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Informes Especiales - 3 octubre, 2017

Al relleno sanitario de Valledupar le quedan 11 años de uso

Aunque las toneladas de basuras que llegan al relleno sanitario Los Corazones han aumentado significativamente, este lugar aún tiene capacidad ambiental para recibir los residuos sólidos de Valledupar y otros municipios.

Al relleno sanitario Los Corazones, ubicado en la vía que conduce de Valledupar al corregimiento de Patillal, le llegan los residuos sólidos de los 445 mil habitantes que tiene Valledupar, además de municipios como Codazzi, La paz, Pueblo Bello, Manaure y San Diego.

La capacidad total de este lugar es de 2.700.000 toneladas y la capacidad remanente que tiene en estos momentos está por orden de 1.080.000, quedándole unos 11 años aproximadamente de vida útil.

El relleno cuenta con un área licenciada por la Corporación Autónoma Regional del Cesar, Corpocesar, y el Ministerio del Medio Ambiente. El primer permiso fue otorgado en 1999, pero antes de cumplirse el plazo para terminar la autorización concedida a la concesión Interaseo S.A. E.S.P., se le extendió el plazo.

Inicialmente, en el lugar solo se depositaban los residuos de Valledupar, pero con la ampliación de la licencia ambiental pasó a ser regional, recibiendo así las basuras de varios municipios. El aumento poblacional hace además que cada año se recolecten más residuos.

Sólo la capital del Cesar produce 11.800 toneladas aproximadamente de manera mensual y unas 450 toneladas por día. Sin embargo, la situación de la población flotante que se encuentra en la ciudad ha hecho que se genere un aumento en la cantidad de basuras, pero según el gerente de Aseo del Norte, Cristián Martelo, ese aumento estaba previsto al momento de realizar los estudios de impacto ambiental.

“El tema del relleno sanitario en Valledupar está de conformidad con los términos de la licencia ambiental. Si bien es cierto ha habido un aumento significativo en toneladas de residuos provenientes de la actividad domiciliaria de la ciudad; eso no ha afectado la proyección de las toneladas determinadas por la licencia ambiental”, expresó el funcionario.

Además aseguró que aunque la vida útil que le resta al relleno sanitario es de aproximadamente 11 años, el lugar tiene una zona de expansión que permite aumentar un poco más en la capacidad de acopio; eso significa que el relleno no solamente estaría licenciado hasta el 2028 sino que se podría extender un poco más, dependiendo de los estudios y análisis que se hagan a nivel de impacto ambiental.

Falencias en la disposición de residuos

Aunque al relleno sanitario le queda larga vida para seguir cumpliendo con su objetivo, la Contraloría Municipal reveló que en la disposición de residuos sólidos se han encontrado algunas falencias que pueden generar daños al medio ambiente.

En una auditoria realizada por el ente de control, se determinó que se vulnera todo lo relacionado con el título F del sector de aseo, reglamento de agua potable y sanitario básico (RAS). Este establece los criterios básicos y las buenas prácticas técnicas de ingeniería que deben reunir los diferentes procesos involucrados en el sistema de aseo urbano que se desarrollen en el país, con el fin de prevenir, minimizar y mitigar los posibles impactos en la salud pública y en el medio ambiente, que pueden ser originados desde la generación de los residuos, en el tratamiento de fracciones de los mismos, hasta su disposición final.

“Por ejemplo no hay aprovechamiento de los residuos, todos son depositados en las celdas, las piscinas de lixiviados están que se rebosan, la mayor parte del área del costado oriental del domo se encuentran descubiertas, en la última terraza encontramos residuos sin compactar. Hay presencia de aves carroñeras de tal suerte que aquí también debe enderezar Emdupar la supervisión a este contrato con Interaseo”, dijo el contralor Omar Contreras.

El contrato para la recolección de residuos en Valledupar se realizó con Emdupar, que es societario de la empresa que opera el relleno, y Corpocesar entra como dador en el proceso de licencia del aprovechamiento del terreno.

De esta manera el gerente de la Empresa de Servicios Públicos de Valledupar, Armando Cuello Daza, dijo que de conformidad con lo revelado por la Contraloría Municipal, el sistema de disposición final del municipio fue diseñado bajo los parámetros establecidos por el reglamento RAS para sistemas sin aprovechamiento.

