El crecimiento progresivo de la población de Valledupar significó también una mayor presión sobre el relleno sanitario. De las 300 toneladas, en promedio, que ingresaban hace diez años, la ciudad pasó a botar en el relleno sanitario Los Corazones alrededor de 500 toneladas de residuos diarios que recogen por toda la ciudad los operadores del aseo.

La vida útil del relleno está hasta el 2028: nueve años más de disposición de residuos. Sin embargo, las autoridades del sector urgen empezar a replantear el asunto y no enviar todo en el carro recolector.

“Lo que se debe empezar es a implementar un tema de aprovechamiento desde la fuente, separarlas desde la casa antes que llegue al carro recolector. Una vez llegan los residuos al carro, no se puede hacer nada”, señaló Bissmarck Pedrozo, director del relleno sanitario Los Corazones, el cual recibe los residuos netamente ordinarios provenientes de Valledupar, Codazzi, La Paz, Villanueva, Pueblo Bello y algunas empresas particulares de Valledupar, como los residuos de las podas de Electricaribe.

EXTENDER LA VIDA

La posibilidad en Valledupar, según las cifras oficiales, de aprovechar una parte de lo que llega al relleno alcanza el 20 %. Esto es, de las 500 toneladas en promedio que recibe el relleno, alrededor de 100, entre cartón, papel y plástico, se pueden reciclar. El problema, aseguran ambientalistas, es que no están todas las herramientas para separar desde la fuente.

“(Debemos) asumir nuestra responsabilidad con el planeta. Darnos cuenta del impacto ambiental que ocasionamos para así reducir el impacto reciclando los residuos que sean recuperables. (Pero) no existen las herramientas ni la cultura ambiental para gestionar de forma adecuada los residuos recuperables. Falta mucha educación ambiental”, señaló Luis Maestre, ambientalista.

Respuesta similar a las personas consultadas en las calles. “Pues no ves ningún punto limpio cerca. Los que hay en la ciudad, casi todos son de empresas privadas”, argumenta Diego Cárdenas, quien agrega que “más que difícil separar el problema es que la gente no conoce por qué lo deben hacer”.

En ese sentido, según el director de la Corporación Autónoma Regional del Cesar, Corpocesar, Julio Suárez, “la política que se emprendió fue dictar charlas en instituciones educativas y distintos sectores de la comunidad. De allí que en el año 2018 se realizaron más de 247 charlas. En el 2019 se ha participado en más de 140 charlas”.

EMPEZAR DESDE YA

El relleno sanitario Los Corazones inició trabajos en el año 2000. Ubicado a siete kilómetros sobre la vía que comunica a Valledupar con Patillal, lleva 19 años de estar operando y debe su nombre por la cercanía con el corregimiento de Los Corazones.

La primera licencia consiste en un área de relleno de 17 hectáreas, pero con una proyección para ampliarlo a 30 hectáreas. “Cuando vas a trabajar un relleno, proyectas una licencia y eso te dice, por ejemplo, el relleno de Valledupar, de acuerdo a las proyecciones que se hicieron en el 2000, se dijo que tendría unan capacidad de recibir 2.776.365 toneladas y hasta la fecha nosotros tenemos una capacidad de alrededor de 894.000 toneladas”, agregó Bissmarck Pedrozo, director del relleno sanitario Los Corazones.

Los nueve años de vida útil del relleno significan una capacidad remanente de 835.373 metros cúbicos para recibir residuos sólidos, según las proyecciones realizadas en la primera licencia. En promedio, una persona puede estar generando entre 0,6 o 07 kilogramos de residuos diarios, principalmente residuos orgánicos.

“Si empezamos a reciclar ahora parte de ese 20 % con una proyección de 25 años podríamos alargar la vida útil del relleno hasta 30 años. Tendremos menores toneladas, no porque no ingresen, sino que porque se está aprovechando y reciclando”, concluye el director del relleno sanitario.

DEIVIS CARO/ EL PILÓN
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