Los ediles de Valledupar eran más de 40 y hoy son aproximadamente 35, puesto que algunos han renunciado, unos fallecieron. Hacen parte de las Juntas Administradoras Locales, uno de los cinco tarjetones que emite la Registraduría Nacional para los comicios electorales cada cuatro años, junto a Alcaldía, Gobernación, Concejo y Asamblea.

Son entre 2 y 3 millones de pesos, el dinero que reciben los miembros de las JAL en la capital del país; en Barranquilla existe un pago también y es allá a donde pretendían viajar los ediles de Valledupar para asesorarse en cuanto a los estatutos necesarios para obtener la remuneración. Sin embargo eso no fue posible en la capital del Cesar.

Según el edil de la Comuna 3, al sur de Valledupar, Julio Horjuela, la voluntad de la administración ha sido manifestada, pero las cosas no han llegado a buen término. “En Valledupar nadie sabe qué es un edil. Le llaman ediles a los concejales en los medios de comunicación, pero nosotros somos invisibles. Viajaríamos a Barranquilla a conocer el modelo de esa ciudad pero las cosas no se dieron, por eso hicimos una protesta en la Plaza Alfonso López”.

Sin obtener el sueldo u honorarios esperados por la gestión en los barrios, los veedores comunitarios de apoyo a los Concejos y Alcaldía, continuaron el trabajo que venían realizando y hace algunos días consiguieron asociarse a través de un registro en Cámara de Comercio y personería jurídica, todo esto para participar más activamente de las decisiones municipales.

La asociación de Juntas Administradoras Locales, Asojal, quedó presidida por el edil Armando Gómez. Ahora la asociación pasará la solicitud a la Secretaría General del Municipio, acerca de la adecuación de la oficina que les fue asignada en el edificio donde funciona la Personería Municipal.
 

Puntos de vista
Aleida Caballero, edil: Queremos que nos den el aval para participar de los proyectos y socializarnos en los barrios y comunas de la ciudad.
Julio Horjuela, edil: La gente no sabe qué es o qué hace un edil, por eso queremos asociarnos para obtener el reconocimiento. La participación política es la única que nos ubica en tiempos electorales.

Por Andrés Llamas Nova 

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