La celebración del nacimiento de Jesús de Nazaret es una tradición que llegó al país hace muchos años y se mantiene entre los cristianos con las novenas de aguinaldos.
El pesebre es una tradición propia de los cristianos, que comienza el 16 de diciembre, y que se ha llevado de generación en generación mediante la construcción de un escenario para conmemorar el nacimiento de Jesús de Nazaret, el mesías anunciado por las sagradas escrituras, el pesebre.
El Vicario General de la Diócesis de Valledupar, José Enrique Muñoz, comenta que el pesebre “es un medio didáctico que congrega en torno a aquella familia conformada por José, María y el niño Jesús”.
Expresa que estos escenarios deben crearse en un ambiente de fe, esperanza, alegría, puesto que lo que se pretende, fundamentalmente, es hacer un presente a ese misterio del nacimiento del hijo de Dios.
El sacerdote invita a la comunidad a tener un acercamiento a Dios a través de las novenas, nueve días que anteceden a la Navidad, “al nacimiento de nuestro señor Jesucristo”.
Según Muñoz, en Colombia nació la tradición del pesebre a raíz de la congregación que anualmente comenzaron a realizar unas monjas que llegaron al país provenientes del viejo continente.
“Decidieron un día celebrar novenas alrededor del nacimiento del niño Jesús y de esta manera, otras personas, adoptaron la costumbre de cada Navidad, homenajear y celebrar el nacimiento del hijo de Dios en la tierra”, recuerda.
Han pasado 17 años desde que Sandra Calderón Costa, artesana y presidenta de la Junta de Acción Comunal del barrio Jorge Eliécer Gaitán del municipio de La Paz, con aserrín, papel, piedras y otros elementos reciclables recrea el pesebre en las épocas decembrinas. Lo que comenzó como una decoración alusiva al nacimiento del mesías, en la sala de su casa, hoy día ya se ha convertido en uno de los pesebres más grandes y completos que tiene el municipio de La Paz, Cesar.
Todos los vecinos se suman a esta obra,y días previos al comienzo del último mes del año se organizan los preparativos para que las familias pacíficas puedan encontrar en el parque del barrio Jorge Eliécer Gaitán, una iniciativa que embellece al municipio.
“Se nos engrandece el corazón de ver la alegría de un niño cuando tú le regalas un juguete, una bolsa con dulces y se les explica qué tan importante es el 24 de diciembre y el porqué termina ese día la novena con el nacimiento del niño Jesús”, explica Calderón Costa.
Este espacio de Navidad cuenta con símbolos propios del municipio como horno de barro, un burro cargando leña, un pozo de agua y detalles significativos como el río Jordán que era el más largo en ese tiempo y fue donde bautizaron a Jesús.
Entre 250 a 300 niños asisten anualmente a celebrar las novenas navideñas en el pesebre de Sandra Calderón, quien hace lo necesario para que los asistentes puedan llegar a sus hogares con algunos detalles.
“Ahí es donde se manifiesta Dios misericordioso porque a partir del 22 de diciembre comienzan a llegar bolsitas con 10 regalos, 15 regalos, 20 regalos. Busco donaciones con los vecinos, camisetas de fútbol, balones; todo para que ellos también sigan teniendo en su corazón esta hermosa tradición”, comentó.
Aunque no siempre se tiene asegurado un detalle para cada uno de los infantes, Calderón Costa prepara en su hogar una tarde de dulce en la que brinda un espacio para que los pequeños puedan divertirse y vivir de cerca el verdadero significado de la Navidad; además les ofrece tortas, dulces, buñuelos y natillas, ingredientes esenciales para esta época.
El pesebre se realiza en cuatro fases:
1. El cielo: simbolismo de las estrellas, quienes fueron las que guiaron a los reyes magos para que lograran llegar al establo donde nacería Jesús.
2. El Polo Norte: una de las rutas por donde pasó uno de los reyes magos.
3. Belén: lugar donde nació Jesús. Estuvo acompañado de su madre, la virgen María y su padre putativo San José.
4. Parte de la civilización: simboliza a las generaciones.
Esta parte también cuenta con su tradición navideña. Han elaborado el pesebre durante 12 años, a su cargo, se encuentra el señor Gustavo Adolfo Payares Gutiérrez.
Él sostiene que todo comenzó “por la iniciativa de uno, esa es una herencia que se trae desde niño, en las casas siempre hay un pesebre”.
Este año realizarán novenas navideñas para los 130 niños que aproximadamente siempre visitan este lugar. Además y para su orden, realizan una selección para la entrega de regalos en los que prioriza el estrato bajo, las necesidades y demás factores que logran impedir que los verdaderos interesados por celebrar estas fechas no vivan la Navidad completa.
“En esta ocasión, estamos haciendo una rifa de una bicicleta para poder tener los aportes y de esta manera comprarles los detalles a los niños que llegan al pesebre”, acotó Payares Gutiérrez.
Para Gustavo y la vecindad es importante mantener esta tradición de los pesebres, para su construcción la mayoría de los materiales que se utilizan son reciclables.
