EL PILÓN continúa la publicación de una serie de informes sobre la evolución de la economía colombiana en el último año y sus proyecciones para 2022.
Con la revisión de las cifras del Estado, de los gremios nacionales y regionales, y el apoyo de un grupo de expertos y la redacción del diario, presentamos a nuestros lectores un balance de la economía en 2021. Y una aproximación, también, a las expectativas de lo que puede ser el comportamiento de la misma en 2022.
Hemos revisado cifras y tendencias en materia de crecimiento (PIB), lucha contra la pobreza, generación de empleo, inflación, dólar; algunos indicadores de la economía del Cesar y Valledupar. Antes, comentamos los aspectos positivos como el dinamismo de la reactivación en 2021, principalmente en los últimos meses. Están los riesgos de una mayor inflación, un dólar más caro y los riesgos políticos en el primer semestre de 2022, lo que frena un poco la inversión privada, nacional e internacional. Acá las cifras, tendencias y algunas conclusiones.
Los lectores formarán su propia opinión. Hoy publicamos una tercera parte: la evolución de la economía regional en 2021, y lo feo de la economía este año y el próximo: la inflación. En una próxima entrega trataremos el tema de las perspectivas para 2022.
Desde hace unos veinte años, aproximadamente, la producción y exportación de carbón mineral es la principal actividad de la economía del departamento del Cesar.
En 2021, a pesar de la cesación de la producción de Prodeco, que tiene un litigio con el Estado colombiano por esta decisión, el Cesar sigue siendo el primer departamento exportador de carbón del país.
Este año se alcanzó una producción de 30 millones de toneladas métricas, pero las exportaciones pueden ser un poco más: entre 31,5 y 32 millones de toneladas, según la información que maneja Alfredo Araujo Castro, gerente de Drummond para Asuntos de la Comunidad.
Esa producción, negociada a un valor promedio de US$80 dólares por tonelada, representa un valor de US$2.400 millones de dólares, en ingresos para Colombia y el departamento del Cesar.
Para 2022, esa producción podría llegar a unos 32 millones de toneladas y las exportaciones a 33 o 34 millones de toneladas, son las expectativas, según informó Araujo Castro en declaraciones a EL PILÓN. “A pesar del retiro de Prodeco, el Cesar sigue siendo el primer departamento productor de carbón del país”.
Valledupar es un gran centro de provisión en la costa Caribe. En efecto, la capital del Cesar es proveedora de bienes y servicios para el norte del Cesar, el sur de La Guajira, Magdalena y Bolívar.
El comercio de la ciudad se había visto muy afectado por la no realización presencial del Festival de la Leyenda Vallenata en 2020 y en 2021.
El Festival no se hizo en abril, como es tradicional, sino que este año se hizo en octubre y de manera semi-presencial. Hay una gran expectativa por la realización del Festival Vallenato presencial, Rey de Reyes, en homenaje al inolvidable Jorge Oñate, el Ruiseñor del Cesar.
Todos sabemos que el Festival Vallenato, presencial y en abril, como es la tradición, es una fuente de ingresos para el comercio, los restaurantes, bares y hoteles de la ciudad.
Sin contar, claro está, los buenos ingresos que representan para músicos, compositores e intérpretes. Todos esperamos con mucha expectativa el Festival en su edición 2022, que es una redención económica para miles de nuestros paisanos.
Ojalá se pueda realizar masivamente, con el debido cuidado por esta bendita pandemia. Se estima que el Festival Vallenato puede mover entre ochenta mil y cien mil millones de pesos, aproximadamente.
Este año, la recuperación del comercio de Valledupar, como en el resto del país, corrió por cuenta de los tres días sin IVA, realizados los días 28 de octubre, 19 de noviembre y 3 de diciembre.
“El balance del Segundo Día sin IVA refleja un crecimiento sostenido del 30 % con respecto al primero. Las ventas virtuales superaron a las presenciales, el comercio electrónico se posicionó en la delantera obteniendo un 67 % de las ventas totales. Se destacan las categorías Textiles, seguido por Electrodomésticos, Tecnología y Juguetería en el mismo orden enunciado”, según un informe de Fenalco Valledupar, suministrado al diario EL PILÓN.
