Luego de casi 15 meses bajo medidas como el toque de queda y cierre total del comercio, casi todos los comerciantes adeudan millonarios recursos por concepto de arriendo.
De norte a sur, el turismo fue uno de los sectores más afectados por la pandemia, principalmente porque las primeras medidas para controlar el covid-19 fueron el cierre de las fronteras, la cancelación de eventos y las restricciones de la movilidad.
Un ejemplo local es el centro de ventas artesanales Calle Grande, ubicado en el Centro Histórico de Valledupar. Luego de casi 15 meses bajo medidas como el toque de queda y cierre total del comercio, casi todos los comerciantes adeudan millonarios recursos por concepto de arriendo.
“Los arriendos oscilan entre $400 mil y $600 mil pesos y nosotros desde marzo del 2020 no pagamos. Ninguno ha pagado. Le hemos dicho al alcalde que condone la deuda del 2020 y pagar el 50 % del arriendo de este año. Pero nos dicen que la comercializadora (Mercabastos) no puede perder, pero resulta que por la pandemia todos estamos obligados a perder. Si nosotros cerramos, Valledupar pierde uno de los pocos sitios turísticos del Centro Histórico que sigue activo”, afirmó Roberto del Río, comerciante de Calle Grande.
En situación similar trabaja Jorge Enrique Mora, pionero de Calle Grande con más de 17 años vendiendo artesanías. “Estamos hablando que desde la renovación de la plaza Alfonso López empezó la depresión de nuestra economía. Luego llegaron la pandemia y las obras del Centro Histórico, y fueron más de 4 meses cerrados totalmente. Hemos tenido ventas muy bajas, por eso no se paga arriendo desde marzo del 2020. Esa es una deuda que tenemos todos”, indicó el comerciante.
Teniendo en cuenta que el promedio del costo de arriendo mensual es de $400 y $600 mil, algunos comerciantes alcanzan a deber hasta $6 millones. En el peor de los casos, las deudas ascienden a los $10 millones.
Carmen Cecilia Gutiérrez, gerente de la Comercializadora Mercabastos, señaló que la entidad no puede condonar una deuda ya gravada, porque, entre otras razones, sus estados financieros son vigilados por entes como la Contraloría. No obstante, “se establecieron alivios financieros fuertes para ayudarlos”.
En total, fueron 5 beneficios, entre ellos, se determinó que no se cobrará el aumento del 10 % en el arriendo establecido en el 2020; un descuento del 30 % en el canon mensual del arrendamiento; congelamiento del incremento del arriendo del 2021; y la exoneración de los intereses de la deuda a corte de abril 2020-2021.
“Ellos vienen con unas deudas de tiempo atrás, antes de la pandemia, incluso algunos tienen proceso jurídico. Entonces, ahora se le permitirá, a partir de mayo, un plazo de 5 años para financiarla. Los mismos comerciantes dirán qué meses aportarán la cuota. ¿Por qué esta decisión? Porque según testimonios, ellos trabajan por temporadas, ejemplo, en semana santa tienen mejores ventas”, explicó la gerente.
Sin duda, el gobierno municipal debe buscar todas las medidas y vías legales para evitar que los comerciantes de Calle Grande, un icónico espacio de nuestra región, caigan en la quiebra y se vean obligados a cerrar.
Por su lado, los comerciantes deben aprovechar la reactivación para recuperar pérdidas atrayendo nuevos clientes. Pero también los vallenatos y turistas deben acercarse a visitar y comprar artesanías para ayudar a los pequeños empresarios. En últimas, más que los recursos que pueda recibir el municipio, por estos días de reactivación económica lo más importante es proteger el empleo.
Por: Redacción EL PILÓN
Luego de casi 15 meses bajo medidas como el toque de queda y cierre total del comercio, casi todos los comerciantes adeudan millonarios recursos por concepto de arriendo.
De norte a sur, el turismo fue uno de los sectores más afectados por la pandemia, principalmente porque las primeras medidas para controlar el covid-19 fueron el cierre de las fronteras, la cancelación de eventos y las restricciones de la movilidad.
Un ejemplo local es el centro de ventas artesanales Calle Grande, ubicado en el Centro Histórico de Valledupar. Luego de casi 15 meses bajo medidas como el toque de queda y cierre total del comercio, casi todos los comerciantes adeudan millonarios recursos por concepto de arriendo.
“Los arriendos oscilan entre $400 mil y $600 mil pesos y nosotros desde marzo del 2020 no pagamos. Ninguno ha pagado. Le hemos dicho al alcalde que condone la deuda del 2020 y pagar el 50 % del arriendo de este año. Pero nos dicen que la comercializadora (Mercabastos) no puede perder, pero resulta que por la pandemia todos estamos obligados a perder. Si nosotros cerramos, Valledupar pierde uno de los pocos sitios turísticos del Centro Histórico que sigue activo”, afirmó Roberto del Río, comerciante de Calle Grande.
En situación similar trabaja Jorge Enrique Mora, pionero de Calle Grande con más de 17 años vendiendo artesanías. “Estamos hablando que desde la renovación de la plaza Alfonso López empezó la depresión de nuestra economía. Luego llegaron la pandemia y las obras del Centro Histórico, y fueron más de 4 meses cerrados totalmente. Hemos tenido ventas muy bajas, por eso no se paga arriendo desde marzo del 2020. Esa es una deuda que tenemos todos”, indicó el comerciante.
Teniendo en cuenta que el promedio del costo de arriendo mensual es de $400 y $600 mil, algunos comerciantes alcanzan a deber hasta $6 millones. En el peor de los casos, las deudas ascienden a los $10 millones.
Carmen Cecilia Gutiérrez, gerente de la Comercializadora Mercabastos, señaló que la entidad no puede condonar una deuda ya gravada, porque, entre otras razones, sus estados financieros son vigilados por entes como la Contraloría. No obstante, “se establecieron alivios financieros fuertes para ayudarlos”.
En total, fueron 5 beneficios, entre ellos, se determinó que no se cobrará el aumento del 10 % en el arriendo establecido en el 2020; un descuento del 30 % en el canon mensual del arrendamiento; congelamiento del incremento del arriendo del 2021; y la exoneración de los intereses de la deuda a corte de abril 2020-2021.
“Ellos vienen con unas deudas de tiempo atrás, antes de la pandemia, incluso algunos tienen proceso jurídico. Entonces, ahora se le permitirá, a partir de mayo, un plazo de 5 años para financiarla. Los mismos comerciantes dirán qué meses aportarán la cuota. ¿Por qué esta decisión? Porque según testimonios, ellos trabajan por temporadas, ejemplo, en semana santa tienen mejores ventas”, explicó la gerente.
Sin duda, el gobierno municipal debe buscar todas las medidas y vías legales para evitar que los comerciantes de Calle Grande, un icónico espacio de nuestra región, caigan en la quiebra y se vean obligados a cerrar.
Por su lado, los comerciantes deben aprovechar la reactivación para recuperar pérdidas atrayendo nuevos clientes. Pero también los vallenatos y turistas deben acercarse a visitar y comprar artesanías para ayudar a los pequeños empresarios. En últimas, más que los recursos que pueda recibir el municipio, por estos días de reactivación económica lo más importante es proteger el empleo.
Por: Redacción EL PILÓN