Han pasado 26 años y sigue como el primer día
“Aquí vamos a poner un pesebre y lo colocamos, pero pequeñito. Y fue creciendo y creciendo…”. Así relata Osvaldo Enríquez Morales, que comenzó la idea, junto a su esposa, quienes ya cumplen 26 años manteniendo la tradición del pesebre.
“No nos cupo en la terraza y luego lo ubicamos a donde está, en frente”, sostiene el señor al señalar como el espacio de su hogar quedó un tanto corto al momento de innovar y agrandar el símbolo de la Navidad.
Desde entonces, y con dinero de sus bolsillos, la familia Morales, ha mantenido esta creencia que les ha regalado cada año, y a cada miembro, bendiciones, alegrías y una emoción particular.
Su esposa, Ruth López, pertenece a la Hermandad del Corazón de Jesús y expresa que “es una actividad muy grande e importante; nosotros vivimos la Navidad sobre todo con el pesebre”.
Esta tradición se la ha transferido a sus hijos y nietos, en quienes confían para mantener la tradición de generación en generación.
Para los 24 de diciembre tratan de salirse de lo común, invitan y vinculan a los mismos niños a realizar el final de la novena navideña en un show en vivo, con personajes reales.
Los reyes magos llegan en sus caballos (cuando muchas veces logran conseguir los animales), presentan bailes con las canciones de los villancicos bajo el respeto que merece tan importante homenaje; siempre buscan un factor diferenciador añadiendo igual costumbres del pueblo.
Al cumplirse 26 años de esta idea, cada vez le agregan detalles propios al pesebre que, se ha convertido en un atractivo de los habitantes del pueblo y municipios cercanos como San Diego y Valledupar que también llegan a tomarse fotos y observar los detalles.
“Desde el más chiquito hasta el más grande. Para mí eso es una alegría, un disfrute”, sostuvo la señora Ruth López.
Orieta Luz Díaz Nieves lleva más de 35 años haciendo la novena. Es una tradición familiar que le inculcó su madre como creyente católica y a la cual le tienen mucha fe.
“Cultivamos en los niños esta hermosa tradición que concede muchos deseos y peticiones conforme a la voluntad de Dios”, apuntó Díaz Nieves.
“Aprovechamos la oportunidad para tratar aquellos temas de familia que generan violencia interior y que muchas veces los niños exteriorizan en las novenas. Asimismo sembramos la palabra”, destaca.
La novena se realiza de manera dinámica, le da participación a la mayoría de los niños para que den a conocer su punto de vista sobre la reflexión del día, para que lean las diferentes oraciones.
Por: Eduardo Moscote / EL PILÓN
La celebración del nacimiento de Jesús de Nazaret es una tradición que llegó al país hace muchos años y se mantiene entre los cristianos con las novenas de aguinaldos.
El pesebre es una tradición propia de los cristianos, que comienza el 16 de diciembre, y que se ha llevado de generación en generación mediante la construcción de un escenario para conmemorar el nacimiento de Jesús de Nazaret, el mesías anunciado por las sagradas escrituras, el pesebre.
El Vicario General de la Diócesis de Valledupar, José Enrique Muñoz, comenta que el pesebre “es un medio didáctico que congrega en torno a aquella familia conformada por José, María y el niño Jesús”.
Expresa que estos escenarios deben crearse en un ambiente de fe, esperanza, alegría, puesto que lo que se pretende, fundamentalmente, es hacer un presente a ese misterio del nacimiento del hijo de Dios.
El sacerdote invita a la comunidad a tener un acercamiento a Dios a través de las novenas, nueve días que anteceden a la Navidad, “al nacimiento de nuestro señor Jesucristo”.
Según Muñoz, en Colombia nació la tradición del pesebre a raíz de la congregación que anualmente comenzaron a realizar unas monjas que llegaron al país provenientes del viejo continente.
“Decidieron un día celebrar novenas alrededor del nacimiento del niño Jesús y de esta manera, otras personas, adoptaron la costumbre de cada Navidad, homenajear y celebrar el nacimiento del hijo de Dios en la tierra”, recuerda.
Han pasado 17 años desde que Sandra Calderón Costa, artesana y presidenta de la Junta de Acción Comunal del barrio Jorge Eliécer Gaitán del municipio de La Paz, con aserrín, papel, piedras y otros elementos reciclables recrea el pesebre en las épocas decembrinas. Lo que comenzó como una decoración alusiva al nacimiento del mesías, en la sala de su casa, hoy día ya se ha convertido en uno de los pesebres más grandes y completos que tiene el municipio de La Paz, Cesar.
Todos los vecinos se suman a esta obra,y días previos al comienzo del último mes del año se organizan los preparativos para que las familias pacíficas puedan encontrar en el parque del barrio Jorge Eliécer Gaitán, una iniciativa que embellece al municipio.
“Se nos engrandece el corazón de ver la alegría de un niño cuando tú le regalas un juguete, una bolsa con dulces y se les explica qué tan importante es el 24 de diciembre y el porqué termina ese día la novena con el nacimiento del niño Jesús”, explica Calderón Costa.
