Con extrañeza y con dolor recibimos los colombianos un comunicado de nuestro Ministerio de Relaciones Exteriores en el que publica los requisitos que debemos cumplir para poder viajar a México. México es un país hermano, miembro de la Alianza del Pacífico, que ha sido un destino turístico de primer orden para los colombianos. Ahora, con […]
Con extrañeza y con dolor recibimos los colombianos un comunicado de nuestro Ministerio de Relaciones Exteriores en el que publica los requisitos que debemos cumplir para poder viajar a México.
México es un país hermano, miembro de la Alianza del Pacífico, que ha sido un destino turístico de primer orden para los colombianos. Ahora, con este baldado de agua fría que incluye 9 puntos que debemos cumplir para poder ser considerado nuestro ingreso al país manito y que no asegura que nos permitan entrar, me veo en la necesidad de dejar de promocionar este destino como uno de mis favoritos y exigirle al señor Álvaro Leyva Durán, que en vez de hacerle el juego a este tipo de medidas exija y gestione que se cambie el trato hacia nosotros.
El Canciller está llamado más a defendernos como ciudadanos que a actuar como notario validando estas absurdas exigencias del gobierno mexicano. El octogenario Leyva, que sólo se ha dedicado a lavar las manos manchadas de sangre de los guerrilleros de Colombia, debería recibir tratamiento de apátrida y traidor más que de ministro de estado.
Pero a todas estas, ¿cuáles son las nuevas exigencias para que los colombianos podamos ingresar a México? Veamos…
Lo primero, que no resulta extraño, consiste en diligenciar y familiarizarse con el contenido de un formulario de preregistro. Dos, demostrar los pagos de hotel que cubran la estadía en el país del norte; en caso de haber sido invitado por algún ciudadano mexicano o residente en ese país, debe adjuntarse una carta de invitación que incluya toda la información de dicha persona, copias de recibos públicos que acrediten que habita el inmueble en el que el colombiano se hospedará, además de la copia del documento de identificación del anfitrión.
En tercer lugar, nos piden ahora que al momento de la entrevista con el funcionario del Instituto Nacional de Emigración, seamos claros en las respuestas y acreditemos capacidad de pago para sufragar los gastos de nuestra estadía en México; nos exigen entre 100 y 500 dólares diarios, ni siquiera en Europa nos han pedido algo así. Cuatro, es clave contar con un plan turístico definido que incluya las entradas a parques y tours; nos aconsejan tener impresos cada uno de ellos. Además tener absoluta claridad respecto a los medios de transporte a utilizar durante el viaje con las pruebas de estos. En quinto lugar, nos piden contar con una carta laboral en la que aparezca claramente el período vacacional con que cuenta el trabajador. Seis, exigencia obvia pues si se viaja a México con menores de edad, debe contarse con las autorizaciones de salida legal del país. Siete, debemos adquirir un seguro de asistencia a viajes en caso de requerir servicios médicos por enfermedad u otro tipo de emergencias.
En el muy lamentable punto ocho nos aclaran que cumplir con los requisitos no asegura el ingreso a México y proceden a compartir un listado de teléfonos, celulares y correos electrónicos correspondientes a las oficinas de migración de diferentes ciudades mexicanas por si requerimos atención personalizada. Nueve, en caso de darse la inadmisión, los colombianos tenemos derecho a 2 llamadas: una a nuestro consulado y otra a un familiar; adicionalmente aclaran que es obligación de la aerolínea proporcionar las comidas y ubicarnos en el vuelo más próximo para retornar a Colombia.
Como si fuera poco, a quienes inadmiten en México los ubican en el famoso cuarto de los rechazos, en el que a veces se acumulan hasta 300 personas, con bebés en brazos, sin aseo adecuado, hacinados, luego de haber sido maltratados emocional y hasta físicamente.
Adicionalmente las autoridades mexicanas retienen el pasaporte y dinero de quienes no pueden ingresar a su país, junto con su celular. Todos los derechos de estos colombianos son pisoteados y violados sin misericordia y con la anuencia del gobierno Petro.
Conocemos familias de amigos que pasaron por esto, cada cuestión revelada aquí es real y no producto de la ficción. A ellos nuestras excusas por haberlos motivado a viajar a un destino maravilloso en el que ya no nos quieren: México lindo y no querido.
