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Cultura - 26 septiembre, 2023

Las bondades de las migraciones de los pueblos

Un recorrido histórico de muchos apellidos de la región y un reconocimiento a mis tres nietas.

Comunidad de Lagunita, en Manaure, La Guajira.
Comunidad de Lagunita, en Manaure, La Guajira.

Siempre he visto con buenos ojos las bondades que suelen proporcionar las migraciones de los pueblos, tanto internamente como desde otras nacionalidades. Por lo demás, esta ha sido la historia de la humanidad y cada vez nos globalizamos más. 

Lee también: La Nueva Ruta de la Seda

Sí, una inclinación natural del hombre ha sido trashumar. Ahora bien, la población originaria de iberoamérica ha sido poliformica. A finales del siglo XV comenzaron a llegar los descubridores españoles,  quienes más adelante se interesaron en traer mano de obra desde los pueblos africanos. Más tarde,  visitaron nuestra geografía, individuos de paso o se asentaron, familias europeas, en diferentes lugares. 

LLEGARON A LA GUAJIRA Y CESAR

Los territorios que hoy conforman los departamentos de La Guajira y el Cesar les dieron la bienvenida a personas provenientes de aquel continente, desembarcadas en los puertos marítimos del litoral atlántico, especialmente, Cartagena y Barranquilla, y también por los de La Guajira. 

Así llegaron a estas tierras, posteriormente a los tiempos propiamente coloniales, españoles, portugueses, franceses, italianos, holandeses, etc, etc. 

Los ingleses y alemanes arribaron, más bien, por los de Cartagena y Barranquilla, y especialmente, a partir de las dos guerras mundiales. 

Cuántos buenos beneficios para Valledupar y su comarca, han proporcionado desde entonces aquellos migrantes,  cuyos apellidos castellanizados hacen ya  parte de nuestro entorno familiar. 

Para escribir parte  de esta crónica,  me valgo de algunos hallazgos históricos, hechos por la asociación cívica de Valledupar, Aviva, cuya maternidad  corresponde a la nunca bien ponderada coterranea nuestra, doctora Alba Luz Luque de Lommel, a quién me he referido en un pasado escrito mío, la que hizo editar un calendario del año 2023,  memorando la vida ejemplarizante de doce prohombres pioneros de la gesta del desarrollo,  económico y social, de  esta  comarca. No recuerda sino a doce,  porque doce son los meses del año. Pero como sabemos,  son más, propios y extraños. 

Gracias a aquel trabajo de Aviva , comparto con mis lectores alguna información, por ejemplo, sobre don Alois Vincent Gebauer Hanel( en adelante don Luis). Nacido en Checoslovaquia, cuando este país hacía parte de la gran Alemania, apenas comenzado el siglo XX. Se dispone viajar a Colombia y llega a la ciudad de Barranquilla hacia el año 1920, y como para entonces la ruta fluvial del río Magdalena estaba disponible,  sube a través de ella, hasta el puerto de la Dorada y por carretera llega a Bogotá, donde tiene la oportunidad de trabajar en empresas agroindustriales. 

Después de algún tiempo toma la decisión de buscar otros horizontes y desciende desde Bogotá,  nuevamente a La Dorada, y ya conocedor de la ruta del río, se instala en Gamarra, después en El Banco, luego en Chimichagua y finalmente,  se radica en Barranquilla.  

Entre sus vivencias por el interior del país no descuida  su corazón y este le presentó a una hermosa boyacense, en la población de Belén de Cerinza,  de nombre, Visitación( Carmen) Alvarez, con quién contrajo matrimonio, en el año 1943. Sus hijos fueron Federico Guillermo, Hans Otto y Luis Alberto. 

Durante la Segunda Guerra Mundial trabajó como mecánico en el Hotel El Prado de Barranquilla,  en  compañía de su hijo Otto, y por los azares de esa guerra, hubo de escapar de Barranquilla, con tan buena suerte para él y para Valledupar que aquí llegó, donde finalmente plantó  su familia.  Algún ahorro económico tenía que le permitió comprar un carro de carga marca Chevrolet modelo 1947 y se puso a trabajar, junto a los suyos, en reparación de maquinaria agrícola. 