Este espacio de Navidad cuenta con símbolos propios del municipio como horno de barro, un burro cargando leña, un pozo de agua y detalles significativos como el río Jordán que era el más largo en ese tiempo y fue donde bautizaron a Jesús.
Entre 250 a 300 niños asisten anualmente a celebrar las novenas navideñas en el pesebre de Sandra Calderón, quien hace lo necesario para que los asistentes puedan llegar a sus hogares con algunos detalles.
“Ahí es donde se manifiesta Dios misericordioso porque a partir del 22 de diciembre comienzan a llegar bolsitas con 10 regalos, 15 regalos, 20 regalos. Busco donaciones con los vecinos, camisetas de fútbol, balones; todo para que ellos también sigan teniendo en su corazón esta hermosa tradición”, comentó.
Aunque no siempre se tiene asegurado un detalle para cada uno de los infantes, Calderón Costa prepara en su hogar una tarde de dulce en la que brinda un espacio para que los pequeños puedan divertirse y vivir de cerca el verdadero significado de la Navidad; además les ofrece tortas, dulces, buñuelos y natillas, ingredientes esenciales para esta época.
El pesebre se realiza en cuatro fases:
1. El cielo: simbolismo de las estrellas, quienes fueron las que guiaron a los reyes magos para que lograran llegar al establo donde nacería Jesús.
2. El Polo Norte: una de las rutas por donde pasó uno de los reyes magos.
3. Belén: lugar donde nació Jesús. Estuvo acompañado de su madre, la virgen María y su padre putativo San José.
4. Parte de la civilización: simboliza a las generaciones.
Esta parte también cuenta con su tradición navideña. Han elaborado el pesebre durante 12 años, a su cargo, se encuentra el señor Gustavo Adolfo Payares Gutiérrez.
Él sostiene que todo comenzó “por la iniciativa de uno, esa es una herencia que se trae desde niño, en las casas siempre hay un pesebre”.
Este año realizarán novenas navideñas para los 130 niños que aproximadamente siempre visitan este lugar. Además y para su orden, realizan una selección para la entrega de regalos en los que prioriza el estrato bajo, las necesidades y demás factores que logran impedir que los verdaderos interesados por celebrar estas fechas no vivan la Navidad completa.
“En esta ocasión, estamos haciendo una rifa de una bicicleta para poder tener los aportes y de esta manera comprarles los detalles a los niños que llegan al pesebre”, acotó Payares Gutiérrez.
Para Gustavo y la vecindad es importante mantener esta tradición de los pesebres, para su construcción la mayoría de los materiales que se utilizan son reciclables.
Han pasado 26 años y sigue como el primer día
“Aquí vamos a poner un pesebre y lo colocamos, pero pequeñito. Y fue creciendo y creciendo…”. Así relata Osvaldo Enríquez Morales, que comenzó la idea, junto a su esposa, quienes ya cumplen 26 años manteniendo la tradición del pesebre.
“No nos cupo en la terraza y luego lo ubicamos a donde está, en frente”, sostiene el señor al señalar como el espacio de su hogar quedó un tanto corto al momento de innovar y agrandar el símbolo de la Navidad.
Desde entonces, y con dinero de sus bolsillos, la familia Morales, ha mantenido esta creencia que les ha regalado cada año, y a cada miembro, bendiciones, alegrías y una emoción particular.
Su esposa, Ruth López, pertenece a la Hermandad del Corazón de Jesús y expresa que “es una actividad muy grande e importante; nosotros vivimos la Navidad sobre todo con el pesebre”.
Esta tradición se la ha transferido a sus hijos y nietos, en quienes confían para mantener la tradición de generación en generación.
Para los 24 de diciembre tratan de salirse de lo común, invitan y vinculan a los mismos niños a realizar el final de la novena navideña en un show en vivo, con personajes reales.
Los reyes magos llegan en sus caballos (cuando muchas veces logran conseguir los animales), presentan bailes con las canciones de los villancicos bajo el respeto que merece tan importante homenaje; siempre buscan un factor diferenciador añadiendo igual costumbres del pueblo.
Al cumplirse 26 años de esta idea, cada vez le agregan detalles propios al pesebre que, se ha convertido en un atractivo de los habitantes del pueblo y municipios cercanos como San Diego y Valledupar que también llegan a tomarse fotos y observar los detalles.
“Desde el más chiquito hasta el más grande. Para mí eso es una alegría, un disfrute”, sostuvo la señora Ruth López.
Orieta Luz Díaz Nieves lleva más de 35 años haciendo la novena. Es una tradición familiar que le inculcó su madre como creyente católica y a la cual le tienen mucha fe.
“Cultivamos en los niños esta hermosa tradición que concede muchos deseos y peticiones conforme a la voluntad de Dios”, apuntó Díaz Nieves.
“Aprovechamos la oportunidad para tratar aquellos temas de familia que generan violencia interior y que muchas veces los niños exteriorizan en las novenas. Asimismo sembramos la palabra”, destaca.
La novena se realiza de manera dinámica, le da participación a la mayoría de los niños para que den a conocer su punto de vista sobre la reflexión del día, para que lean las diferentes oraciones.
Por: Eduardo Moscote / EL PILÓN