La gran conclusión que salió del estudio del Banco Interamericano de Desarrollo es quizás la noticia más triste para esta región, nuestra masa montañosa mítica e incomparable con una gran riqueza natural, considerada el centro del universo, según nuestros ancestros indígenas, agoniza. Me duele mucho porque la Sierra es lo que somos y por lo […]
La gran conclusión que salió del estudio del Banco Interamericano de Desarrollo es quizás la noticia más triste para esta región, nuestra masa montañosa mítica e incomparable con una gran riqueza natural, considerada el centro del universo, según nuestros ancestros indígenas, agoniza. Me duele mucho porque la Sierra es lo que somos y por lo que vivimos, su grandeza radica en un gran potencial de nieves perpetuas y arrecifes coralinos. La surcan 35 ríos, alberga más de 380 lagunas con una de las mayores ofertas hídricas del planeta, es el ecosistema con la mayor concentración de mamíferos, aves, peces y anfibios amenazados en el mundo. No quiero ni pensar que sería de la parte Guajira sin los ríos Don Diego, Palomino, Jerez, Ranchería o la zona del Magdalena sin el rio Aracataca, Fundación o Ariguaní, que tal el Cesar sin los ríos Badillo, Guatapurí o Cesar, también están en peligro nuestras etnias koguis, arhuacos, wiwas y kankuamos que durante siglos han logrado sobrevivir a todas las dificultades, pero lo del cambio climático sí que los pone en jaque.
El problema es que no está cayendo nieve y los nevados son la fábrica de agua de esta región y si se acaban peligra el abastecimiento y por lo tanto nuestra subsistencia en mediano futuro, los datos son funestos, a finales del XIX había más de 83 km2 de masa glaciar, hoy solo quedan 6,7 km2 y para colmo en el último año la Sierra perdió 5,5 km2 de masa glaciar, superando la pérdida del promedio nacional, como quien dice es el peor punto en Colombia. Es cierto que es un tema mundial por los gases efecto invernadero y que las grandes potencias no quieren atender, pero también atañe a nosotros concientizarnos del problema para tomar correctivos con acciones concretas entre autoridades regionales, etnias, comunidades, corporaciones ambientales y gobierno nacional, el mayor responsable de la crisis, que tiene el sector ambiental abandonado y se presentan tragedias como la de Mocoa, donde lamentablemente se perdieron más de 250 vidas por no tomar previsiones a tiempo.
No es para ser apocalípticos, es la verdad que algunos no quieren comprender especialmente nuestros dirigentes que ni si quiera se pronunciaron ante tal calamidad y ni les pareció la noticia algo importante, ningún gobernador de los tres departamentos dijo nada, menos los alcaldes, pero peor el Ministro del Medio Ambiente que visitó el Cesar y tampoco habló al respecto, como dicen en el interior, estamos en la inmunda. Es un tema verdaderamente serio que supera a nuestra dirigencia local, no sabemos qué espera el Gobierno Nacional para articular políticas verdaderas y enfrentar el problema, se necesita con urgencia un Conpes sobre cambio climático, hay que invitar científicos internacionales y poner el tema en la agenda global, realizar foros e investigar más para buscar soluciones de fondo, solo paños de agua tibia que han sido devorados por la corrupción presente en todas las esferas del Estado. Es hora de actuar y pronto porque la Sierra agoniza y el regalo que le dejemos a las nuevas generaciones puede ser un futuro sin agua y sin especies.
Por Jacobo Solano
La gran conclusión que salió del estudio del Banco Interamericano de Desarrollo es quizás la noticia más triste para esta región, nuestra masa montañosa mítica e incomparable con una gran riqueza natural, considerada el centro del universo, según nuestros ancestros indígenas, agoniza. Me duele mucho porque la Sierra es lo que somos y por lo […]
La gran conclusión que salió del estudio del Banco Interamericano de Desarrollo es quizás la noticia más triste para esta región, nuestra masa montañosa mítica e incomparable con una gran riqueza natural, considerada el centro del universo, según nuestros ancestros indígenas, agoniza. Me duele mucho porque la Sierra es lo que somos y por lo que vivimos, su grandeza radica en un gran potencial de nieves perpetuas y arrecifes coralinos. La surcan 35 ríos, alberga más de 380 lagunas con una de las mayores ofertas hídricas del planeta, es el ecosistema con la mayor concentración de mamíferos, aves, peces y anfibios amenazados en el mundo. No quiero ni pensar que sería de la parte Guajira sin los ríos Don Diego, Palomino, Jerez, Ranchería o la zona del Magdalena sin el rio Aracataca, Fundación o Ariguaní, que tal el Cesar sin los ríos Badillo, Guatapurí o Cesar, también están en peligro nuestras etnias koguis, arhuacos, wiwas y kankuamos que durante siglos han logrado sobrevivir a todas las dificultades, pero lo del cambio climático sí que los pone en jaque.
El problema es que no está cayendo nieve y los nevados son la fábrica de agua de esta región y si se acaban peligra el abastecimiento y por lo tanto nuestra subsistencia en mediano futuro, los datos son funestos, a finales del XIX había más de 83 km2 de masa glaciar, hoy solo quedan 6,7 km2 y para colmo en el último año la Sierra perdió 5,5 km2 de masa glaciar, superando la pérdida del promedio nacional, como quien dice es el peor punto en Colombia. Es cierto que es un tema mundial por los gases efecto invernadero y que las grandes potencias no quieren atender, pero también atañe a nosotros concientizarnos del problema para tomar correctivos con acciones concretas entre autoridades regionales, etnias, comunidades, corporaciones ambientales y gobierno nacional, el mayor responsable de la crisis, que tiene el sector ambiental abandonado y se presentan tragedias como la de Mocoa, donde lamentablemente se perdieron más de 250 vidas por no tomar previsiones a tiempo.
No es para ser apocalípticos, es la verdad que algunos no quieren comprender especialmente nuestros dirigentes que ni si quiera se pronunciaron ante tal calamidad y ni les pareció la noticia algo importante, ningún gobernador de los tres departamentos dijo nada, menos los alcaldes, pero peor el Ministro del Medio Ambiente que visitó el Cesar y tampoco habló al respecto, como dicen en el interior, estamos en la inmunda. Es un tema verdaderamente serio que supera a nuestra dirigencia local, no sabemos qué espera el Gobierno Nacional para articular políticas verdaderas y enfrentar el problema, se necesita con urgencia un Conpes sobre cambio climático, hay que invitar científicos internacionales y poner el tema en la agenda global, realizar foros e investigar más para buscar soluciones de fondo, solo paños de agua tibia que han sido devorados por la corrupción presente en todas las esferas del Estado. Es hora de actuar y pronto porque la Sierra agoniza y el regalo que le dejemos a las nuevas generaciones puede ser un futuro sin agua y sin especies.
Por Jacobo Solano