí, necesitamos más policías de tránsito pero esa no es la solución; la solución es tener mayor respeto por la norma y la vida de las personas”, concluyó el secretario de Tránsito.
Por su parte, el mayor Sergio Armando Saavedra Mojica se refirió al tema: “La gente no respeta las normas debido a que no hay una cultura, no solo las de tránsito. Además se necesita más apoyo y decisión de parte de las autoridades administrativas de tránsito”.
Lee también: Los ‘cuellos de botella’ en la movilidad de Valledupar
EL PILÓN recorrió una de las calles más transitadas de Valledupar, la carrera novena con calle 16, dialogó con peatones, motociclistas, ciclistas, conductores de vehículos particulares y públicos.
Estás fueron sus opiniones acerca de las razones por las que consideran los habitantes infringen las normas de tránsito en la ciudad, ellos respondieron:
“La cultura de las personas es una de las razones. A la gente rara vez se le ha impuesto una infracción y eso lleva a que lo tomen como algo muy normal o del común. Si hubiera un poco más de presión con las personas sentiríamos el cambio, debe haber mayor concientización”, Dalber Molina.
“La imprudencia es mucha. La gente se vuela los semáforos y los pare. Anda en contravía y no les importan las demás personas ni ellos mismos. Hace falta mucha cultura ciudadana aquí en la ciudad”, motociclista anónimo.
“Hay unja falta de cultura, los padres de familia no enseñan a sus hijos. Los adultos no respetan a nadie, más que todo los mototaxistas que se vuelan los semáforos sin pensar en el daño que pueden causar a ellos mismos y a los demás”, Eugenio Díaz.
“Hay un desconocimiento de todas las normas de tránsito y movilidad. Las personas no conocen sino al ojo, lo que observan. Todo este desconocimiento hace que la gente cometa errores, por otro lado el poco control que hay sobre los vehículos que van excedidos de velocidad” Antonia Andrade.
“Colaboremos y respetemos así sea dos minutos de nuestro tiempo. Volarse los semáforos causa accidentes, deberíamos respetar las señales de tránsito por el bien de nosotros”, Humberto Vicia.
POR: MARIAN ALMEIDA CUJIA / EL PILÓN
[email protected]
De enero a septiembre de 2019 se han impuesto 2.633 comparendos por infracciones y la falta de documentos en regla, registrando una reducción del 55 % respecto al año anterior que fue de 5.465 en el mismo periodo.
Entre 2018 y 2019 en Valledupar se han impuesto 8.098 comparendos, el sábado es el día en el que más se han registrado infracciones con una cifra de 4.345 casos. La ciudad sigue siendo “una cuna de intolerancia vehicular e incumplimiento de las normas de tránsito”, pero ¿Cuáles son las faltas más comunes? ¿Cuál es la verdadera razón por la que los ciudadanos no respetan las reglas?
Según el secretario de Tránsito, Víctor Arizmendi, el 90 % de los siniestros viales que se registran en el municipio son por infringir las señales de tránsito: “La cantidad más grande de comparendos en Valledupar se imponen por la infracción de estacionamientos en sitios prohibidos seguido de no tener el SOAT y no portar la licencia de conducción. El código de transito tiene 115 codificaciones de infracción de tránsito pero las que más se imponen son las mencionadas seguido de la tecnomecánica y no portar el casco de protección en el caso de las motocicletas”.
En 2019 los mayores casos de comparendos fueron por la infracción al estacionar un vehículo en sitios prohibidos (CO2) con 720 casos, seguido de no realizar la revisión técnico mecánica en el plazo legal establecido (C35) con una cifra de 654 sucesos, transitar por sitios restringidos o en horas prohibidas por la autoridad competente (C14) con la cantidad de 261 y conducir sin portar los seguros ordenados por la ley (CO2) con 227 casos. El costo de estos comparendos varía entre $414.058 y $828.116.
Lee también: Los ‘cuellos de botella’ en la movilidad de Valledupar
En Valledupar hay aproximadamente 85.000 motocicletas de las cuales hay 7.700 inmovilizadas. Las razones por las que los ciudadanos no cumplen con los lineamientos de tránsito, se aluden a la falta de cultura ciudadana y el desconocimiento de las normas: “En mayor medida es un tema de cultura ciudadana. Segundo, el desafío a la autoridad y tercero el mismo desconocimiento de la norma. La gran mayoría de conductores ni siquiera han hecho el curso obligatorio en una escuela de conducción, esta es una de las causas de comparendo. El factor principal no sólo es la falta de cultura ciudadana sino también el desafío a las normas elementales de convivencia” dijo Víctor Arizmendi.
