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Principal - 11 junio, 2019

La melancólica nota de ‘El Turco’ Gil

El semillero de destacados acordeoneros, guacharaqueros, cajeros y cantantes de música vallenata se encuentra en peligro por las deudas, que superan los $400 millones, del maestro ‘El Turco’ Gil.

Andrés 'El Turco' Gil.

Foto: Joaquín Ramírez
Andrés 'El Turco' Gil. Foto: Joaquín Ramírez
Boton Wpp

El claustro donde se han formado brillantes acordeoneros, guacharaqueros, cajeros y cantantes de música vallenata a lo largo de 34 años, parece tambalear ante la crisis económica que afronta su maestro Andrés ‘El Turco’ Gil.

Por la academia de música vallenata de este villanuevero han pasado figuras como Lucas Dangond (digitador de Silvestre Dangond), Daniel Maestre (rey Infantil 2009, rey Juvenil 2015, quien es el compañero musical de Peter Manjarrés), Sergio Luis Rodríguez (rey vallenato 2009 y dupla musical de Jorge Celedón), Fernando Rangel (rey vallenato 2012), Manuel Julián Martínez (acordeonero de Felipe Peláez), Cristian Camilo Peña (rey profesional 2008), Luis José Villa Fuete (compañero de Beto Zabaleta), Javier Matta (dupla de Jorge Oñate), Juan Bautista (quien personificó la etapa infantil de Diomedes Díaz en la telenovela biográfica de este juglar) y Ana Del Castillo (destacada voz femenina), entre otros.

Esta es la vivienda del maestro de acordeones que está hipotecada y que tiene orden de desalojo. Foto: Joaquín Ramírez

Todos ellos en sus diferentes etapas han coincidido en afirmar que el ser formados en esta escuela les representó un ‘sello de calidad’ que los distinguió y los diferencia de los demás artistas del folclor, por lo que aprecian la labor titánica de ‘El Turco’ Gil’, quien ha encumbrado las notas del acordeón, caja y guacharaca en Estados Unidos, Alemania, Japón, China, Roma, Panamá, Rusia, Noruega, Venezuela, entre otros territorios, donde han alegrado corazones con las música interpretada por niños y jóvenes.

EN LA QUIEBRA

Este gestor cultural hoy en día se encuentra desesperado por sus altas deudas y por no vislumbrar salidas para solventarlas. Su casa, ubicada en la carrera 6A con 13B-61 en el callejón del Purrututú, está hipotecada y ya tiene una orden de desalojo con Policía por una deuda de $403 millones del banco Davivienda.

“Adquirí deudas para mantener la academia. Tengo plazo hasta el jueves 20 de junio para retirarme de la vivienda, donde vive mi hermana y seis niños de bajos recursos que adopté. Me preocupan el destino de ellos; el mío no porque yo ya soy viejo y puedo dormir donde sea”, exclamó Gil con preocupación. Como si fuera poco, el gestor cultural también le debe a los denominados ‘paga diarios’, que lo amenazan con frecuencia por no contar con el dinero para responderle.

“Actualmente no es sostenible la academia puesto que en el pasado me ayudaba con los convenios de la Alcaldía de Valledupar y Gobernación del Cesar. La situación está difícil y la mayoría de niños que me llegan son de escasos recursos, vulnerables y desplazados, que me ven y me dicen es papá. Tengo cerca de 54 estudiantes cuando en el pasado llegué a tener 1.100 estudiantes; allí se evidencia la crisis que estoy viviendo”, aseguró ‘El Turco’.

INICIOS DE LA ACADEMIA

Desde 1979 el maestro Andrés Eliécer Gil Torres, desde su nacimiento apodado por su abuelo como ‘El Turco’, venía dictando clases de acordeón bajo las sombras de los árboles del patio de su casa, dándole vida formalmente a la Academia de Música Vallenata Andrés ‘El Turco’ Gil en 1985. En aquellos inicios, personalmente dictaba las clases a sus estudiantes en diferentes horarios y la primera aula de clases fue un kiosco de palma ubicado en el barrio Primero de Mayo.

Pese a las preocupaciones que le dejan las deudas, el maestro Andrés ‘El Turco’ Gil saca espacio para seguir instruyendo a sus estudiantes. Foto: Joaquín Ramírez

Doce años después, en 1997, debido al incremento del número de estudiantes, fue necesario el traslado a un lugar más amplio, la sede de la Calle del Cesar o carrera séptima con la calle 13B, donde ya contaba con cinco docentes y llegó a tener 110 alumnos.

Dos años después, en 1999, vino el traslado al Callejón de la Purrututú. Y finalmente, desde el año 2000 disfruta de la sede recibida en comodato de la Alcaldía, construida con las especificaciones requeridas para la enseñanza de la música, en la calle 31 Nº 4 – 265, en Los Mayales.

