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Entrevista - 5 agosto, 2021

“Las mujeres debemos ser fans de nosotras mismas”: Gelca Gutiérrez

EL PILÓN entrevistó a la rectora de la Fundación Universitaria del Área Andina, sede Valledupar, Gelca Gutiérrez, a propósito del anuncio de la acreditación de alta calidad que recibió la universidad. Además, se habló del liderazgo femenino.

Gelca Gutiérrez, rectora del Área Andina.
Gelca Gutiérrez, rectora del Área Andina.

Excelente noticia para el departamento: el Área Andina se convierte en la primera universidad acreditada en el Cesar…

Estamos seguros que  esta acreditación impactará en la competitividad del territorio. Los inversionistas siempre evalúan las condiciones en materia de competitividad y en qué lugar se encuentra cada territorio. Hay un pilar del índice educación que al desagregarlo nos damos cuenta que involucra a las instituciones acreditadas con alta calidad. Antes el Cesar estaba en cero. 

Área Andina logró ser la primera universidad con sede en el Cesar con alta acreditación.

Esto también impactará el tema de empleabilidad. Como han dicho muchos internautas, estamos avanzando hacia otro nivel. Cuando se anunció el primer programa acreditado con alta calidad en el Cesar, que fue Ingeniería de Minas, una exviceministra nos dijo: “Esto es un mensaje poderoso, es un camino que se abre para las otras universidades”. Ahora no es un programa, sino una institución. Tenemos mucho por aportarle al departamento. Este es un paso grande en un territorio que estaba ocupando los últimos lugares en muchos rankings sobre educación.

Ya no será necesario salir del Cesar para estudiar en una universidad acreditada con alta calidad… 

Para nadie es un secreto que las becas de Generación E o Ser Pilo Paga benefician a una población vulnerable de bajos recursos. En el Cesar se identificó que las personas que recibían estos beneficios debían salir porque no teníamos una institución acreditada, por lo que incurrían en más gastos de los que podría cubrir el apoyo del Gobierno. Tener una institución acreditada le permitirá a muchos estudiar en su tierra. No nos cabe la menor duda que vamos a impactar en la calidad y bienestar de los jóvenes. 

A propósito de este exitoso proceso, hablemos del liderazgo femenino… 

Hay estudios que demuestran que las mujeres optimizan un poco más los recursos de las organizaciones. Además, estudios también hablan que cuando una mujer ocupa un alto cargo esto tiene un impacto positivo en el entorno, en la inclusión. 

Sin embargo, semanas atrás, en una entrevista con el director del Dane surgió una preocupante conclusión: hay pocas mujeres trabajando en actividades profesionales en Valledupar

El panorama es crítico. En mi caso tengo la satisfacción de que a muy temprana edad terminé mi carrera e inicié el proceso laboral. He contado con las oportunidades, pero no puedo desconocer la preocupante situación de la mujer en el departamento del Cesar, principalmente, en lo relacionado con su acceso a la educación profesional. 

Uno ve los análisis del Dane publicados durante la pandemia y muestran que cada día es mayor el número de mujeres que se dedican al cuidado del hogar, de los hijos. Además, desde hace muchos años se concluyó que la mujer que a temprana edad es madre tiene una tendencia a ser más pobre. Además, las mujeres tienen cantidad de obstáculos para acceder a la educación superior, cuando está demostrado que es el nivel que mayores oportunidades ofrece. 

¿Qué influye o impide el desarrollo profesional de las mujeres?

Juegan factores como el nivel socioeconómico, la prioridad que en su núcleo familiar le den a la formación de la mujer o de la niña y la mentalidad con la cual las levantan. Necesitamos madres que entiendan el reto de sacar adelante a sus hijas, que si no han tenido la oportunidad de terminar su formación, puedan  romper esas barreras socioculturales. 