No dejes de leer: Viviana Monsalvo, ¿el futuro político de los Gnecco?

Rápidamente adquirió prestigio por sus buenos trabajos y responsabilidad, de tal manera que pronto logró comprar un terreno de 15  hectáreas, afianzado por los hacendados don Pepe y don Celso Domingo Castro, cuyo documento de adquisición fue elaborado por el jurista Ovidio Palmera Baquero. Ese terreno,  entonces rural y  hoy urbano,  se ubica en las proximidades de lo que llamamos bomba de gasolinas La 15. Allí estableció su taller agroindustrial con  el nombre de Taller Los Alemanes y levantó algunas reses vacunas,  para beneficio de los ganaderos y agricultores de las provincias de Padilla y Valledupar. 

LAS ACTIVIDADES DEL AYER

Recuerdo de niño a esas nobles personas y a su próspero taller,  en compañía de mi padre, Hospicio López Baquero, ganadero prominente. Ese taller aún conserva sus glorias en la supervivencia de su nieto, Otto Gebauer Bruno, cuyas instalaciones se ubican en el kilómetro 12 de la vía Valledupar a Valencia de Jesús. 

Hans Otto Gebauer Alvares se casó con la barranquillera, de ascendencia italiana,  Marietta Bruno Rolón  y procrearon a Giovanny, Evelin, Otto, Grethel,   Fabiana  Gussepina,  quién se casó con mi  hijo,  Rodrigo López Aponte ( apellidos averiguados en otros escritos míos ) y engendraron a Daniela y a Alejandra, cuya condición de nietas comparto con mi esposa, Josefina Aponte López.

Ambas cursaron preescolar en la Fundación Colegio Bilingüe, de Valledupar, y  bachillerato  en el colegio Gimnasio del Norte, de Valledupar.  Daniela se graduó de médico en la Fundación Universitaria Juan N. Corpas, en Bogotá. Hizo su año rural de médico en el Hospital Rosario Pumarejo de López, de Valledupar y posteriormente,  ejerció como ginecóloga y obstetra, en la Clínica del Cesar, de Valledupar. 

En su condición de descendiente de su bisabuelo, don Luis, ha visitado algunas veces el país de su antepasado paterno, y desde hace 3 años reside allí, en la ciudad norteña de Ittelkill, cursando estudios médicos, especializados, en  ginecología y obstetricia, actualmente adelanta estudios y prácticas en un instituto denominado Ärztehaus,  frauenarztpraxis Doris Book, en la ciudad antes nombrada.  Alejandra está próxima a graduarse de socióloga en la Universidad Popular del Cesar, el próximo 29 de septiembre. 

OTRAS FAMILIAS

Por cuanto a otros parentescos por afinidad, debo traer a colación a la familia Gnecco Cerchiario (castellanizados). Algunos miembros de estos apellidos arribaron a Colombia a través de los puertos marítimos de La Guajira, hacia el siglo XIX, y algunos discurrieron con destino a Valledupar,  Santa Marta  y otros a Bogotá. 

Sus antepasados provenían de dos regiones italianas, caracterizadas por su talante de comerciantes, favorecidas por sus tradiciones de navegantes, al norte, Génova y  Venecia, y al sur, La Puglia y Calabria, arriba y abajo, comunicadas por el mar Adriatico. 

Por tanto, se puede suponer que a algunas personas de aquellas comarcas les resultara interesante decidir viajes hacia tierras lejanas y sea ese  el motivo por el cual hoy día hagan parte de nuestra nacionalidad. Por las calendas del siglo XIII un paisano suyo, Marco Polo, se aventuró a viajar por las tierras lejanas del Oriente, por las distintas vías de La Ruta de la Seda, llamadas así posteriormente, cuyas narraciones están compiladas en su libro ‘Los Viajes de Marcopolo’. 

De esta manera, había sentado los precedentes de un experto navegante y caminante. Pero además, es necesario decir que no hay italiano que no sea político y su coterraneo florentino, Nicolas Maquiavelo, considerado el más agudo filósofo  político del Renacimiento, escribió a comienzos del siglo XVI, su libro,  ‘El Príncipe’, considerándose, las mejores planas escritas de todas las épocas. 