“El título F del reglamento establece en sus numerales, válida la disposición final de residuos sin actividad de aprovechamiento, por tanto no se estaría vulnerando. Respecto al tema de las piscinas se viene haciendo recirculación diariamente con el fin de ejercer control en los niveles de las mismas, y la compactación se realiza diariamente con equipo buldócer”, expresó el funcionario.

El gerente de la entidad encargada de velar por el contrato de aseo, aseguró que el relleno sanitario aún tiene capacidad para recibir residuos sin afectar el medio ambiente, y tiene vida útil hasta el año 2028.

“Los botaderos a cielo abierto son los que afectan el medio ambiente, pero en Valledupar contamos con un relleno sanitario donde se manejan de forma técnica los residuos”, acotó.
El relleno sanitario es el proceso de aislar y restringir los residuos sólidos, en forma preventiva, para evitar la contaminación y daños o riesgos a la salud humana y al ambiente. El lugar es técnicamente diseñado para evitar la causa de algún peligro, daño o riesgo a la salud pública, minimizando el impacto ambiental y utilizando principios de ingeniería, confinación y aislamiento de los desechos en un área mínima, con compactación de residuos, cobertura diaria de los mismos, control de gases y lixiviados y cobertura final.

La recolección por parte de la empresa se hace sólo a residuos domiciliarios no peligrosos, y los hospitalarios son tratados por una empresa privada contratada por los centros asistenciales de la ciudad.

Inspección autoridad ambiental

En una reciente visita que hizo la Corporación Autónoma del Cesar, se observó que las lagunas en algunas ocasiones presentan reboses, porque hay una bomba para el manejo de estos líquidos que estaba averiada.

“Hay una parte del relleno sanitario que debería estar cubierto y no lo está, es una zona que ellos consideran como inactiva, pero los residuos no están cubiertos con material de cobertura”, expresó Jorge Fernández, coordinador de Seguimiento Ambiental de Corpocesar.

También indicó que de esta manera se afecta al medio ambiente porque los lixiviados tienen una geomenbrana que evita que estas aguas se filtren al suelo y afectan al agua subterránea.

En cuanto a los residuos expuestos generan malos olores y presencia de aves carroñeras y otro tipo de vectores, dijo además que los rellenos sanitarios afectan la calidad del aire por los olores y el suelo cuando se manejan de forma inadecuada los residuos dispuestos en ellos. También se generan emisiones de gases que afectan el medio ambiente.

El proceso

Los residuos sólidos entran al relleno sanitario a través del camión para ser descargados, y posteriormente esparcidos en una zona adecuada, luego un buldócer los riega y son compactados.

Los residuos se disuelven completamente rompiendo las bolsas que los contienen mediante el uso de maquinaria adecuada y durante el tiempo que se requiera. La compactación de la basura y del material de cobertura se debe realizar por lo menos cuatro pasadas por toda la superficie de la celda.

Las basuras del sur de La Guajira

A mediados del 2015, los desechos que se generaban en Villanueva, sur de La Guajira, eran traídos al relleno sanitario de Valledupar, por la empresa prestadora del servicio de aseo. Desde allí se traían al mes unas 2.000 toneladas de basuras, una cifra que podría generar una sobrecarga al lugar, lo cual fue considerado como un abuso y un atentado contra la ciudad.

Ante esto el gerente Martelo explicó que, de acuerdo con la licencia, el relleno está en capacidad de recibir residuos sólidos de otras localidades, siempre y cuando se cumplan con las normas legales; sin embargo las basuras del sur de La Guajira ya no llegan porque solo se trató de una contingencia.

¿Qué pasa con los escombros?

Interaseo no está en la obligación de recoger los escombros que se producen en la ciudad, y mucho menos llevarlo al relleno sanitario. Sin embargo, el gerente de Aseo del Norte dijo que en algunas ocasiones sí existen residuos sólidos mezclados es posible que se alcancen a recoger, pero no es su deber.

Mientras tanto, Valledupar crece y cada día aumentan los escombros producidos en cada construcción que se desarrolla, pero no hay sitio destinado para la disposición de estos, y terminan en los lotes que hay en la ciudad, afectando la parte ambiental.