Hablamos de las barreras socioculturales y educativas, pero también hay un tema económico. Uno extraña las políticas con enfoque poblacional y de género. Si hay una población más afectada, con cifras negativas, en este caso las mujeres, es necesario que surjan políticas de auxilio, por ejemplo, para acceder a la educación superior, técnico profesional o técnicos laborales. El Cesar ha ocupado los primeros lugares a nivel nacional en menores embarazadas. Evidentemente este tema se relaciona con lo social, económico y cultural, que no deja de ser una barrera.

Por último, hay otro punto que meses atrás compartió Cesore en un estudio: las mujeres ganan menos que los hombres cuando están en esos cargos directivos. Debemos luchar por la igualdad. 

¿Cómo estimular la construcción de  proyectos de vida?

Estudios recientes de Cesore concluyen que el desempleo en Valledupar tiene rostro de mujer y de jóvenes. Lo que recomienda el centro de estudios es, además del acceso a la educación superior, trabajar en el fortalecimiento de las habilidades blandas. Estas habilidades blandas consisten en estar preparados para la vida, ser buenos ciudadanos. De esto no se habla en los currículos tradicionales de las instituciones educativas, pero necesitamos desarrollarlas, son herramientas fundamentales. 

Paralelo a las medidas que los gobernantes pueden  financiar, necesitamos una población entendida del reto que tenemos, una comunidad que se compadezca. Ejemplo, las mujeres que llegamos a un cargo profesional no debemos perder la solidaridad, contrario, la pregunta que nos debemos hacer es cómo ayudamos a otras mujeres a crecer desde nuestra zona de impacto. ¿Qué mensaje les llevo a las niñas para empoderarlas? 

Nosotros tenemos la satisfacción que en el Área Andina acabamos de inaugurar una sala de lactancia para que las mujeres que quedan embarazadas y son madres puedan traer a sus niños y seguir lactando en su sitio de trabajo. Estamos eliminando una barrera a las mujeres que son madres. 

¿Y cómo hacemos con las barreras mentales?

Las limitaciones mentales y culturales se superan con educación.  En gran medida, los seres humanos no avanzan un poco más porque hay barreras mentales que se lo impiden. ¿Cómo se rompe un paradigma? Vía educación. Personalmente, siempre recalco a mis hijos que la disciplina vence la inteligencia. 

¿Cómo se empodera una mujer?

Logrando que tenga claridad de su proyecto de vida y no renuncie a él. La mejor manera es creer que no existen barreras para llegar donde queremos. Pero no ignoro lo que le pasa a muchas mujeres sin acceso a una red de apoyo, víctimas de muchos flagelos. Por ellas debemos tomar nuestros derechos y avanzar, ser determinadas. Tenemos que ser conscientes entre las mujeres para apoyarnos. 

A veces las personas que aportan pequeños granos de arena para el desarrollo de la región creen que trabajan en vano… 

Traigo a colación aquella fábula del hombre que estaba tirando estrellas de mar. Una persona se le acerca y le dice: “Mira, ¿qué ves? Muchas estrellas de mar en la orilla. Mira para allá. Lo mismo, más estrella de mar”. ¿Qué le respondió? “Con cada estrella de mar que lanzo hago la diferencia”.  

Si cada actor del territorio toma conciencia de trabajar por el desarrollo de la mujer, desde el rol que esté, las cosas cambiarán. Podríamos pensar que los esfuerzos de cada uno no valen la pena, pero si somos intencionales, no solo los gobernantes, vamos eliminando barreras. 

Por último, ¿debemos replantearnos algo en materia de género en la región? 

Creo que la solidaridad entre las mujeres. Tenemos que volvernos fans de nosotras mismas; si pudiéramos creer y escoger más mujeres en entidades públicas, siendo conscientes de lo que eso significa para todos como sociedad.  Debemos promovernos entre las mujeres. Toda mujer que llega a tocar las puertas yo me encargo de visitar todas las áreas, la promuevo; no siempre se puede, pero muestro solidaridad.  Porque siempre he creído que el día que esté del otro lado tocando las puertas espero también recibir una cara amable y una mano amiga.

