Ambientalistas y animalistas de la capital cesarense radicaron una demanda para conocer el resultado escrito de la necropsia hecha al espécimen.
Desde que se registró la muerte de un mono aullador en el balneario Hurtado de Valledupar el pasado sábado 23 de julio, los animalistas y ambientalistas de la ciudad han mostrado su preocupación debido a la falta de pronunciamiento por parte de las autoridades competentes, por lo que han ‘tenido’ que acudir a expertos de otras ciudades para entender las posibles causas de la muerte del animal.
Aunque el veterinario de la Corporación Autónoma Regional del Cesar, Corpocesar, Marino Zuleta, reveló, en primicia, al diario EL PILÓN que el espécimen habría muerto por un infarto provocado por las altas temperaturas que se registran en Valledupar, los animalistas alegan que la entidad no ha hecho un pronunciamiento oficial ni ha dialogado con los interesados de cómo fue el proceso de la necropsia.
“Desconocemos un pronunciamiento oficial de Corpocesar frente a los resultados del manejo y del procedimiento de necropsia. Es importante saber, además de las causas, si el animal estaba inmerso en un proceso infeccioso o de intoxicación”, expresó el biólogo del Foro Ambiental del Cesar, Wilson Pérez.
¿LAS CONDICIONES AMBIENTALES DEL RÍO AFECTAN A LOS MONOS?
Los miembros de este colectivo ambiental señalaron que la margen derecha e izquierda del río Guatapurí, conocidas por ser hábitat natural de estas especies, atraviesan por diferentes dinámicas ambientales y sociales que pudieron ‘alterar’ la vida y el bienestar de este espécimen,
“Creemos que por el estrés que hay en la dinámica constructiva de la margen derecha e izquierda el animal está entre la espada y la pared; además, creemos que estos animales pueden estar siendo objeto de alimentación por comida procesada, la cual es perjudicial para ellos, o están siendo víctimas de maltrato”, añadió el biólogo.
En ese sentido, informaron que radicaron una demanda ante Corpocesar para saber cuál fue el procedimiento que se llevó a cabo en la necropsia, toda vez que consultaron con expertos en el tema y estos están interesados en conocer a profundidad el caso y descubrir las causas de la muerte del animal.
“Queremos saber si refrigeraron el cadáver, si tomaron muestras de órganos y tejidos y los enviaron a algún laboratorio de biología molecular para establecer si el animal tenía alguna enfermedad o si estaba inmerso en un proceso infeccioso de tipo viral o bacteriano. Según las consultas que hemos hecho con expertos, hay necesidad de hacer todos esos procedimientos, además de la necropsia que debe ser realizada por un patólogo forense”, señaló Pérez, añadiendo que si el espécimen estaba enfermo, se deben tomar medidas frente al resto de la manada que quedó en el balneario.
Ambientalistas y animalistas de la capital cesarense radicaron una demanda para conocer el resultado escrito de la necropsia hecha al espécimen.
Desde que se registró la muerte de un mono aullador en el balneario Hurtado de Valledupar el pasado sábado 23 de julio, los animalistas y ambientalistas de la ciudad han mostrado su preocupación debido a la falta de pronunciamiento por parte de las autoridades competentes, por lo que han ‘tenido’ que acudir a expertos de otras ciudades para entender las posibles causas de la muerte del animal.
Aunque el veterinario de la Corporación Autónoma Regional del Cesar, Corpocesar, Marino Zuleta, reveló, en primicia, al diario EL PILÓN que el espécimen habría muerto por un infarto provocado por las altas temperaturas que se registran en Valledupar, los animalistas alegan que la entidad no ha hecho un pronunciamiento oficial ni ha dialogado con los interesados de cómo fue el proceso de la necropsia.
“Desconocemos un pronunciamiento oficial de Corpocesar frente a los resultados del manejo y del procedimiento de necropsia. Es importante saber, además de las causas, si el animal estaba inmerso en un proceso infeccioso o de intoxicación”, expresó el biólogo del Foro Ambiental del Cesar, Wilson Pérez.
¿LAS CONDICIONES AMBIENTALES DEL RÍO AFECTAN A LOS MONOS?
Los miembros de este colectivo ambiental señalaron que la margen derecha e izquierda del río Guatapurí, conocidas por ser hábitat natural de estas especies, atraviesan por diferentes dinámicas ambientales y sociales que pudieron ‘alterar’ la vida y el bienestar de este espécimen,
“Creemos que por el estrés que hay en la dinámica constructiva de la margen derecha e izquierda el animal está entre la espada y la pared; además, creemos que estos animales pueden estar siendo objeto de alimentación por comida procesada, la cual es perjudicial para ellos, o están siendo víctimas de maltrato”, añadió el biólogo.
En ese sentido, informaron que radicaron una demanda ante Corpocesar para saber cuál fue el procedimiento que se llevó a cabo en la necropsia, toda vez que consultaron con expertos en el tema y estos están interesados en conocer a profundidad el caso y descubrir las causas de la muerte del animal.
“Queremos saber si refrigeraron el cadáver, si tomaron muestras de órganos y tejidos y los enviaron a algún laboratorio de biología molecular para establecer si el animal tenía alguna enfermedad o si estaba inmerso en un proceso infeccioso de tipo viral o bacteriano. Según las consultas que hemos hecho con expertos, hay necesidad de hacer todos esos procedimientos, además de la necropsia que debe ser realizada por un patólogo forense”, señaló Pérez, añadiendo que si el espécimen estaba enfermo, se deben tomar medidas frente al resto de la manada que quedó en el balneario.