Hay una gran expectativa en el comercio de la ciudad, con los días de navidad y año nuevo; además de las ventas de enero, cuando se inicia la jornada escolar y se mueve la venta de libros, cuadernos, útiles escolares, uniformes y zapatos para la población estudiantil.
Uno de los temores de los comerciantes vallenatos, al igual que los del resto del país, es tener que asumir los costos del salario mínimo, que golpea a las empresas medianas y pequeñas por la carga prestacional, según comentó a EL PILÓN el director de Fenalco Valledupar, Octavio Pico.
La construcción de vivienda es otro sector importante para la economía de Valledupar, como también para la de los otros veinticuatro municipios del departamento del Cesar.
Según las cifras de Camacol-seccional Cesar, el sector muestra un comportamiento importante, a pesar de la pandemia del covid-19, según informó al diario EL PILÓN su director, Hernán Felipe Araujo.
El comportamiento del sector, en los últimos años es el siguiente: en 2018 se licenciaron 140.847 metros cuadrados. En 2019: 156.685 metros cuadrados. En 2020: 195.861 metros cuadrados para construir.
Y este año se presentó una gran dinámica en el sector de la construcción, que a su vez, amarra a otros sectores, con 336.169 metros cuadrados, entre enero y octubre de 2021, según las cifras de Camacol-Seccional Valledupar.
En 2018 se vendieron en Valledupar: 1935 viviendas. En 2019: 2384 unidades (viviendas). En 2020: 1793 viviendas y este año (2021), ya se han vendido 2842 viviendas. Esta última cifra ratifica la dinámica del sector.
La Cámara de Comercio de Valledupar, que cuenta con un Observatorio Económico que permite hacerle seguimiento a la economía regional, realiza periódicamente encuestas entre los comerciantes y pequeños industriales de la ciudad.
Según la Encuesta de Entorno Empresarial, los comerciantes reportan una recuperación del 48 por ciento, frente a sus actividades (ventas), previas a la pandemia del covid-19.
El 67 por ciento reporta alzas en los precios de sus insumos y problemas en el acceso a los mismos, por la llamada crisis internacional de los contenedores.
Un 35 por ciento dice que requieren inyección de capital para mantener sus inventarios en un nivel adecuado, invertir en publicidad y en tecnología.
Un 30 por ciento de los encuestados reporta una disminución de su clientela, según los resultados de la Encuesta suministrada por la Cámara de Comercio.
La economía del Cesar depende aún de la producción y exportación de carbón y de la ganadería extensiva, fundamentalmente.
La minería del carbón le reporta al departamento cerca de $2.400 millones de dólares. De este valor recibe millonarias regalías y el sector minero lidera la dinámica de otros sectores.
El entorno empresarial de la ciudad, realizado por la Cámara de Comercio de Valledupar, muestra síntomas de reactivación en 2021, luego de la etapa fuerte del covid-19.
Fenalco Valledupar también reporta una reactivación del comercio de la ciudad, principalmente en el segundo semestre. La economía de la región sintió la falta de la realización del Festival de la Leyenda Vallenata, que es una actividad que mueve muchos sectores de la economía de la ciudad y la región en el primer semestre del año. La construcción, según las cifras de Camacol-Seccional Valledupar, también muestra una buena dinámica en el 2021.
Si la noticia positiva de la economía en 2021 fue la reactivación, que se pudo lograr gracias a la creación de las vacunas y a los avances del programa nacional de vacunación, la noticia fea vino por los lados de la inflación, fenómeno que ha iniciado a afectar al mundo y –por supuesto- también a Colombia.
Algunos analistas estiman que la tasa de inflación, medida por el índice de precios al consumidor, puede cerrar este año por encima del 5 por ciento. Algunos hablan de 5,3 por ciento. (Léase al ministro de Hacienda, José Manuel Restrepo en El Tiempo del domingo 19 de diciembre, en entrevista con Yamid Amat). El Minhacienda estima que la inflación el próximo año, 2022, podría cerrar en 3,7 por ciento.