SANTOS Y OCHOA

Según ‘El Turco’ Gil, “esta academia funciona gracias al doctor Juan Manuel Santos, siendo ministro de Hacienda que me fue a visitar de casualidad en el barrio Cañahuate, la casa que tenemos hoy en problemas, donde dábamos clases allí primeramente de manera incómoda. Él fue a ver cómo era el proceso y me dijo: ‘Turquito’, usted no merece dar clases en estas condiciones y llamó al secretario de Hacienda para conseguir recursos por el orden de los $250 millones para la creación de la escuela por la vía más rápida. Eso lo consiguieron con Findeter, que son recursos no reembolsables. Más adelante llegó el alcalde de la época Elías Ochoa y me dijo que pondría un lote de la Alcaldía en comodato, donde se pudo construir y poner en funcionamiento la academia”.

Agregó que “cada cuatro años que cambia de gobierno guardamos las esperanzas que los alcaldes sean amigos, porque el día que llegue alguien que no esté de acuerdo seguramente me puede dar la patada”.

PROMESA DE UHÍA

Ayer apareció una luz al final del túnel en que se envuelve este maestro de acordeones ante la promesa del alcalde de Valledupar, Augusto Ramírez Uhía, de un proyecto por $120 millones.

“Desde hace varios días nosotros hemos venido tramitando una iniciativa que es la de apoyar a la Academia Musical del maestro Andrés ‘El Turco’ Gil. Estamos en los trámites contractuales del mismo. Es un proyecto de $120 millones, donde estamos articulando esfuerzos para seguir capacitando a la población vulnerable en música, aprendizaje de instrumentos musicales. Todo obedece a los trámites administrativos y contractuales. En los próximos días aspiramos que se pueda firmar con el maestro y ejecutar ese proyecto tan importante para él y para los niños”, explicó.

El alcalde Augsto Ramírez, junto con parte de su equipo de trabajo, le aseguró al ‘El Turco’ Gil un proyecto musical por $120 millones. Foto: Joaquín Ramírez.

El mandatario explicó que “la iniciativa siempre ha estado; con él ejecutamos otros proyectos. Este proyecto es de este año y esperamos que salga lo más pronto. Hemos tenido toda la disposición y voluntad; la idea es que se firme cuanto antes”.

Al respecto, ‘El Turco’ Gil manifestó que “con la ayuda prometida por el alcalde me siento más animado; esperamos que las cosas se den. Todavía está en trámites; esperemos que se concreten de verdad. Esa ayuda es un granito de arena grande a la gran deuda que tengo. Esa plata no es toda para mí; son unos recursos con lo que tengo que pagar profesores, logística, transporte, instrumentos y conceptos por impuestos. A uno le queda como el 10 %”.

Por otro lado, dijo que “con la Gobernación he estado hablando con el coordinador de Cultura, Roberto Ahumada, pero hasta el momento no me han concretado nada”.

Ante las afirmaciones de algunos gestores culturales que ‘El Turco’ ha tenido contratos buenos, pero no los ha sabido ejecutar, respondió que “nosotros hemos cumplido con todo, sino que a uno le toca cerca del 10 % de los rubros. Antes tenía el contrato de Los Juglares, pero tuvimos inconveniente. En este tipo de procesos le han venido dando oportunidades a otros operadores y como aquí no se manejan por reconocimiento e idoneidad, sino que se ha vuelto político”.

Por: ANNELISE BARRIGA RAMÍREZ / EL PILÓN
[email protected]

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11 junio, 2019

La melancólica nota de ‘El Turco’ Gil

El semillero de destacados acordeoneros, guacharaqueros, cajeros y cantantes de música vallenata se encuentra en peligro por las deudas, que superan los $400 millones, del maestro ‘El Turco’ Gil.


Andrés 'El Turco' Gil.

Foto: Joaquín Ramírez
Andrés 'El Turco' Gil. Foto: Joaquín Ramírez
Boton Wpp

El claustro donde se han formado brillantes acordeoneros, guacharaqueros, cajeros y cantantes de música vallenata a lo largo de 34 años, parece tambalear ante la crisis económica que afronta su maestro Andrés ‘El Turco’ Gil.

Por la academia de música vallenata de este villanuevero han pasado figuras como Lucas Dangond (digitador de Silvestre Dangond), Daniel Maestre (rey Infantil 2009, rey Juvenil 2015, quien es el compañero musical de Peter Manjarrés), Sergio Luis Rodríguez (rey vallenato 2009 y dupla musical de Jorge Celedón), Fernando Rangel (rey vallenato 2012), Manuel Julián Martínez (acordeonero de Felipe Peláez), Cristian Camilo Peña (rey profesional 2008), Luis José Villa Fuete (compañero de Beto Zabaleta), Javier Matta (dupla de Jorge Oñate), Juan Bautista (quien personificó la etapa infantil de Diomedes Díaz en la telenovela biográfica de este juglar) y Ana Del Castillo (destacada voz femenina), entre otros.

