Este es un nuevo trastorno alimenticio que ha dado la vuelta al mundo y que en Valledupar se ha propagado.
El afán de estar delgado y sentirse “bien”, ha hecho que muchas personas consuman de una manera obsesiva alimentos que ellos consideran sanos, creándose una idea de alimentación estrictamente saludable, pero que en realidad termina convirtiéndose en una enfermedad.
Los beneficios atribuidos a los jugos verdes y comidas baja en grasas, que recomiendan algunas páginas en internet, parecen algo inofensivo para el cuerpo pero los especialistas aclaran que estas prácticamente aparentemente saludables pueden resultar nocivas si hay excesos.
Rubén Bravo, especialista en Nutrición del Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO), dio a conocer en una entrevista para el periódico El País, que la persona que padece ortorexia desarrolla un control exhaustivo y cada vez más estricto de los compontes de los alimentos, procura ingerir solo comida orgánica, vegetal, no tratada con fertilizantes, sin conservantes, ni grasas saturadas.
Por su parte, Alejandro Córdoba, propietario de Artesano, el primer restaurante de comida vegana en Valledupar, asegura que su negocio va dirigido a varios tipos de personas.
“Primero apunta personas que ya consumían comida veganas, el segundo va dirigido para aquellos consumidores que tengan alguna patología que le exija cambiar su estilo de alimentación y el tercero, para el que siempre he apuntado, a los jóvenes, para que a través de las comidas rápidas que ofrece en Artesano puedan cambiar un poco su hábito alimenticio”, precisó.
En Valledupar la mayoría de consumidores de comida vegana son quienes van a gimnasio y prefieren las comidas rápidas no convencionales, como las que ofrece Artesano con quesos, leches, panes y galletas integrales.
¿Y cuál es el problema?
La dieta del ortoréxico en realidad puede ser poco saludable. Los problemas nutricionales dependen de la dieta específica que la persona se ha impuesto a sí misma. Los problemas sociales son evidentes. Un ortoréxico a menudo puede estar aislado socialmente, ya que planea su vida alrededor de la comida. Es posible que tenga poco espacio en la vida para otra cosa. Los ortoréxicos pierden la capacidad de comer intuitivamente – a saber cuando tienen hambre, la cantidad que necesitan, y cuando están llenos. El ortoréxico nunca aprende a comer de forma natural.
¿A quién afecta?
La ortorexia afecta principalmente a mujeres, adolescentes y deportistas, sobre todo, quienes practican fisioculturismo. Alternan estados de euforia con otros de ansiedad. Y experimentan una falsa autoestima, basada en un sentimiento de superioridad basado en la idea de que su modo de vida es mejor que el del resto.
Por Sara Maestre Díaz Granados
Este es un nuevo trastorno alimenticio que ha dado la vuelta al mundo y que en Valledupar se ha propagado.
El afán de estar delgado y sentirse “bien”, ha hecho que muchas personas consuman de una manera obsesiva alimentos que ellos consideran sanos, creándose una idea de alimentación estrictamente saludable, pero que en realidad termina convirtiéndose en una enfermedad.
Los beneficios atribuidos a los jugos verdes y comidas baja en grasas, que recomiendan algunas páginas en internet, parecen algo inofensivo para el cuerpo pero los especialistas aclaran que estas prácticamente aparentemente saludables pueden resultar nocivas si hay excesos.
Rubén Bravo, especialista en Nutrición del Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO), dio a conocer en una entrevista para el periódico El País, que la persona que padece ortorexia desarrolla un control exhaustivo y cada vez más estricto de los compontes de los alimentos, procura ingerir solo comida orgánica, vegetal, no tratada con fertilizantes, sin conservantes, ni grasas saturadas.
Por su parte, Alejandro Córdoba, propietario de Artesano, el primer restaurante de comida vegana en Valledupar, asegura que su negocio va dirigido a varios tipos de personas.
“Primero apunta personas que ya consumían comida veganas, el segundo va dirigido para aquellos consumidores que tengan alguna patología que le exija cambiar su estilo de alimentación y el tercero, para el que siempre he apuntado, a los jóvenes, para que a través de las comidas rápidas que ofrece en Artesano puedan cambiar un poco su hábito alimenticio”, precisó.
En Valledupar la mayoría de consumidores de comida vegana son quienes van a gimnasio y prefieren las comidas rápidas no convencionales, como las que ofrece Artesano con quesos, leches, panes y galletas integrales.
¿Y cuál es el problema?
La dieta del ortoréxico en realidad puede ser poco saludable. Los problemas nutricionales dependen de la dieta específica que la persona se ha impuesto a sí misma. Los problemas sociales son evidentes. Un ortoréxico a menudo puede estar aislado socialmente, ya que planea su vida alrededor de la comida. Es posible que tenga poco espacio en la vida para otra cosa. Los ortoréxicos pierden la capacidad de comer intuitivamente – a saber cuando tienen hambre, la cantidad que necesitan, y cuando están llenos. El ortoréxico nunca aprende a comer de forma natural.
¿A quién afecta?
La ortorexia afecta principalmente a mujeres, adolescentes y deportistas, sobre todo, quienes practican fisioculturismo. Alternan estados de euforia con otros de ansiedad. Y experimentan una falsa autoestima, basada en un sentimiento de superioridad basado en la idea de que su modo de vida es mejor que el del resto.
Por Sara Maestre Díaz Granados