Un equipo de profesionales integrado por un ingeniero forestal, dos ingenieros ambientales y un periodista iniciaron un trabajo de identificación de los árboles patrimoniales de Valledupar. 

A dicha categoría pertenecen todos aquellos árboles que han acompañado a los vallenatos por varias generaciones, son centenarios, corpulentos, apreciados por la ciudadanía, la fauna y por otros individuos vegetales.

En ese trabajo visitaron todos los sitios en donde se encontraban los postulados árboles patrimoniales, conversaron con sus vecinos humanos y registraron completamente toda su estructura corporal, iniciando con el ‘Palo de mango’ de la plaza Alfonso López Michelsen.

LA LISTA PATRIMONIAL

En total, los investigadores encontraron 9 árboles con las cualidades para ser declarados patrimoniales. El primero y más histórico fue el árbol de mango, ubicado en la plaza Alfonso López. Tres de los nueve patrimoniales son ceibas: el que está ubicado en la Glorieta Los Músicos; el árbol de ceiba ubicado en la entrada a consulta externa del Hospital Rosario Pumarejo de López, y uno que está en La Nevada.

El quinto árbol identificado como patrimonial es un  ‘algarrobillo’ (Samanea saman) ubicado en el Parque Santana, frente a urgencias del Instituto Cardiovascular del Cesar. También están los tres frondosos cauchos – higuerón ubicados en el edificio de la Gobernación del Cesar, fachada edificio Alfonso López hacen parte de esta lista.

Y el último identificado es un ‘arboleda de algarrobillos’ (Samanea saman), ubicado en el parque Los Algarrobillos. 

Todos estos árboles tienen más de 60 años de haber sido sembrados y pertenecen al ecosistema bosque seco tropical; el mango es una especie naturalizada, originaria de la India; el caucho fue introducido de otro lugar de Colombia y el resto de especies objeto de estudio son nativas de este territorio. 

Gracias a un análisis, los investigadores encontraron que los árboles presentan una variedad de problemas fitosanitarios, como presencia de plagas, enfermedades, lesiones, mal manejo de podas y en otros casos la falta de estas, lo que ha ocasionado que los árboles no crezcan adecuadamente, presenten desnutrición y/o se mueran.

Por eso, el periodista Martín Elías Mendoza, quien lideró la investigación para su grado como magíster, propuso un plan de manejo, que a la vez implicaba una declaratoria de los árboles patrimoniales. Dicho plan tendría un costo de $22 millones, el cual lo asumiría la Alcaldía de Valledupar. 

PROMESA INCUMPLIDA

En medio de la quinta versión del foro ‘Hablemos del árbol’, organizado por el diario EL PILÓN en el 2022, el periodista Martín Elías Mendoza presentó los resultados de la investigación y la Alcaldía de Valledupar se comprometió a realizar una declaratoria de árboles patrimoniales. 

Han pasado más de 2 años desde aquel compromiso de la Secretaría de Desarrollo Económico y Medio Ambiente y no hay ningún avance. Esta declaratoria permitía iniciar un plan de manejo para atender las enfermedades y plagas que padecen estas especies, representativas para la ciudad.

Los investigadores esperan que la nueva administración que inició el pasado primero de enero, cumpla esta promesa a los árboles patrimoniales antes de que mueran por falta de atención. 

ÁRBOLES ENFERMOS

De acuerdo con una información manejada desde la Alcaldía de Valledupar en la actualización del PGIR, por lo menos el 30 % de la arborización en la capital del Cesar está en buenas condiciones, mientras que un 70 % presenta afectaciones debido a que la mayoría ya cumplió su ciclo, de los más de cien mil árboles presentes en la ciudad. Aunque este dato anterior es el oficial, el gremio de arbolistas e ingenieros forestales consideran que la cifra se queda corta para la realidad y lo complejo del asunto.

Por Deivis Caro