Para la relación familiar que me interesa, tomo como cabeza de familia a don Lucas  Gnecco Navas, cuya señora esposa fue Elvia Cerchar Gómez, a quienes siempre traté con respeto y conformaron una numerosa familia, laboriosa y política.

ORIGEN DE LOS GNECCO

Don Lucas Gnecco Navas procreó con la señora Gala Dominga Carrillo Levete a Miguel Gnecco Carrillo, quién hizo hogar con la señora Genith Cerchiario  Diaz y  tuvieron cuatro hijos,  Lucas Miguel, Mayela, José Jorge ( q.e. p. d.) y Juan Jaime, quién se casó con mi hija, Margarita Lucía López Aponte  y nació la única hija de esta, Paula Margarita Gnecco López.  

Te puede interesar: ¿Se derrumbará la dirigencia política del Cesar?

Abogada,  cuya edad va con el siglo de la Universidad Nuestra Señora del Rosario, miembro y líder del resguardo indígena wayuu de Trupiogacho, Barrancas, La Guajira. Desde corta edad mostró interés en el ámbito social y ha podido adelantar a lo largo y ancho del departamento de La Guajira, actividades atinentes. 

Actualmente está vinculada a la Empresa de Servicios Públicos de La Guajira ESEPGUA S.A ESP. En el mes de enero iniciará  especialización en contratación estatal y  Gestión en Liderazgo Social. Su tesis la realizó en el Sistema Normativo Wayuu. 

MIS TRES NIETAS

A mis tres nietas les pido y deseo, no dejar de capacitarse en sus respectivas profesiones y con ellas servir honestamente a la humanidad. 

Tengo dos nietos, llegando a la edad de 11 años, con un magnífico aporte de ascendencia santandereana–alemana. Más mayores, también les dedicaré una memoria escrita, para comprometerlos con la sociedad donde vivan. 

POR RODRIGO LÓPEZ BARROS/ ESPECIAL PARA EL PILÓN.

Cultura
26 septiembre, 2023

Las bondades de las migraciones de los pueblos

Un recorrido histórico de muchos apellidos de la región y un reconocimiento a mis tres nietas.


Comunidad de Lagunita, en Manaure, La Guajira.
Comunidad de Lagunita, en Manaure, La Guajira.

Siempre he visto con buenos ojos las bondades que suelen proporcionar las migraciones de los pueblos, tanto internamente como desde otras nacionalidades. Por lo demás, esta ha sido la historia de la humanidad y cada vez nos globalizamos más. 

Lee también: La Nueva Ruta de la Seda

Sí, una inclinación natural del hombre ha sido trashumar. Ahora bien, la población originaria de iberoamérica ha sido poliformica. A finales del siglo XV comenzaron a llegar los descubridores españoles,  quienes más adelante se interesaron en traer mano de obra desde los pueblos africanos. Más tarde,  visitaron nuestra geografía, individuos de paso o se asentaron, familias europeas, en diferentes lugares. 

LLEGARON A LA GUAJIRA Y CESAR

Los territorios que hoy conforman los departamentos de La Guajira y el Cesar les dieron la bienvenida a personas provenientes de aquel continente, desembarcadas en los puertos marítimos del litoral atlántico, especialmente, Cartagena y Barranquilla, y también por los de La Guajira. 

Así llegaron a estas tierras, posteriormente a los tiempos propiamente coloniales, españoles, portugueses, franceses, italianos, holandeses, etc, etc. 

Los ingleses y alemanes arribaron, más bien, por los de Cartagena y Barranquilla, y especialmente, a partir de las dos guerras mundiales. 

Cuántos buenos beneficios para Valledupar y su comarca, han proporcionado desde entonces aquellos migrantes,  cuyos apellidos castellanizados hacen ya  parte de nuestro entorno familiar. 