Por: Deivis Caro

Entrevista
5 agosto, 2021

“Las mujeres debemos ser fans de nosotras mismas”: Gelca Gutiérrez

EL PILÓN entrevistó a la rectora de la Fundación Universitaria del Área Andina, sede Valledupar, Gelca Gutiérrez, a propósito del anuncio de la acreditación de alta calidad que recibió la universidad. Además, se habló del liderazgo femenino.


Gelca Gutiérrez, rectora del Área Andina.
Gelca Gutiérrez, rectora del Área Andina.

Excelente noticia para el departamento: el Área Andina se convierte en la primera universidad acreditada en el Cesar…

Estamos seguros que  esta acreditación impactará en la competitividad del territorio. Los inversionistas siempre evalúan las condiciones en materia de competitividad y en qué lugar se encuentra cada territorio. Hay un pilar del índice educación que al desagregarlo nos damos cuenta que involucra a las instituciones acreditadas con alta calidad. Antes el Cesar estaba en cero. 

Área Andina logró ser la primera universidad con sede en el Cesar con alta acreditación.

Esto también impactará el tema de empleabilidad. Como han dicho muchos internautas, estamos avanzando hacia otro nivel. Cuando se anunció el primer programa acreditado con alta calidad en el Cesar, que fue Ingeniería de Minas, una exviceministra nos dijo: “Esto es un mensaje poderoso, es un camino que se abre para las otras universidades”. Ahora no es un programa, sino una institución. Tenemos mucho por aportarle al departamento. Este es un paso grande en un territorio que estaba ocupando los últimos lugares en muchos rankings sobre educación.

Ya no será necesario salir del Cesar para estudiar en una universidad acreditada con alta calidad… 

Para nadie es un secreto que las becas de Generación E o Ser Pilo Paga benefician a una población vulnerable de bajos recursos. En el Cesar se identificó que las personas que recibían estos beneficios debían salir porque no teníamos una institución acreditada, por lo que incurrían en más gastos de los que podría cubrir el apoyo del Gobierno. Tener una institución acreditada le permitirá a muchos estudiar en su tierra. No nos cabe la menor duda que vamos a impactar en la calidad y bienestar de los jóvenes. 

A propósito de este exitoso proceso, hablemos del liderazgo femenino… 

Hay estudios que demuestran que las mujeres optimizan un poco más los recursos de las organizaciones. Además, estudios también hablan que cuando una mujer ocupa un alto cargo esto tiene un impacto positivo en el entorno, en la inclusión. 

Sin embargo, semanas atrás, en una entrevista con el director del Dane surgió una preocupante conclusión: hay pocas mujeres trabajando en actividades profesionales en Valledupar

El panorama es crítico. En mi caso tengo la satisfacción de que a muy temprana edad terminé mi carrera e inicié el proceso laboral. He contado con las oportunidades, pero no puedo desconocer la preocupante situación de la mujer en el departamento del Cesar, principalmente, en lo relacionado con su acceso a la educación profesional. 

Uno ve los análisis del Dane publicados durante la pandemia y muestran que cada día es mayor el número de mujeres que se dedican al cuidado del hogar, de los hijos. Además, desde hace muchos años se concluyó que la mujer que a temprana edad es madre tiene una tendencia a ser más pobre. Además, las mujeres tienen cantidad de obstáculos para acceder a la educación superior, cuando está demostrado que es el nivel que mayores oportunidades ofrece. 

¿Qué influye o impide el desarrollo profesional de las mujeres?

Juegan factores como el nivel socioeconómico, la prioridad que en su núcleo familiar le den a la formación de la mujer o de la niña y la mentalidad con la cual las levantan. Necesitamos madres que entiendan el reto de sacar adelante a sus hijas, que si no han tenido la oportunidad de terminar su formación, puedan  romper esas barreras socioculturales. 