Con extrañeza y con dolor recibimos los colombianos un comunicado de nuestro Ministerio de Relaciones Exteriores en el que publica los requisitos que debemos cumplir para poder viajar a México. México es un país hermano, miembro de la Alianza del Pacífico, que ha sido un destino turístico de primer orden para los colombianos. Ahora, con […]
Con extrañeza y con dolor recibimos los colombianos un comunicado de nuestro Ministerio de Relaciones Exteriores en el que publica los requisitos que debemos cumplir para poder viajar a México.
México es un país hermano, miembro de la Alianza del Pacífico, que ha sido un destino turístico de primer orden para los colombianos. Ahora, con este baldado de agua fría que incluye 9 puntos que debemos cumplir para poder ser considerado nuestro ingreso al país manito y que no asegura que nos permitan entrar, me veo en la necesidad de dejar de promocionar este destino como uno de mis favoritos y exigirle al señor Álvaro Leyva Durán, que en vez de hacerle el juego a este tipo de medidas exija y gestione que se cambie el trato hacia nosotros.
El Canciller está llamado más a defendernos como ciudadanos que a actuar como notario validando estas absurdas exigencias del gobierno mexicano. El octogenario Leyva, que sólo se ha dedicado a lavar las manos manchadas de sangre de los guerrilleros de Colombia, debería recibir tratamiento de apátrida y traidor más que de ministro de estado.
Pero a todas estas, ¿cuáles son las nuevas exigencias para que los colombianos podamos ingresar a México? Veamos…
Lo primero, que no resulta extraño, consiste en diligenciar y familiarizarse con el contenido de un formulario de preregistro. Dos, demostrar los pagos de hotel que cubran la estadía en el país del norte; en caso de haber sido invitado por algún ciudadano mexicano o residente en ese país, debe adjuntarse una carta de invitación que incluya toda la información de dicha persona, copias de recibos públicos que acrediten que habita el inmueble en el que el colombiano se hospedará, además de la copia del documento de identificación del anfitrión.
En tercer lugar, nos piden ahora que al momento de la entrevista con el funcionario del Instituto Nacional de Emigración, seamos claros en las respuestas y acreditemos capacidad de pago para sufragar los gastos de nuestra estadía en México; nos exigen entre 100 y 500 dólares diarios, ni siquiera en Europa nos han pedido algo así. Cuatro, es clave contar con un plan turístico definido que incluya las entradas a parques y tours; nos aconsejan tener impresos cada uno de ellos. Además tener absoluta claridad respecto a los medios de transporte a utilizar durante el viaje con las pruebas de estos. En quinto lugar, nos piden contar con una carta laboral en la que aparezca claramente el período vacacional con que cuenta el trabajador. Seis, exigencia obvia pues si se viaja a México con menores de edad, debe contarse con las autorizaciones de salida legal del país. Siete, debemos adquirir un seguro de asistencia a viajes en caso de requerir servicios médicos por enfermedad u otro tipo de emergencias.
En el muy lamentable punto ocho nos aclaran que cumplir con los requisitos no asegura el ingreso a México y proceden a compartir un listado de teléfonos, celulares y correos electrónicos correspondientes a las oficinas de migración de diferentes ciudades mexicanas por si requerimos atención personalizada. Nueve, en caso de darse la inadmisión, los colombianos tenemos derecho a 2 llamadas: una a nuestro consulado y otra a un familiar; adicionalmente aclaran que es obligación de la aerolínea proporcionar las comidas y ubicarnos en el vuelo más próximo para retornar a Colombia.
Como si fuera poco, a quienes inadmiten en México los ubican en el famoso cuarto de los rechazos, en el que a veces se acumulan hasta 300 personas, con bebés en brazos, sin aseo adecuado, hacinados, luego de haber sido maltratados emocional y hasta físicamente.
Adicionalmente las autoridades mexicanas retienen el pasaporte y dinero de quienes no pueden ingresar a su país, junto con su celular. Todos los derechos de estos colombianos son pisoteados y violados sin misericordia y con la anuencia del gobierno Petro.
Conocemos familias de amigos que pasaron por esto, cada cuestión revelada aquí es real y no producto de la ficción. A ellos nuestras excusas por haberlos motivado a viajar a un destino maravilloso en el que ya no nos quieren: México lindo y no querido.