Por: Jacobo Solano Cerchiaro* La marcha de mañana, martes 9 de abril, en apoyo al proceso de paz se va a convertir en un termómetro para medir los pulsos políticos en torno a la paz. Desde ya, pienso que esta marcha no será como esperan sus organizadores por la polarización reinante y porque seguro […]
Por: Jacobo Solano Cerchiaro*
La marcha de mañana, martes 9 de abril, en apoyo al proceso de paz se va a convertir en un termómetro para medir los pulsos políticos en torno a la paz. Desde ya, pienso que esta marcha no será como esperan sus organizadores por la polarización reinante y porque seguro será contrastada con aquella histórica marcha del 4 de febrero contra las Farc que movió las fibras del país en rechazo al grupo terrorista.
Algunos sondeos virtuales como el de La FM arrojan un resultadode que un 84% no va a asistir contra un 10% que si;en dado caso que esto se dé, el más perjudicado sería el gobierno nacional con el presidente Santos quien siempre ha promulgado la discreción para las conversaciones y nadie sabe porqué se montóa ese tren que lo puede llevar a un acantilado,según Clara López candidata del Polo, que no asiste, es solo buscando apoyo a su reelección.
Mi escepticismo en torno a la marcha no es porque sea ultraderechista, ni tampoco porque no quiera la paz y menos porque sea uribista, simplemente soy realista y creo que en este momento las condiciones del país, con un proceso naciente y lleno de incertidumbres, no están dadaspara hacer este tipo de movimientos que en sí pueden afectar el rumbo de los diálogos. Como quien dice por hacer una mueca les puede salir una morisqueta.Creo que elpropósitoes bueno y hasta altruista, todo lo que se haga por la paz de este país siempre será acogido, pero hay que ver con que intenciones se hace, esta marcha sería un poco más abierta si hubiese sido convocada por sectoresestudiantiles, la iglesia, las minorías, en fin, no sé.
Pero se organizó desde el movimiento Marcha Patriótica con la ex senadora Piedad Córdoba que no tiene muy buena favorabilidad con los colombianosy como todos sabemos es muy cercana al grupo guerrillero,sin embargo,hábilmente involucró al gobierno para sumarapoyos y salir fortalecidos, argumentando que Colombia quiere el proceso a cualquier costo, desconociendo las encuestas que superan el 70% de dudas frente al mismo.
Es cierto que el gobierno se la ha jugado por la paz y es su obligaciónpromoverla, pero comete un error de cálculo,ya que si fracasase la marcha, el proceso queda muy mal herido y puede ser aprovechado por la ultraderecha para contra atacar y endurecersu postura en un momento en que los diálogos están aplazados por algunas divergencias en el seno del grupo guerrillero, por la llegada de Pablo Catatumbo quien representa a una fracción que se sentía bastante relegada, y si a esto le sumamosque el partido conservador no asiste por diferencias con Marcha Patriótica, yel puro centro democrático, que representa el ex Presidente Uribe,no apoyael movimiento porque según él no es en solidaridad con las víctimas, sí no con los victimarios, podría incidir mucho en que la marcha no obtenga los resultados para refrendar un proceso que todavía sigue sin acuerdos concretos.
*Twitter: @JACOBOSOLANOC
Por: Jacobo Solano Cerchiaro* La marcha de mañana, martes 9 de abril, en apoyo al proceso de paz se va a convertir en un termómetro para medir los pulsos políticos en torno a la paz. Desde ya, pienso que esta marcha no será como esperan sus organizadores por la polarización reinante y porque seguro […]
Por: Jacobo Solano Cerchiaro*
La marcha de mañana, martes 9 de abril, en apoyo al proceso de paz se va a convertir en un termómetro para medir los pulsos políticos en torno a la paz. Desde ya, pienso que esta marcha no será como esperan sus organizadores por la polarización reinante y porque seguro será contrastada con aquella histórica marcha del 4 de febrero contra las Farc que movió las fibras del país en rechazo al grupo terrorista.
Algunos sondeos virtuales como el de La FM arrojan un resultadode que un 84% no va a asistir contra un 10% que si;en dado caso que esto se dé, el más perjudicado sería el gobierno nacional con el presidente Santos quien siempre ha promulgado la discreción para las conversaciones y nadie sabe porqué se montóa ese tren que lo puede llevar a un acantilado,según Clara López candidata del Polo, que no asiste, es solo buscando apoyo a su reelección.
Mi escepticismo en torno a la marcha no es porque sea ultraderechista, ni tampoco porque no quiera la paz y menos porque sea uribista, simplemente soy realista y creo que en este momento las condiciones del país, con un proceso naciente y lleno de incertidumbres, no están dadaspara hacer este tipo de movimientos que en sí pueden afectar el rumbo de los diálogos. Como quien dice por hacer una mueca les puede salir una morisqueta.Creo que elpropósitoes bueno y hasta altruista, todo lo que se haga por la paz de este país siempre será acogido, pero hay que ver con que intenciones se hace, esta marcha sería un poco más abierta si hubiese sido convocada por sectoresestudiantiles, la iglesia, las minorías, en fin, no sé.
Pero se organizó desde el movimiento Marcha Patriótica con la ex senadora Piedad Córdoba que no tiene muy buena favorabilidad con los colombianosy como todos sabemos es muy cercana al grupo guerrillero,sin embargo,hábilmente involucró al gobierno para sumarapoyos y salir fortalecidos, argumentando que Colombia quiere el proceso a cualquier costo, desconociendo las encuestas que superan el 70% de dudas frente al mismo.
Es cierto que el gobierno se la ha jugado por la paz y es su obligaciónpromoverla, pero comete un error de cálculo,ya que si fracasase la marcha, el proceso queda muy mal herido y puede ser aprovechado por la ultraderecha para contra atacar y endurecersu postura en un momento en que los diálogos están aplazados por algunas divergencias en el seno del grupo guerrillero, por la llegada de Pablo Catatumbo quien representa a una fracción que se sentía bastante relegada, y si a esto le sumamosque el partido conservador no asiste por diferencias con Marcha Patriótica, yel puro centro democrático, que representa el ex Presidente Uribe,no apoyael movimiento porque según él no es en solidaridad con las víctimas, sí no con los victimarios, podría incidir mucho en que la marcha no obtenga los resultados para refrendar un proceso que todavía sigue sin acuerdos concretos.
*Twitter: @JACOBOSOLANOC