La madrugada de este martes 20 de julio la cocina tradicional vallenata perdió a una de sus más grandes y representativas exponentes, María Iberia Ustáriz Ramos, más conocida en esta zona del Caribe colombiano como ‘La Bella’.

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Mencionar su nombre es trasladarse imaginariamente a la sazón inigualable que sus preparaciones tenían, esas mismas que muchos de sus comensales señalaban de tener un sabor a hogar, que ni en los restaurantes típicos o más sofisticados de la capital del Cesar podían encontrar.

A los 92 años ‘La Bella’ se despidió de este plano terrenal de manera natural y tranquila, según indicó uno de sus tres hijos, el abogado Tobías Enrique Pumarejo Ustáriz, a un medio radial de Valledupar, señalando además que agradecía profundamente el cariño que este lugar le había demostrado siempre a su madre.

“Mi mamá aparte de ser una mujer espontánea soltaba unas palabras de grueso calibre, pero a la gente le encantaba esa manera de ser, y así se dio a conocer. Varios artistas de la música vallenata como Jorge Oñate la resaltó una vez en un saludo diciendo: “Oye Bella el que no muele no come arepa”, con expresiones como esta le demostraban el cariño”, expresó Pumarejo Ustáriz.

EL MERENDERO DE BELLA

En toda la calle 16 entre carreras 9 y 8 funcionó por alrededor de 35 años ‘El merendero de Bella’, un lugar que cautivaba a quienes lo visitaban y que llamaba la atención de quienes transitaban por la zona, puesto que en el techo colgaban escobas de pajitas, las cuales hacían las veces de palillos.

Julio Mario Celedón, reconocido chef de Valledupar, amigo y admirador del don culinario de ‘La Bella’ en diálogo con EL PILÓN explicó que era una vallenata que hablaba ‘despachado’ y la gracia de ir a su restaurante era escucharle los cuentos de ‘El viejo Valle’ o de su diario vivir, utilizados como un gancho para poder atraer a los clientes que se casaban tanto con su sazón, como con el ambiente de ese lugar.

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“Considero que ha sido la mejor cocinera tradicional que ha dado Valledupar, las mejores albóndigas, la mejor carne desmechada y los mejores fritos eran hechos por ella. Una de las tantas cosas que tenía ‘La Bella’ por resaltar era de que a quien a ella le caía bien no le negaba un truco o una receta”, manifestó Celedón.

Añadiendo: “Tenía unas manos mágicas, todo lo que hacía era a la perfección porque le ponía empeño, amor y el calor de hogar a cada una de sus preparaciones… tenía una sazón única. De ella aprendí que, para cocinar, se tienen que escoger los mejores ingredientes y el resto es puro amor y empeño porque salga lo mejor”.

Una vez se conoció la noticia del fallecimiento de María Iberia Ustáriz Ramos, ‘La Bella’, por las redes sociales varios artistas y ciudadanos del común expresaron sus condolencias, recordando además varias anécdotas de cuando visitaban su restaurante.

La Fundación Festival de la Leyenda Vallenata en su cuenta de Twitter expresó: “Lamentamos el fallecimiento de Doña María Iberia ‘La bella’ Ustáriz Ramos, quien fue una experta en gastronomía vallenata y presentamos las condolencias a su hijo Tobías Enrique Pumarejo Ustáriz, miembro de @fesvallenato y demás familiares. Doña María Iberia, ‘La bella’ Q.E.P.D.”.

POR: Dannia Delgado Cardona.