Sin embargo, factores como el aumento del salario mínimo, del 10,7 por ciento, la devaluación del peso frente al dólar, el aumento en las tasas de interés, sumado a los problemas de logística internacional, entre otros factores, nos llevan al pesimismo en materia de estabilidad de precios el próximo año.
El control de la inflación será uno de los principales retos de las autoridades económicas en 2022, principalmente de la Junta Directiva del Banco de la República, que tiene ese mandato por la Constitución de 1991.
El cambio en la tendencia en la inflación representa una noticia mala para la mayoría de la población, pero principalmente para los desempleados, subempleados y quienes están en la informalidad, que ni siquiera ganan un salario mínimo mensual, fijado por el Gobierno para este año en un $1.000.000 (un millón de pesos).
El aumento del dólar, en las últimas semanas, cuando la denominada tasa representativa del mercado (TRM), ha bordeado los $4.000 pesos por un dólar, tendrá un efecto en el bolsillo de todos los colombianos, que consumimos muchos artículos importados de muchas partes del mundo, principalmente de China, Estados Unidos y Europa.
El aumento del dólar favorece a los exportadores, pero afecta a los comerciantes importadores y a todos los consumidores, que vía precios tenemos que asumir su aumento. (El dólar estaba en $3.500 pesos, aproximadamente, en junio de 2021, pero llegó a los $4.000 en diciembre).
Lo más probable es que durante buena parte del primer semestre de 2022, por ser un año electoral, se mantenga cerca de ese techo de $4.000, aproximadamente.
Para FENALCO, el acuerdo celebrado con las centrales obreras, el Gobierno nacional y los gremios, es un acuerdo histórico que no se veía desde hace más de 20 años, es decir, concertar el salario mínimo, en esta oportunidad más que con criterios económico y técnico, con criterios sociales de devolverle a los trabajadores el poder adquisitivo que se ha perdido durante algunos años.
Igualmente, es importante resaltar que, mediante el diálogo social, Colombia puede hacer grandes acuerdos, puede construir no por las vías de hecho sino a través de la comunicación, la concertación y por supuesto llegando acuerdos de beneficios para el país.
EL PILÓN continúa la publicación de una serie de informes sobre la evolución de la economía colombiana en el último año y sus proyecciones para 2022.
Con la revisión de las cifras del Estado, de los gremios nacionales y regionales, y el apoyo de un grupo de expertos y la redacción del diario, presentamos a nuestros lectores un balance de la economía en 2021. Y una aproximación, también, a las expectativas de lo que puede ser el comportamiento de la misma en 2022.
Hemos revisado cifras y tendencias en materia de crecimiento (PIB), lucha contra la pobreza, generación de empleo, inflación, dólar; algunos indicadores de la economía del Cesar y Valledupar. Antes, comentamos los aspectos positivos como el dinamismo de la reactivación en 2021, principalmente en los últimos meses. Están los riesgos de una mayor inflación, un dólar más caro y los riesgos políticos en el primer semestre de 2022, lo que frena un poco la inversión privada, nacional e internacional. Acá las cifras, tendencias y algunas conclusiones.
Los lectores formarán su propia opinión. Hoy publicamos una tercera parte: la evolución de la economía regional en 2021, y lo feo de la economía este año y el próximo: la inflación. En una próxima entrega trataremos el tema de las perspectivas para 2022.
Desde hace unos veinte años, aproximadamente, la producción y exportación de carbón mineral es la principal actividad de la economía del departamento del Cesar.
En 2021, a pesar de la cesación de la producción de Prodeco, que tiene un litigio con el Estado colombiano por esta decisión, el Cesar sigue siendo el primer departamento exportador de carbón del país.
Este año se alcanzó una producción de 30 millones de toneladas métricas, pero las exportaciones pueden ser un poco más: entre 31,5 y 32 millones de toneladas, según la información que maneja Alfredo Araujo Castro, gerente de Drummond para Asuntos de la Comunidad.
Esa producción, negociada a un valor promedio de US$80 dólares por tonelada, representa un valor de US$2.400 millones de dólares, en ingresos para Colombia y el departamento del Cesar.
