Se caracterizó por ser un hombre apasionado por la conservación ambiental; era biólogo, arborista, columnista y asesor ambiental del diario EL PILÓN, miembro del Instituto Latinoamericano de Arboricultura, director de Fundación Biosierra, e integrante de La Mesa del Árbol.
Los árboles de Valledupar lloran a quien se convirtió en su defensor, a la persona que luchó incansablemente por sus cuidados; el río Guatapurí corre sin fuerzas, puesto que su máximo líder ambiental partió de este mundo terrenal. Sin embargo, la naturaleza vallenata hoy, más que cualquier día, grita desenfrenadamente ¡Gracias!
Aunque su nacimiento no se produjo en la capital del Cesar, Miguel Ángel Sierra demostró su amor hacia esta parte de la región Caribe. Sin interés alguno luchó por preservar y proteger la flora silvestre de la región, lideró campañas ambientales con el fin de generar conciencia desde el más pequeño hasta el más adulto de los vallenatos y sin duda se convirtió en un gran líder.
Inevitablemente el curso de la vida tiene un fin y este jueves 5 de agosto, el brillo que irradiaban los ojos de Sierra desapareció; no obstante, dejó sembrado un gran legado que permanecerá intacto. Su sonrisa y lucha incansable por la naturaleza serán guardadas en el corazón de todos.
Desde la escasez, ya que en los temas ambientales son pocos los recursos asignados, buscó todas las alternativas para preservar y proteger el medio ambiente. “Él terminó queriendo mucho más la ciudad que cualquier nativo de acá”, expresó su gran amigo Jairo Jiménez.
EL PILÓN habló con Mauricio Sierra, hijo de Miguel Ángel, y al preguntarle como recordaba a su padre, se notó un largo silencio seguido de un suspiro emotivo y desgarrador. “En este momento lo recuerdo con muchas emociones, alegría y claramente también con mucho dolor. Él trataba de ser muy atento con nosotros. Lo recuerdo con una sonrisa y unas ganas de vivir impresionantes”, expresó.
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Quienes lo conocieron aseguran que fue un hombre creativo, con actitud, muchos sueños y entregado en alma y corazón a la conservación de los recursos naturales; fue un ambientalista de verdad, no de redes sociales o de discursos. Porque si algo tenía él para mostrar eran resultados.
Tenía muchísimas ideas y proyectos de restauración, arborización y conservación de flora y fauna, las cuales compartió con los jóvenes de la ciudad y quienes hoy se encuentran eternamente agradecidos.
“Recordaré nuestras conversaciones, el intercambio de opiniones, sus luchas por el árbol urbano y el medio ambiente. Las charlas y el conocimiento que compartía con los jóvenes sobre diversos temas ambientales, así como su sencillez y cariño con todos. Sin duda fue una gran persona y un gran referente del ambientalismo en Valledupar y el Cesar”, acotó Eudis de León, cofundador del Foro Ambiental del Cesar.
Uno de sus aportes se produjo en el 2018, cuando en alianza con el diario EL PILÓN se creó el Foro del Árbol, el cual, hace unas semanas, realizó su cuarta versión y en la que se encontraba Miguel Ángel como ponente.
“Todos los invitados que traíamos de otros países eran sugeridos y convocados por Miguel, él planteaba que debíamos traer personas expertas. Una vez trajimos a un señor con un aparato que nos permitió ver cómo estaban las raíces de los árboles de Valledupar”, rememoró Clara Inés Araújo, gerente de esta casa editorial.
Ana María Ferrer, quien presidió como directora de EL PILÓN, recuerda que conoció a Sierra en medio de su activismo y defensa del medio ambiente; contó que él era un hombre amigable, que le gustaba ayudar y educar a las personas.
“Él siempre estaba dispuesto, con la voluntad y el compromiso de apoyar esas iniciativas que se podían tener desde el periódico. Yo lo definiría como el defensor del árbol, del espacio público y del ambiente en Valledupar. La escuela ambiental, de la cual hacía parte es una muestra de ello”, expresó Ferrer.
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Por su parte, Jiménez relató que conoció a Sierra en una campaña política y notaron que ambos tenían una convicción ambiental; desde entonces dieron varias peleas para preservar nuestros recursos naturales.
“Migue por defender el medio ambiente se hacía matar. En una oportunidad se le atravesó a una máquina por su necesidad de proteger el medio ambiente, era una persona enamorada de la naturaleza. Era un protector incansable del rio Guatapurí, se especializó en temas de arboricultura, defendió el palo de mango de la Plaza Alfonso López, protegió los palos de caucho de la Simón Bolívar”, contó.
Este 5 de agosto a las 11:40 de la mañana se conoció la lamentable noticia. Según contaron sus familiares, hace unos meses les informaron que tenía un tumor maligno en el páncreas y fue intervenido en el Hospital Internacional de Colombia, HIC; en Piedecuesta, Santander, para extirpar la zona comprometida. Sus allegados informaron que salió bien de la operación, pero tiempo después, debido a una complicación postoperatoria volvió a la clínica y desafortunadamente se produjo su deceso a los 53 años.
‘Migue’, como lo llamaban sus amigos, logró que muchas personas recuperaran parte de la conciencia ambiental, ya que muchos nativos habían ‘bajado los brazos’ y él logró contagiarlos de amor y ganas de proteger la naturaleza. Por eso hoy, todos los vallenatos le dicen adiós a uno de los máximos líderes ambientales de Valledupar, el resto del Cesar y la región Caribe.