Durante la administración de Fredys Socarrás, la Oficina Asesora de Planeación radicó un proyecto ante la Oficina Jurídica para darle trámite a la contratación de una consultoría que les presentara cuál sería el mejor modelo para el montaje de una escombrera en Valledupar. En ese momento se proyectó en un lote ubicado entre la cabecera municipal y el corregimiento La Mesa, pero el proceso no concluyó.

A comienzos del año 2016, el Juzgado Sexto Administrativo Oral de Valledupar ordenó al alcalde Augusto Ramírez Uhía, cumplir con el mandato administrativo del Ministerio de Medio Ambiente, que dice que los municipios deben seleccionar obligatoriamente los sitios específicos para la disposición final de los materiales y elementos, pero ha pasado un poco más de un año desde entonces y el proceso no avanza.

En septiembre de 2016, la administración anunció que el proyecto sería una realidad y trabajaban para la licitación, pero Valledupar sigue sin escombrera.

– Valledupar es el principal emisor de residuos sólidos en el relleno sanitario Los Corazones. En los estratos 1, 2 y 3 se generan más basuras y mensualmente se recolectan 11.800 toneladas aproximadamente.
– La Contraloría Municipal denunció algunas falencias halladas en auditoría en el proceso de disposición de los recursos sólidos en Valledupar. El relleno tiene vida útil hasta el 2028.
Pie de foto.
– Al relleno sanitario Los Corazones llegan los residuos sólidos de varios municipios cercanos a Valledupar.
– Las toneladas de basuras aumentan cada año y por la población flotante, pero esto está previsto para la vida útil del relleno sanitario.
– Dependiendo del impacto ambiental, la licencia del relleno podría extenderse a un poco más de 11 años.

Un dato

Mediante resolución 049 del 14 de abril de 1999 se otorgó licencia ambiental para la construcción y operación del relleno sanitario Los Corazones y mediante resolución 149 de 2002 se ceden los derechos a Aseooupar ESPA

Las resoluciones 337 del 24 de abril de 2009 y 0916 del 28 de junio de 2013 modificó la licencia con el fin de ampliar la capacidad del relleno sanitario.

 

Informes Especiales
3 octubre, 2017

Al relleno sanitario de Valledupar le quedan 11 años de uso

Aunque las toneladas de basuras que llegan al relleno sanitario Los Corazones han aumentado significativamente, este lugar aún tiene capacidad ambiental para recibir los residuos sólidos de Valledupar y otros municipios.


Al relleno sanitario Los Corazones, ubicado en la vía que conduce de Valledupar al corregimiento de Patillal, le llegan los residuos sólidos de los 445 mil habitantes que tiene Valledupar, además de municipios como Codazzi, La paz, Pueblo Bello, Manaure y San Diego.

La capacidad total de este lugar es de 2.700.000 toneladas y la capacidad remanente que tiene en estos momentos está por orden de 1.080.000, quedándole unos 11 años aproximadamente de vida útil.

El relleno cuenta con un área licenciada por la Corporación Autónoma Regional del Cesar, Corpocesar, y el Ministerio del Medio Ambiente. El primer permiso fue otorgado en 1999, pero antes de cumplirse el plazo para terminar la autorización concedida a la concesión Interaseo S.A. E.S.P., se le extendió el plazo.

Inicialmente, en el lugar solo se depositaban los residuos de Valledupar, pero con la ampliación de la licencia ambiental pasó a ser regional, recibiendo así las basuras de varios municipios. El aumento poblacional hace además que cada año se recolecten más residuos.

Sólo la capital del Cesar produce 11.800 toneladas aproximadamente de manera mensual y unas 450 toneladas por día. Sin embargo, la situación de la población flotante que se encuentra en la ciudad ha hecho que se genere un aumento en la cantidad de basuras, pero según el gerente de Aseo del Norte, Cristián Martelo, ese aumento estaba previsto al momento de realizar los estudios de impacto ambiental.

“El tema del relleno sanitario en Valledupar está de conformidad con los términos de la licencia ambiental. Si bien es cierto ha habido un aumento significativo en toneladas de residuos provenientes de la actividad domiciliaria de la ciudad; eso no ha afectado la proyección de las toneladas determinadas por la licencia ambiental”, expresó el funcionario.