Para 2022, esa producción podría llegar a unos 32 millones de toneladas y las exportaciones a 33 o 34 millones de toneladas, son las expectativas, según informó Araujo Castro en declaraciones a EL PILÓN. “A pesar del retiro de Prodeco, el Cesar sigue siendo el primer departamento productor de carbón del país”.
Valledupar es un gran centro de provisión en la costa Caribe. En efecto, la capital del Cesar es proveedora de bienes y servicios para el norte del Cesar, el sur de La Guajira, Magdalena y Bolívar.
El comercio de la ciudad se había visto muy afectado por la no realización presencial del Festival de la Leyenda Vallenata en 2020 y en 2021.
El Festival no se hizo en abril, como es tradicional, sino que este año se hizo en octubre y de manera semi-presencial. Hay una gran expectativa por la realización del Festival Vallenato presencial, Rey de Reyes, en homenaje al inolvidable Jorge Oñate, el Ruiseñor del Cesar.
Todos sabemos que el Festival Vallenato, presencial y en abril, como es la tradición, es una fuente de ingresos para el comercio, los restaurantes, bares y hoteles de la ciudad.
Sin contar, claro está, los buenos ingresos que representan para músicos, compositores e intérpretes. Todos esperamos con mucha expectativa el Festival en su edición 2022, que es una redención económica para miles de nuestros paisanos.
Ojalá se pueda realizar masivamente, con el debido cuidado por esta bendita pandemia. Se estima que el Festival Vallenato puede mover entre ochenta mil y cien mil millones de pesos, aproximadamente.
Este año, la recuperación del comercio de Valledupar, como en el resto del país, corrió por cuenta de los tres días sin IVA, realizados los días 28 de octubre, 19 de noviembre y 3 de diciembre.
“El balance del Segundo Día sin IVA refleja un crecimiento sostenido del 30 % con respecto al primero. Las ventas virtuales superaron a las presenciales, el comercio electrónico se posicionó en la delantera obteniendo un 67 % de las ventas totales. Se destacan las categorías Textiles, seguido por Electrodomésticos, Tecnología y Juguetería en el mismo orden enunciado”, según un informe de Fenalco Valledupar, suministrado al diario EL PILÓN.
Hay una gran expectativa en el comercio de la ciudad, con los días de navidad y año nuevo; además de las ventas de enero, cuando se inicia la jornada escolar y se mueve la venta de libros, cuadernos, útiles escolares, uniformes y zapatos para la población estudiantil.
Uno de los temores de los comerciantes vallenatos, al igual que los del resto del país, es tener que asumir los costos del salario mínimo, que golpea a las empresas medianas y pequeñas por la carga prestacional, según comentó a EL PILÓN el director de Fenalco Valledupar, Octavio Pico.
La construcción de vivienda es otro sector importante para la economía de Valledupar, como también para la de los otros veinticuatro municipios del departamento del Cesar.
Según las cifras de Camacol-seccional Cesar, el sector muestra un comportamiento importante, a pesar de la pandemia del covid-19, según informó al diario EL PILÓN su director, Hernán Felipe Araujo.
El comportamiento del sector, en los últimos años es el siguiente: en 2018 se licenciaron 140.847 metros cuadrados. En 2019: 156.685 metros cuadrados. En 2020: 195.861 metros cuadrados para construir.
Y este año se presentó una gran dinámica en el sector de la construcción, que a su vez, amarra a otros sectores, con 336.169 metros cuadrados, entre enero y octubre de 2021, según las cifras de Camacol-Seccional Valledupar.
En 2018 se vendieron en Valledupar: 1935 viviendas. En 2019: 2384 unidades (viviendas). En 2020: 1793 viviendas y este año (2021), ya se han vendido 2842 viviendas. Esta última cifra ratifica la dinámica del sector.
La Cámara de Comercio de Valledupar, que cuenta con un Observatorio Económico que permite hacerle seguimiento a la economía regional, realiza periódicamente encuestas entre los comerciantes y pequeños industriales de la ciudad.
Según la Encuesta de Entorno Empresarial, los comerciantes reportan una recuperación del 48 por ciento, frente a sus actividades (ventas), previas a la pandemia del covid-19.
