Definitivamente Colombia es un país de politiqueros y los encargados de promover tal situación son los noticieros con periodistas irresponsables de todo tipo que se prestan para encuestas alarmantes sin juicio profesional alguno. Crear la discordia contra el gobierno actual es la misión promovente, pues sienten temor decir la verdad verdadera con respecto a los […]
Definitivamente Colombia es un país de politiqueros y los encargados de promover tal situación son los noticieros con periodistas irresponsables de todo tipo que se prestan para encuestas alarmantes sin juicio profesional alguno.
Crear la discordia contra el gobierno actual es la misión promovente, pues sienten temor decir la verdad verdadera con respecto a los grupos promotores del odio: la extrema izquierda y la extrema derecha. Parece que estuvieran arrodillados ante el poder del dinero, mucho dinero de las instituciones y gobiernos externos que se han dedicado a derrotar la paz por cualquier medio en nuestro país.
Se habla de la crisis económica que podría ocurrir en el país si no se buscan las fórmulas adecuadas para enfrentarla a través de recursos no provenientes de una reforma tributaria.
Se enfocan casi todos en la tal reforma, pero nadie hace un análisis juicioso sobre su conveniencia o inconveniencia; claro se aproximan las elecciones presidenciales y hay unos locos desaforados por el poder, bajo cualquier forma, para después aprovechar, quien lo logre, dar rienda suelta a sus resentimientos concebidos por mucho tiempo atrás, ya que nunca se han dedicado o dedicaron a luchar por la solución de los verdaderos problemas que nos afectan, sino por los odios de unos a otros, temas que les obnubila el pensamiento social.
Valdría la pena investigar por dónde ha empezado la banca rota que se va a presentar y analizar hechos políticos anteriores protagonizados por algunos de los bandos que quieren ostentar el poder de una nación que, si no le paramos bolas, vamos a permitir que las mentes inútiles, que son pocas, la lleven al caos.
Debemos pensar con mucha sensibilidad social la situación dramática que se vive para confrontar con la situación económica y empezar a olvidar el tema de elecciones y dedicarnos todos a la gran crisis en salud, para resolver lo más pronto posible. Si no se quiere dicha reforma por inconveniente, empecemos ya por ir buscando soluciones y una que se ve con claridad es iniciar por salvaguardar todos esos recursos políticos electorales, para llevarlos a recursos en salud y buscar con mano muy fuerte la aplicación estricta de la ley y cuando todo se apacigüe, entonces sí, darle salida a unas elecciones para elegir a los cuerdos que puedan enfocar con una reforma política- económica total, que es lo que realmente necesita el país.
Qué fácil es gobernar cuando se quiere a su tierra y su entorno; miren nada más, entre otros, algunos países de Europa por mencionar algún continente, tienen personajes dedicados a trabajar tanto por sus gentes como por su mundo, rodeados siempre por la sensatez del espíritu y de la razón y han dejado a un lado las pasiones aberrantes del poder.
Entonces es hora de escoger: o derrotamos la pandemia o nos jugamos la vida completa con las elecciones para elegir como siempre a los amos de la miseria humana.
Con aplazar las elecciones y otros pequeños temas de despilfarro gubernamental patrocinados por todos los partidos políticos, se estarían recaudando la mitad de lo que se busca con la reforma tributaria actual. Pero la crisis no espera y hay que actuar pronto y estamos en mora como buenos patriotas del concurso de los sensatos, que lo componen la gran mayoría. No nos enfoquemos, ni nos distraigamos, en la lucha pendeja entre ricos y pobres, es hora que trabajemos por la humanidad.
Definitivamente Colombia es un país de politiqueros y los encargados de promover tal situación son los noticieros con periodistas irresponsables de todo tipo que se prestan para encuestas alarmantes sin juicio profesional alguno. Crear la discordia contra el gobierno actual es la misión promovente, pues sienten temor decir la verdad verdadera con respecto a los […]
Definitivamente Colombia es un país de politiqueros y los encargados de promover tal situación son los noticieros con periodistas irresponsables de todo tipo que se prestan para encuestas alarmantes sin juicio profesional alguno.
Crear la discordia contra el gobierno actual es la misión promovente, pues sienten temor decir la verdad verdadera con respecto a los grupos promotores del odio: la extrema izquierda y la extrema derecha. Parece que estuvieran arrodillados ante el poder del dinero, mucho dinero de las instituciones y gobiernos externos que se han dedicado a derrotar la paz por cualquier medio en nuestro país.
Se habla de la crisis económica que podría ocurrir en el país si no se buscan las fórmulas adecuadas para enfrentarla a través de recursos no provenientes de una reforma tributaria.
Se enfocan casi todos en la tal reforma, pero nadie hace un análisis juicioso sobre su conveniencia o inconveniencia; claro se aproximan las elecciones presidenciales y hay unos locos desaforados por el poder, bajo cualquier forma, para después aprovechar, quien lo logre, dar rienda suelta a sus resentimientos concebidos por mucho tiempo atrás, ya que nunca se han dedicado o dedicaron a luchar por la solución de los verdaderos problemas que nos afectan, sino por los odios de unos a otros, temas que les obnubila el pensamiento social.
Valdría la pena investigar por dónde ha empezado la banca rota que se va a presentar y analizar hechos políticos anteriores protagonizados por algunos de los bandos que quieren ostentar el poder de una nación que, si no le paramos bolas, vamos a permitir que las mentes inútiles, que son pocas, la lleven al caos.
Debemos pensar con mucha sensibilidad social la situación dramática que se vive para confrontar con la situación económica y empezar a olvidar el tema de elecciones y dedicarnos todos a la gran crisis en salud, para resolver lo más pronto posible. Si no se quiere dicha reforma por inconveniente, empecemos ya por ir buscando soluciones y una que se ve con claridad es iniciar por salvaguardar todos esos recursos políticos electorales, para llevarlos a recursos en salud y buscar con mano muy fuerte la aplicación estricta de la ley y cuando todo se apacigüe, entonces sí, darle salida a unas elecciones para elegir a los cuerdos que puedan enfocar con una reforma política- económica total, que es lo que realmente necesita el país.
Qué fácil es gobernar cuando se quiere a su tierra y su entorno; miren nada más, entre otros, algunos países de Europa por mencionar algún continente, tienen personajes dedicados a trabajar tanto por sus gentes como por su mundo, rodeados siempre por la sensatez del espíritu y de la razón y han dejado a un lado las pasiones aberrantes del poder.
Entonces es hora de escoger: o derrotamos la pandemia o nos jugamos la vida completa con las elecciones para elegir como siempre a los amos de la miseria humana.
Con aplazar las elecciones y otros pequeños temas de despilfarro gubernamental patrocinados por todos los partidos políticos, se estarían recaudando la mitad de lo que se busca con la reforma tributaria actual. Pero la crisis no espera y hay que actuar pronto y estamos en mora como buenos patriotas del concurso de los sensatos, que lo componen la gran mayoría. No nos enfoquemos, ni nos distraigamos, en la lucha pendeja entre ricos y pobres, es hora que trabajemos por la humanidad.