Además aseguró que aunque la vida útil que le resta al relleno sanitario es de aproximadamente 11 años, el lugar tiene una zona de expansión que permite aumentar un poco más en la capacidad de acopio; eso significa que el relleno no solamente estaría licenciado hasta el 2028 sino que se podría extender un poco más, dependiendo de los estudios y análisis que se hagan a nivel de impacto ambiental.

Falencias en la disposición de residuos

Aunque al relleno sanitario le queda larga vida para seguir cumpliendo con su objetivo, la Contraloría Municipal reveló que en la disposición de residuos sólidos se han encontrado algunas falencias que pueden generar daños al medio ambiente.

En una auditoria realizada por el ente de control, se determinó que se vulnera todo lo relacionado con el título F del sector de aseo, reglamento de agua potable y sanitario básico (RAS). Este establece los criterios básicos y las buenas prácticas técnicas de ingeniería que deben reunir los diferentes procesos involucrados en el sistema de aseo urbano que se desarrollen en el país, con el fin de prevenir, minimizar y mitigar los posibles impactos en la salud pública y en el medio ambiente, que pueden ser originados desde la generación de los residuos, en el tratamiento de fracciones de los mismos, hasta su disposición final.

“Por ejemplo no hay aprovechamiento de los residuos, todos son depositados en las celdas, las piscinas de lixiviados están que se rebosan, la mayor parte del área del costado oriental del domo se encuentran descubiertas, en la última terraza encontramos residuos sin compactar. Hay presencia de aves carroñeras de tal suerte que aquí también debe enderezar Emdupar la supervisión a este contrato con Interaseo”, dijo el contralor Omar Contreras.

El contrato para la recolección de residuos en Valledupar se realizó con Emdupar, que es societario de la empresa que opera el relleno, y Corpocesar entra como dador en el proceso de licencia del aprovechamiento del terreno.

De esta manera el gerente de la Empresa de Servicios Públicos de Valledupar, Armando Cuello Daza, dijo que de conformidad con lo revelado por la Contraloría Municipal, el sistema de disposición final del municipio fue diseñado bajo los parámetros establecidos por el reglamento RAS para sistemas sin aprovechamiento.

“El título F del reglamento establece en sus numerales, válida la disposición final de residuos sin actividad de aprovechamiento, por tanto no se estaría vulnerando. Respecto al tema de las piscinas se viene haciendo recirculación diariamente con el fin de ejercer control en los niveles de las mismas, y la compactación se realiza diariamente con equipo buldócer”, expresó el funcionario.

El gerente de la entidad encargada de velar por el contrato de aseo, aseguró que el relleno sanitario aún tiene capacidad para recibir residuos sin afectar el medio ambiente, y tiene vida útil hasta el año 2028.

“Los botaderos a cielo abierto son los que afectan el medio ambiente, pero en Valledupar contamos con un relleno sanitario donde se manejan de forma técnica los residuos”, acotó.
El relleno sanitario es el proceso de aislar y restringir los residuos sólidos, en forma preventiva, para evitar la contaminación y daños o riesgos a la salud humana y al ambiente. El lugar es técnicamente diseñado para evitar la causa de algún peligro, daño o riesgo a la salud pública, minimizando el impacto ambiental y utilizando principios de ingeniería, confinación y aislamiento de los desechos en un área mínima, con compactación de residuos, cobertura diaria de los mismos, control de gases y lixiviados y cobertura final.

La recolección por parte de la empresa se hace sólo a residuos domiciliarios no peligrosos, y los hospitalarios son tratados por una empresa privada contratada por los centros asistenciales de la ciudad.

Inspección autoridad ambiental

En una reciente visita que hizo la Corporación Autónoma del Cesar, se observó que las lagunas en algunas ocasiones presentan reboses, porque hay una bomba para el manejo de estos líquidos que estaba averiada.

“Hay una parte del relleno sanitario que debería estar cubierto y no lo está, es una zona que ellos consideran como inactiva, pero los residuos no están cubiertos con material de cobertura”, expresó Jorge Fernández, coordinador de Seguimiento Ambiental de Corpocesar.

También indicó que de esta manera se afecta al medio ambiente porque los lixiviados tienen una geomenbrana que evita que estas aguas se filtren al suelo y afectan al agua subterránea.