Los actos de movilidad inapropiados más comunes en las vías de la ciudad y que desencadenan accidentes son: estacionar en las cebras destinadas para el cruce de peatones, pasar el semáforo en luz roja, exceso de velocidad, manipular el celular mientras conducen, no guardar distancia de seguridad, transitar por el carril izquierdo en el caso de las motocicletas y adelantar vehículos de carga pesada con exceso de velocidad mientras este se encuentra en la vía.
Los lineamientos y normas de tránsito no sólo van dirigidos a motociclistas y conductores, también a los ciclistas que a menudo no transitan en la vía de manera apropiada colgándose de los vehículos de carga larga, realizan maniobras en vías transitadas, no hacen uso del casco, entre otras. Estas actuaciones han acarreado accidentes fatales en los que muchos jóvenes han perdido la vida.
Es importante que todo ciudadano que vaya a conducir un vehículo ya sea motocicleta, automóvil o vehículo de servicio público, realice el curso para conducción en una escuela legal para que conozca cómo maniobrar un vehículo y comprenda el Código de Transito que presenta todas las señales que debe tener en cuenta el ciudadano al momento de transitar en la ciudad y en las vías del país.
En el departamento del Cesar hay 200 uniformados en la especialidad de Tránsito y Transporte de la Policía Nacional. A pesar del control que se ejerce sobre esta problemática en varias zonas, la decisión de cumplir o no las normas de tránsito depende de manera particular del ciudadano. Infringir las señales es atentar en contra de la vida y acercarse a la muerte.
“Si el enfoque es hacia la represión obviamente necesitaremos más policías de tránsito, si el ciudadano lo que quiere es acatar las normas de tránsito a la fuerza, quiere decir que debe haber un policía de tránsito en cada esquina por supuesto sería insuficiente el número de agentes. En una ciudad o país donde hay mayor cultura ciudadana no pasa eso. En Estados Unidos, Europa incluso en ciudades de Colombia como Medellín, Bogotá y Bucaramanga, la gente respeta las normas sin necesidad de que esté el policía de tránsito vigilando. Lo que más incide en el incumplimiento de las señales es la cultura de las personas. Yo respeto un semáforo porque debo y quiero mi vida y respeto la vida de los demás no porque un policía esté pendiente. Si el ciudadano lo que espera es ese modelo de represión y vigilancia la respuesta es que sí, necesitamos más policías de tránsito pero esa no es la solución; la solución es tener mayor respeto por la norma y la vida de las personas”, concluyó el secretario de Tránsito.
Por su parte, el mayor Sergio Armando Saavedra Mojica se refirió al tema: “La gente no respeta las normas debido a que no hay una cultura, no solo las de tránsito. Además se necesita más apoyo y decisión de parte de las autoridades administrativas de tránsito”.
Lee también: Los ‘cuellos de botella’ en la movilidad de Valledupar
EL PILÓN recorrió una de las calles más transitadas de Valledupar, la carrera novena con calle 16, dialogó con peatones, motociclistas, ciclistas, conductores de vehículos particulares y públicos.
Estás fueron sus opiniones acerca de las razones por las que consideran los habitantes infringen las normas de tránsito en la ciudad, ellos respondieron:
“La cultura de las personas es una de las razones. A la gente rara vez se le ha impuesto una infracción y eso lleva a que lo tomen como algo muy normal o del común. Si hubiera un poco más de presión con las personas sentiríamos el cambio, debe haber mayor concientización”, Dalber Molina.
“La imprudencia es mucha. La gente se vuela los semáforos y los pare. Anda en contravía y no les importan las demás personas ni ellos mismos. Hace falta mucha cultura ciudadana aquí en la ciudad”, motociclista anónimo.
“Hay unja falta de cultura, los padres de familia no enseñan a sus hijos. Los adultos no respetan a nadie, más que todo los mototaxistas que se vuelan los semáforos sin pensar en el daño que pueden causar a ellos mismos y a los demás”, Eugenio Díaz.
“Hay un desconocimiento de todas las normas de tránsito y movilidad. Las personas no conocen sino al ojo, lo que observan. Todo este desconocimiento hace que la gente cometa errores, por otro lado el poco control que hay sobre los vehículos que van excedidos de velocidad” Antonia Andrade.
“Colaboremos y respetemos así sea dos minutos de nuestro tiempo. Volarse los semáforos causa accidentes, deberíamos respetar las señales de tránsito por el bien de nosotros”, Humberto Vicia.
POR: MARIAN ALMEIDA CUJIA / EL PILÓN
[email protected]