En medio de estas grandes leyendas, que han hecho historia, recientemente ha emergido una marca de ropa que, como popularmente se conoce, se ha hecho viral, no solo en nuestro país sino a lo largo del mundo: Monastery Couture.
A lo largo de la historia, Colombia ha sido ampliamente reconocida por muchas cosas, entre esas, su café y las obras del maestro Fernando Botero. Asimismo, grandes deportistas como James Rodríguez, Falcao, Camilo Villegas; escritores como Gabo; artistas como Karol G, entre otros, han hecho de Colombia un país más grande, en donde el mundo pone sus ojos gracias a estos referentes.
En medio de estas grandes leyendas, que han hecho historia, recientemente ha emergido una marca de ropa que, como popularmente se conoce, se ha hecho viral, no solo en nuestro país sino a lo largo del mundo: Monastery Couture.
Una compañía que nació en 2019 en Medellín de la mano de unos jóvenes emprendedores que, aún en vísperas de una pandemia, decidieron sacar su sueño adelante y lo lograron. Entre su primer año y el 2022 lograron triplicar sus ventas y ahora en 2023 le apuntan a quintuplicarse, entre ventas online y locales físicos.
Pero más allá de hablar de las cifras, que también representan empleo y calidad de vida en muchas personas, quisiera hablar de la calidad humana de los líderes de este emprendimiento, que hoy ya es una compañía mundial, que ha llegado a los 5 continentes, con grandes embajadores como Maluma, Ronaldinho, Messi, Yankee, a quienes se ha visto usar esta marca.
Y digo la calidad humana de los fundadores de Monastery Couture, por la forma en como tratan a todos sus trabajadores. Recorrer el punto de fábrica de la marca es sentirse como en casa, todos trabajan felices, Pedro, su CEO, los llama a todos por su nombre, les pregunta cosas muy puntuales no solo de su trabajo, sino de su vida personal e incluso almuerza junto a todos los equipos de trabajo. Todos son igual de importantes, desde los directivos hasta las personas de la recepción. Ahí está su éxito, quienes conforman la compañía sienten que hacen parte de una misma familia y a pesar que esto sea un cliché, esto es lo que transmiten.
Carcajadas, buena iluminación, orden, disciplina, rigurosidad y sobre todo calidad y precios justos es Monastery Couture, el nuevo icono que nos une a los colombianos, desde los que tienen mucha capacidad económica hasta quienes no la tienen.
Hoy muchos colombianos tenemos alguna prenda de esta marca en nuestro closet. Monastery Couture se ha vuelto parte de nuestra conversación cotidiana, de la mejor prenda para salir a conquistar a una rumba, del mejor regalo posible y asequible para dar.
Monastery Couture es Colombia en el mundo. Quiera Dios que esta marca de verracos siga creciendo a lo largo del mundo y que las grandes estrellas del mundo sigan pensando en Colombia por grandes cosas como el café, las flores, Karol G y Monastery Couture.
Por Nicolás Ordoñez Ruiz.
En medio de estas grandes leyendas, que han hecho historia, recientemente ha emergido una marca de ropa que, como popularmente se conoce, se ha hecho viral, no solo en nuestro país sino a lo largo del mundo: Monastery Couture.
A lo largo de la historia, Colombia ha sido ampliamente reconocida por muchas cosas, entre esas, su café y las obras del maestro Fernando Botero. Asimismo, grandes deportistas como James Rodríguez, Falcao, Camilo Villegas; escritores como Gabo; artistas como Karol G, entre otros, han hecho de Colombia un país más grande, en donde el mundo pone sus ojos gracias a estos referentes.
En medio de estas grandes leyendas, que han hecho historia, recientemente ha emergido una marca de ropa que, como popularmente se conoce, se ha hecho viral, no solo en nuestro país sino a lo largo del mundo: Monastery Couture.
Una compañía que nació en 2019 en Medellín de la mano de unos jóvenes emprendedores que, aún en vísperas de una pandemia, decidieron sacar su sueño adelante y lo lograron. Entre su primer año y el 2022 lograron triplicar sus ventas y ahora en 2023 le apuntan a quintuplicarse, entre ventas online y locales físicos.
Pero más allá de hablar de las cifras, que también representan empleo y calidad de vida en muchas personas, quisiera hablar de la calidad humana de los líderes de este emprendimiento, que hoy ya es una compañía mundial, que ha llegado a los 5 continentes, con grandes embajadores como Maluma, Ronaldinho, Messi, Yankee, a quienes se ha visto usar esta marca.
Y digo la calidad humana de los fundadores de Monastery Couture, por la forma en como tratan a todos sus trabajadores. Recorrer el punto de fábrica de la marca es sentirse como en casa, todos trabajan felices, Pedro, su CEO, los llama a todos por su nombre, les pregunta cosas muy puntuales no solo de su trabajo, sino de su vida personal e incluso almuerza junto a todos los equipos de trabajo. Todos son igual de importantes, desde los directivos hasta las personas de la recepción. Ahí está su éxito, quienes conforman la compañía sienten que hacen parte de una misma familia y a pesar que esto sea un cliché, esto es lo que transmiten.
Carcajadas, buena iluminación, orden, disciplina, rigurosidad y sobre todo calidad y precios justos es Monastery Couture, el nuevo icono que nos une a los colombianos, desde los que tienen mucha capacidad económica hasta quienes no la tienen.
Hoy muchos colombianos tenemos alguna prenda de esta marca en nuestro closet. Monastery Couture se ha vuelto parte de nuestra conversación cotidiana, de la mejor prenda para salir a conquistar a una rumba, del mejor regalo posible y asequible para dar.
Monastery Couture es Colombia en el mundo. Quiera Dios que esta marca de verracos siga creciendo a lo largo del mundo y que las grandes estrellas del mundo sigan pensando en Colombia por grandes cosas como el café, las flores, Karol G y Monastery Couture.
Por Nicolás Ordoñez Ruiz.