En cuanto a los residuos expuestos generan malos olores y presencia de aves carroñeras y otro tipo de vectores, dijo además que los rellenos sanitarios afectan la calidad del aire por los olores y el suelo cuando se manejan de forma inadecuada los residuos dispuestos en ellos. También se generan emisiones de gases que afectan el medio ambiente.

El proceso

Los residuos sólidos entran al relleno sanitario a través del camión para ser descargados, y posteriormente esparcidos en una zona adecuada, luego un buldócer los riega y son compactados.

Los residuos se disuelven completamente rompiendo las bolsas que los contienen mediante el uso de maquinaria adecuada y durante el tiempo que se requiera. La compactación de la basura y del material de cobertura se debe realizar por lo menos cuatro pasadas por toda la superficie de la celda.

Las basuras del sur de La Guajira

A mediados del 2015, los desechos que se generaban en Villanueva, sur de La Guajira, eran traídos al relleno sanitario de Valledupar, por la empresa prestadora del servicio de aseo. Desde allí se traían al mes unas 2.000 toneladas de basuras, una cifra que podría generar una sobrecarga al lugar, lo cual fue considerado como un abuso y un atentado contra la ciudad.

Ante esto el gerente Martelo explicó que, de acuerdo con la licencia, el relleno está en capacidad de recibir residuos sólidos de otras localidades, siempre y cuando se cumplan con las normas legales; sin embargo las basuras del sur de La Guajira ya no llegan porque solo se trató de una contingencia.

¿Qué pasa con los escombros?

Interaseo no está en la obligación de recoger los escombros que se producen en la ciudad, y mucho menos llevarlo al relleno sanitario. Sin embargo, el gerente de Aseo del Norte dijo que en algunas ocasiones sí existen residuos sólidos mezclados es posible que se alcancen a recoger, pero no es su deber.

Mientras tanto, Valledupar crece y cada día aumentan los escombros producidos en cada construcción que se desarrolla, pero no hay sitio destinado para la disposición de estos, y terminan en los lotes que hay en la ciudad, afectando la parte ambiental.

Durante la administración de Fredys Socarrás, la Oficina Asesora de Planeación radicó un proyecto ante la Oficina Jurídica para darle trámite a la contratación de una consultoría que les presentara cuál sería el mejor modelo para el montaje de una escombrera en Valledupar. En ese momento se proyectó en un lote ubicado entre la cabecera municipal y el corregimiento La Mesa, pero el proceso no concluyó.

A comienzos del año 2016, el Juzgado Sexto Administrativo Oral de Valledupar ordenó al alcalde Augusto Ramírez Uhía, cumplir con el mandato administrativo del Ministerio de Medio Ambiente, que dice que los municipios deben seleccionar obligatoriamente los sitios específicos para la disposición final de los materiales y elementos, pero ha pasado un poco más de un año desde entonces y el proceso no avanza.

En septiembre de 2016, la administración anunció que el proyecto sería una realidad y trabajaban para la licitación, pero Valledupar sigue sin escombrera.

– Valledupar es el principal emisor de residuos sólidos en el relleno sanitario Los Corazones. En los estratos 1, 2 y 3 se generan más basuras y mensualmente se recolectan 11.800 toneladas aproximadamente.
– La Contraloría Municipal denunció algunas falencias halladas en auditoría en el proceso de disposición de los recursos sólidos en Valledupar. El relleno tiene vida útil hasta el 2028.
Pie de foto.
– Al relleno sanitario Los Corazones llegan los residuos sólidos de varios municipios cercanos a Valledupar.
– Las toneladas de basuras aumentan cada año y por la población flotante, pero esto está previsto para la vida útil del relleno sanitario.
– Dependiendo del impacto ambiental, la licencia del relleno podría extenderse a un poco más de 11 años.

Un dato

Mediante resolución 049 del 14 de abril de 1999 se otorgó licencia ambiental para la construcción y operación del relleno sanitario Los Corazones y mediante resolución 149 de 2002 se ceden los derechos a Aseooupar ESPA

Las resoluciones 337 del 24 de abril de 2009 y 0916 del 28 de junio de 2013 modificó la licencia con el fin de ampliar la capacidad del relleno sanitario.