Hablamos de las barreras socioculturales y educativas, pero también hay un tema económico. Uno extraña las políticas con enfoque poblacional y de género. Si hay una población más afectada, con cifras negativas, en este caso las mujeres, es necesario que surjan políticas de auxilio, por ejemplo, para acceder a la educación superior, técnico profesional o técnicos laborales. El Cesar ha ocupado los primeros lugares a nivel nacional en menores embarazadas. Evidentemente este tema se relaciona con lo social, económico y cultural, que no deja de ser una barrera.

Por último, hay otro punto que meses atrás compartió Cesore en un estudio: las mujeres ganan menos que los hombres cuando están en esos cargos directivos. Debemos luchar por la igualdad. 

¿Cómo estimular la construcción de  proyectos de vida?

Estudios recientes de Cesore concluyen que el desempleo en Valledupar tiene rostro de mujer y de jóvenes. Lo que recomienda el centro de estudios es, además del acceso a la educación superior, trabajar en el fortalecimiento de las habilidades blandas. Estas habilidades blandas consisten en estar preparados para la vida, ser buenos ciudadanos. De esto no se habla en los currículos tradicionales de las instituciones educativas, pero necesitamos desarrollarlas, son herramientas fundamentales. 

Paralelo a las medidas que los gobernantes pueden  financiar, necesitamos una población entendida del reto que tenemos, una comunidad que se compadezca. Ejemplo, las mujeres que llegamos a un cargo profesional no debemos perder la solidaridad, contrario, la pregunta que nos debemos hacer es cómo ayudamos a otras mujeres a crecer desde nuestra zona de impacto. ¿Qué mensaje les llevo a las niñas para empoderarlas? 

Nosotros tenemos la satisfacción que en el Área Andina acabamos de inaugurar una sala de lactancia para que las mujeres que quedan embarazadas y son madres puedan traer a sus niños y seguir lactando en su sitio de trabajo. Estamos eliminando una barrera a las mujeres que son madres. 

¿Y cómo hacemos con las barreras mentales?

Las limitaciones mentales y culturales se superan con educación.  En gran medida, los seres humanos no avanzan un poco más porque hay barreras mentales que se lo impiden. ¿Cómo se rompe un paradigma? Vía educación. Personalmente, siempre recalco a mis hijos que la disciplina vence la inteligencia. 

¿Cómo se empodera una mujer?

Logrando que tenga claridad de su proyecto de vida y no renuncie a él. La mejor manera es creer que no existen barreras para llegar donde queremos. Pero no ignoro lo que le pasa a muchas mujeres sin acceso a una red de apoyo, víctimas de muchos flagelos. Por ellas debemos tomar nuestros derechos y avanzar, ser determinadas. Tenemos que ser conscientes entre las mujeres para apoyarnos. 

A veces las personas que aportan pequeños granos de arena para el desarrollo de la región creen que trabajan en vano… 

Traigo a colación aquella fábula del hombre que estaba tirando estrellas de mar. Una persona se le acerca y le dice: “Mira, ¿qué ves? Muchas estrellas de mar en la orilla. Mira para allá. Lo mismo, más estrella de mar”. ¿Qué le respondió? “Con cada estrella de mar que lanzo hago la diferencia”.  

Si cada actor del territorio toma conciencia de trabajar por el desarrollo de la mujer, desde el rol que esté, las cosas cambiarán. Podríamos pensar que los esfuerzos de cada uno no valen la pena, pero si somos intencionales, no solo los gobernantes, vamos eliminando barreras. 

Por último, ¿debemos replantearnos algo en materia de género en la región? 

Creo que la solidaridad entre las mujeres. Tenemos que volvernos fans de nosotras mismas; si pudiéramos creer y escoger más mujeres en entidades públicas, siendo conscientes de lo que eso significa para todos como sociedad.  Debemos promovernos entre las mujeres. Toda mujer que llega a tocar las puertas yo me encargo de visitar todas las áreas, la promuevo; no siempre se puede, pero muestro solidaridad.  Porque siempre he creído que el día que esté del otro lado tocando las puertas espero también recibir una cara amable y una mano amiga.

Por: Deivis Caro