POR: Ketty Gutiérrez Maestre/EL PILÓN
Se caracterizó por ser un hombre apasionado por la conservación ambiental; era biólogo, arborista, columnista y asesor ambiental del diario EL PILÓN, miembro del Instituto Latinoamericano de Arboricultura, director de Fundación Biosierra, e integrante de La Mesa del Árbol.
Los árboles de Valledupar lloran a quien se convirtió en su defensor, a la persona que luchó incansablemente por sus cuidados; el río Guatapurí corre sin fuerzas, puesto que su máximo líder ambiental partió de este mundo terrenal. Sin embargo, la naturaleza vallenata hoy, más que cualquier día, grita desenfrenadamente ¡Gracias!
Aunque su nacimiento no se produjo en la capital del Cesar, Miguel Ángel Sierra demostró su amor hacia esta parte de la región Caribe. Sin interés alguno luchó por preservar y proteger la flora silvestre de la región, lideró campañas ambientales con el fin de generar conciencia desde el más pequeño hasta el más adulto de los vallenatos y sin duda se convirtió en un gran líder.
Inevitablemente el curso de la vida tiene un fin y este jueves 5 de agosto, el brillo que irradiaban los ojos de Sierra desapareció; no obstante, dejó sembrado un gran legado que permanecerá intacto. Su sonrisa y lucha incansable por la naturaleza serán guardadas en el corazón de todos.
Desde la escasez, ya que en los temas ambientales son pocos los recursos asignados, buscó todas las alternativas para preservar y proteger el medio ambiente. “Él terminó queriendo mucho más la ciudad que cualquier nativo de acá”, expresó su gran amigo Jairo Jiménez.
EL PILÓN habló con Mauricio Sierra, hijo de Miguel Ángel, y al preguntarle como recordaba a su padre, se notó un largo silencio seguido de un suspiro emotivo y desgarrador. “En este momento lo recuerdo con muchas emociones, alegría y claramente también con mucho dolor. Él trataba de ser muy atento con nosotros. Lo recuerdo con una sonrisa y unas ganas de vivir impresionantes”, expresó.
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Quienes lo conocieron aseguran que fue un hombre creativo, con actitud, muchos sueños y entregado en alma y corazón a la conservación de los recursos naturales; fue un ambientalista de verdad, no de redes sociales o de discursos. Porque si algo tenía él para mostrar eran resultados.
Tenía muchísimas ideas y proyectos de restauración, arborización y conservación de flora y fauna, las cuales compartió con los jóvenes de la ciudad y quienes hoy se encuentran eternamente agradecidos.
“Recordaré nuestras conversaciones, el intercambio de opiniones, sus luchas por el árbol urbano y el medio ambiente. Las charlas y el conocimiento que compartía con los jóvenes sobre diversos temas ambientales, así como su sencillez y cariño con todos. Sin duda fue una gran persona y un gran referente del ambientalismo en Valledupar y el Cesar”, acotó Eudis de León, cofundador del Foro Ambiental del Cesar.
Uno de sus aportes se produjo en el 2018, cuando en alianza con el diario EL PILÓN se creó el Foro del Árbol, el cual, hace unas semanas, realizó su cuarta versión y en la que se encontraba Miguel Ángel como ponente.
“Todos los invitados que traíamos de otros países eran sugeridos y convocados por Miguel, él planteaba que debíamos traer personas expertas. Una vez trajimos a un señor con un aparato que nos permitió ver cómo estaban las raíces de los árboles de Valledupar”, rememoró Clara Inés Araújo, gerente de esta casa editorial.
Ana María Ferrer, quien presidió como directora de EL PILÓN, recuerda que conoció a Sierra en medio de su activismo y defensa del medio ambiente; contó que él era un hombre amigable, que le gustaba ayudar y educar a las personas.
“Él siempre estaba dispuesto, con la voluntad y el compromiso de apoyar esas iniciativas que se podían tener desde el periódico. Yo lo definiría como el defensor del árbol, del espacio público y del ambiente en Valledupar. La escuela ambiental, de la cual hacía parte es una muestra de ello”, expresó Ferrer.
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Por su parte, Jiménez relató que conoció a Sierra en una campaña política y notaron que ambos tenían una convicción ambiental; desde entonces dieron varias peleas para preservar nuestros recursos naturales.
“Migue por defender el medio ambiente se hacía matar. En una oportunidad se le atravesó a una máquina por su necesidad de proteger el medio ambiente, era una persona enamorada de la naturaleza. Era un protector incansable del rio Guatapurí, se especializó en temas de arboricultura, defendió el palo de mango de la Plaza Alfonso López, protegió los palos de caucho de la Simón Bolívar”, contó.
Este 5 de agosto a las 11:40 de la mañana se conoció la lamentable noticia. Según contaron sus familiares, hace unos meses les informaron que tenía un tumor maligno en el páncreas y fue intervenido en el Hospital Internacional de Colombia, HIC; en Piedecuesta, Santander, para extirpar la zona comprometida. Sus allegados informaron que salió bien de la operación, pero tiempo después, debido a una complicación postoperatoria volvió a la clínica y desafortunadamente se produjo su deceso a los 53 años.
‘Migue’, como lo llamaban sus amigos, logró que muchas personas recuperaran parte de la conciencia ambiental, ya que muchos nativos habían ‘bajado los brazos’ y él logró contagiarlos de amor y ganas de proteger la naturaleza. Por eso hoy, todos los vallenatos le dicen adiós a uno de los máximos líderes ambientales de Valledupar, el resto del Cesar y la región Caribe.
POR: Ketty Gutiérrez Maestre/EL PILÓN