El 67 por ciento reporta alzas en los precios de sus insumos y problemas en el acceso a los mismos, por la llamada crisis internacional de los contenedores.
Un 35 por ciento dice que requieren inyección de capital para mantener sus inventarios en un nivel adecuado, invertir en publicidad y en tecnología.
Un 30 por ciento de los encuestados reporta una disminución de su clientela, según los resultados de la Encuesta suministrada por la Cámara de Comercio.
La economía del Cesar depende aún de la producción y exportación de carbón y de la ganadería extensiva, fundamentalmente.
La minería del carbón le reporta al departamento cerca de $2.400 millones de dólares. De este valor recibe millonarias regalías y el sector minero lidera la dinámica de otros sectores.
El entorno empresarial de la ciudad, realizado por la Cámara de Comercio de Valledupar, muestra síntomas de reactivación en 2021, luego de la etapa fuerte del covid-19.
Fenalco Valledupar también reporta una reactivación del comercio de la ciudad, principalmente en el segundo semestre. La economía de la región sintió la falta de la realización del Festival de la Leyenda Vallenata, que es una actividad que mueve muchos sectores de la economía de la ciudad y la región en el primer semestre del año. La construcción, según las cifras de Camacol-Seccional Valledupar, también muestra una buena dinámica en el 2021.
Si la noticia positiva de la economía en 2021 fue la reactivación, que se pudo lograr gracias a la creación de las vacunas y a los avances del programa nacional de vacunación, la noticia fea vino por los lados de la inflación, fenómeno que ha iniciado a afectar al mundo y –por supuesto- también a Colombia.
Algunos analistas estiman que la tasa de inflación, medida por el índice de precios al consumidor, puede cerrar este año por encima del 5 por ciento. Algunos hablan de 5,3 por ciento. (Léase al ministro de Hacienda, José Manuel Restrepo en El Tiempo del domingo 19 de diciembre, en entrevista con Yamid Amat). El Minhacienda estima que la inflación el próximo año, 2022, podría cerrar en 3,7 por ciento.
Sin embargo, factores como el aumento del salario mínimo, del 10,7 por ciento, la devaluación del peso frente al dólar, el aumento en las tasas de interés, sumado a los problemas de logística internacional, entre otros factores, nos llevan al pesimismo en materia de estabilidad de precios el próximo año.
El control de la inflación será uno de los principales retos de las autoridades económicas en 2022, principalmente de la Junta Directiva del Banco de la República, que tiene ese mandato por la Constitución de 1991.
El cambio en la tendencia en la inflación representa una noticia mala para la mayoría de la población, pero principalmente para los desempleados, subempleados y quienes están en la informalidad, que ni siquiera ganan un salario mínimo mensual, fijado por el Gobierno para este año en un $1.000.000 (un millón de pesos).
El aumento del dólar, en las últimas semanas, cuando la denominada tasa representativa del mercado (TRM), ha bordeado los $4.000 pesos por un dólar, tendrá un efecto en el bolsillo de todos los colombianos, que consumimos muchos artículos importados de muchas partes del mundo, principalmente de China, Estados Unidos y Europa.
El aumento del dólar favorece a los exportadores, pero afecta a los comerciantes importadores y a todos los consumidores, que vía precios tenemos que asumir su aumento. (El dólar estaba en $3.500 pesos, aproximadamente, en junio de 2021, pero llegó a los $4.000 en diciembre).
Lo más probable es que durante buena parte del primer semestre de 2022, por ser un año electoral, se mantenga cerca de ese techo de $4.000, aproximadamente.
Para FENALCO, el acuerdo celebrado con las centrales obreras, el Gobierno nacional y los gremios, es un acuerdo histórico que no se veía desde hace más de 20 años, es decir, concertar el salario mínimo, en esta oportunidad más que con criterios económico y técnico, con criterios sociales de devolverle a los trabajadores el poder adquisitivo que se ha perdido durante algunos años.
Igualmente, es importante resaltar que, mediante el diálogo social, Colombia puede hacer grandes acuerdos, puede construir no por las vías de hecho sino a través de la comunicación, la concertación y por supuesto llegando acuerdos de beneficios para el país.