Para escribir parte  de esta crónica,  me valgo de algunos hallazgos históricos, hechos por la asociación cívica de Valledupar, Aviva, cuya maternidad  corresponde a la nunca bien ponderada coterranea nuestra, doctora Alba Luz Luque de Lommel, a quién me he referido en un pasado escrito mío, la que hizo editar un calendario del año 2023,  memorando la vida ejemplarizante de doce prohombres pioneros de la gesta del desarrollo,  económico y social, de  esta  comarca. No recuerda sino a doce,  porque doce son los meses del año. Pero como sabemos,  son más, propios y extraños. 

Gracias a aquel trabajo de Aviva , comparto con mis lectores alguna información, por ejemplo, sobre don Alois Vincent Gebauer Hanel( en adelante don Luis). Nacido en Checoslovaquia, cuando este país hacía parte de la gran Alemania, apenas comenzado el siglo XX. Se dispone viajar a Colombia y llega a la ciudad de Barranquilla hacia el año 1920, y como para entonces la ruta fluvial del río Magdalena estaba disponible,  sube a través de ella, hasta el puerto de la Dorada y por carretera llega a Bogotá, donde tiene la oportunidad de trabajar en empresas agroindustriales. 

Después de algún tiempo toma la decisión de buscar otros horizontes y desciende desde Bogotá,  nuevamente a La Dorada, y ya conocedor de la ruta del río, se instala en Gamarra, después en El Banco, luego en Chimichagua y finalmente,  se radica en Barranquilla.  

Entre sus vivencias por el interior del país no descuida  su corazón y este le presentó a una hermosa boyacense, en la población de Belén de Cerinza,  de nombre, Visitación( Carmen) Alvarez, con quién contrajo matrimonio, en el año 1943. Sus hijos fueron Federico Guillermo, Hans Otto y Luis Alberto. 

Durante la Segunda Guerra Mundial trabajó como mecánico en el Hotel El Prado de Barranquilla,  en  compañía de su hijo Otto, y por los azares de esa guerra, hubo de escapar de Barranquilla, con tan buena suerte para él y para Valledupar que aquí llegó, donde finalmente plantó  su familia.  Algún ahorro económico tenía que le permitió comprar un carro de carga marca Chevrolet modelo 1947 y se puso a trabajar, junto a los suyos, en reparación de maquinaria agrícola. 

No dejes de leer: Viviana Monsalvo, ¿el futuro político de los Gnecco?

Rápidamente adquirió prestigio por sus buenos trabajos y responsabilidad, de tal manera que pronto logró comprar un terreno de 15  hectáreas, afianzado por los hacendados don Pepe y don Celso Domingo Castro, cuyo documento de adquisición fue elaborado por el jurista Ovidio Palmera Baquero. Ese terreno,  entonces rural y  hoy urbano,  se ubica en las proximidades de lo que llamamos bomba de gasolinas La 15. Allí estableció su taller agroindustrial con  el nombre de Taller Los Alemanes y levantó algunas reses vacunas,  para beneficio de los ganaderos y agricultores de las provincias de Padilla y Valledupar. 

LAS ACTIVIDADES DEL AYER

Recuerdo de niño a esas nobles personas y a su próspero taller,  en compañía de mi padre, Hospicio López Baquero, ganadero prominente. Ese taller aún conserva sus glorias en la supervivencia de su nieto, Otto Gebauer Bruno, cuyas instalaciones se ubican en el kilómetro 12 de la vía Valledupar a Valencia de Jesús. 

Hans Otto Gebauer Alvares se casó con la barranquillera, de ascendencia italiana,  Marietta Bruno Rolón  y procrearon a Giovanny, Evelin, Otto, Grethel,   Fabiana  Gussepina,  quién se casó con mi  hijo,  Rodrigo López Aponte ( apellidos averiguados en otros escritos míos ) y engendraron a Daniela y a Alejandra, cuya condición de nietas comparto con mi esposa, Josefina Aponte López.

Ambas cursaron preescolar en la Fundación Colegio Bilingüe, de Valledupar, y  bachillerato  en el colegio Gimnasio del Norte, de Valledupar.  Daniela se graduó de médico en la Fundación Universitaria Juan N. Corpas, en Bogotá. Hizo su año rural de médico en el Hospital Rosario Pumarejo de López, de Valledupar y posteriormente,  ejerció como ginecóloga y obstetra, en la Clínica del Cesar, de Valledupar. 

En su condición de descendiente de su bisabuelo, don Luis, ha visitado algunas veces el país de su antepasado paterno, y desde hace 3 años reside allí, en la ciudad norteña de Ittelkill, cursando estudios médicos, especializados, en  ginecología y obstetricia, actualmente adelanta estudios y prácticas en un instituto denominado Ärztehaus,  frauenarztpraxis Doris Book, en la ciudad antes nombrada.  Alejandra está próxima a graduarse de socióloga en la Universidad Popular del Cesar, el próximo 29 de septiembre. 

OTRAS FAMILIAS

Por cuanto a otros parentescos por afinidad, debo traer a colación a la familia Gnecco Cerchiario (castellanizados). Algunos miembros de estos apellidos arribaron a Colombia a través de los puertos marítimos de La Guajira, hacia el siglo XIX, y algunos discurrieron con destino a Valledupar,  Santa Marta  y otros a Bogotá. 

Sus antepasados provenían de dos regiones italianas, caracterizadas por su talante de comerciantes, favorecidas por sus tradiciones de navegantes, al norte, Génova y  Venecia, y al sur, La Puglia y Calabria, arriba y abajo, comunicadas por el mar Adriatico. 

Por tanto, se puede suponer que a algunas personas de aquellas comarcas les resultara interesante decidir viajes hacia tierras lejanas y sea ese  el motivo por el cual hoy día hagan parte de nuestra nacionalidad. Por las calendas del siglo XIII un paisano suyo, Marco Polo, se aventuró a viajar por las tierras lejanas del Oriente, por las distintas vías de La Ruta de la Seda, llamadas así posteriormente, cuyas narraciones están compiladas en su libro ‘Los Viajes de Marcopolo’. 

De esta manera, había sentado los precedentes de un experto navegante y caminante. Pero además, es necesario decir que no hay italiano que no sea político y su coterraneo florentino, Nicolas Maquiavelo, considerado el más agudo filósofo  político del Renacimiento, escribió a comienzos del siglo XVI, su libro,  ‘El Príncipe’, considerándose, las mejores planas escritas de todas las épocas. 

Para la relación familiar que me interesa, tomo como cabeza de familia a don Lucas  Gnecco Navas, cuya señora esposa fue Elvia Cerchar Gómez, a quienes siempre traté con respeto y conformaron una numerosa familia, laboriosa y política.

ORIGEN DE LOS GNECCO

Don Lucas Gnecco Navas procreó con la señora Gala Dominga Carrillo Levete a Miguel Gnecco Carrillo, quién hizo hogar con la señora Genith Cerchiario  Diaz y  tuvieron cuatro hijos,  Lucas Miguel, Mayela, José Jorge ( q.e. p. d.) y Juan Jaime, quién se casó con mi hija, Margarita Lucía López Aponte  y nació la única hija de esta, Paula Margarita Gnecco López.  

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Abogada,  cuya edad va con el siglo de la Universidad Nuestra Señora del Rosario, miembro y líder del resguardo indígena wayuu de Trupiogacho, Barrancas, La Guajira. Desde corta edad mostró interés en el ámbito social y ha podido adelantar a lo largo y ancho del departamento de La Guajira, actividades atinentes. 

Actualmente está vinculada a la Empresa de Servicios Públicos de La Guajira ESEPGUA S.A ESP. En el mes de enero iniciará  especialización en contratación estatal y  Gestión en Liderazgo Social. Su tesis la realizó en el Sistema Normativo Wayuu. 

MIS TRES NIETAS

A mis tres nietas les pido y deseo, no dejar de capacitarse en sus respectivas profesiones y con ellas servir honestamente a la humanidad. 

Tengo dos nietos, llegando a la edad de 11 años, con un magnífico aporte de ascendencia santandereana–alemana. Más mayores, también les dedicaré una memoria escrita, para comprometerlos con la sociedad donde vivan. 

POR RODRIGO LÓPEZ BARROS/ ESPECIAL PARA EL PILÓN.