Esta es la vivienda del maestro de acordeones que está hipotecada y que tiene orden de desalojo. Foto: Joaquín Ramírez

Todos ellos en sus diferentes etapas han coincidido en afirmar que el ser formados en esta escuela les representó un ‘sello de calidad’ que los distinguió y los diferencia de los demás artistas del folclor, por lo que aprecian la labor titánica de ‘El Turco’ Gil’, quien ha encumbrado las notas del acordeón, caja y guacharaca en Estados Unidos, Alemania, Japón, China, Roma, Panamá, Rusia, Noruega, Venezuela, entre otros territorios, donde han alegrado corazones con las música interpretada por niños y jóvenes.

EN LA QUIEBRA

Este gestor cultural hoy en día se encuentra desesperado por sus altas deudas y por no vislumbrar salidas para solventarlas. Su casa, ubicada en la carrera 6A con 13B-61 en el callejón del Purrututú, está hipotecada y ya tiene una orden de desalojo con Policía por una deuda de $403 millones del banco Davivienda.

“Adquirí deudas para mantener la academia. Tengo plazo hasta el jueves 20 de junio para retirarme de la vivienda, donde vive mi hermana y seis niños de bajos recursos que adopté. Me preocupan el destino de ellos; el mío no porque yo ya soy viejo y puedo dormir donde sea”, exclamó Gil con preocupación. Como si fuera poco, el gestor cultural también le debe a los denominados ‘paga diarios’, que lo amenazan con frecuencia por no contar con el dinero para responderle.

“Actualmente no es sostenible la academia puesto que en el pasado me ayudaba con los convenios de la Alcaldía de Valledupar y Gobernación del Cesar. La situación está difícil y la mayoría de niños que me llegan son de escasos recursos, vulnerables y desplazados, que me ven y me dicen es papá. Tengo cerca de 54 estudiantes cuando en el pasado llegué a tener 1.100 estudiantes; allí se evidencia la crisis que estoy viviendo”, aseguró ‘El Turco’.

INICIOS DE LA ACADEMIA

Desde 1979 el maestro Andrés Eliécer Gil Torres, desde su nacimiento apodado por su abuelo como ‘El Turco’, venía dictando clases de acordeón bajo las sombras de los árboles del patio de su casa, dándole vida formalmente a la Academia de Música Vallenata Andrés ‘El Turco’ Gil en 1985. En aquellos inicios, personalmente dictaba las clases a sus estudiantes en diferentes horarios y la primera aula de clases fue un kiosco de palma ubicado en el barrio Primero de Mayo.

Pese a las preocupaciones que le dejan las deudas, el maestro Andrés ‘El Turco’ Gil saca espacio para seguir instruyendo a sus estudiantes. Foto: Joaquín Ramírez

Doce años después, en 1997, debido al incremento del número de estudiantes, fue necesario el traslado a un lugar más amplio, la sede de la Calle del Cesar o carrera séptima con la calle 13B, donde ya contaba con cinco docentes y llegó a tener 110 alumnos.

Dos años después, en 1999, vino el traslado al Callejón de la Purrututú. Y finalmente, desde el año 2000 disfruta de la sede recibida en comodato de la Alcaldía, construida con las especificaciones requeridas para la enseñanza de la música, en la calle 31 Nº 4 – 265, en Los Mayales.

SANTOS Y OCHOA

Según ‘El Turco’ Gil, “esta academia funciona gracias al doctor Juan Manuel Santos, siendo ministro de Hacienda que me fue a visitar de casualidad en el barrio Cañahuate, la casa que tenemos hoy en problemas, donde dábamos clases allí primeramente de manera incómoda. Él fue a ver cómo era el proceso y me dijo: ‘Turquito’, usted no merece dar clases en estas condiciones y llamó al secretario de Hacienda para conseguir recursos por el orden de los $250 millones para la creación de la escuela por la vía más rápida. Eso lo consiguieron con Findeter, que son recursos no reembolsables. Más adelante llegó el alcalde de la época Elías Ochoa y me dijo que pondría un lote de la Alcaldía en comodato, donde se pudo construir y poner en funcionamiento la academia”.

Agregó que “cada cuatro años que cambia de gobierno guardamos las esperanzas que los alcaldes sean amigos, porque el día que llegue alguien que no esté de acuerdo seguramente me puede dar la patada”.

PROMESA DE UHÍA

Ayer apareció una luz al final del túnel en que se envuelve este maestro de acordeones ante la promesa del alcalde de Valledupar, Augusto Ramírez Uhía, de un proyecto por $120 millones.

“Desde hace varios días nosotros hemos venido tramitando una iniciativa que es la de apoyar a la Academia Musical del maestro Andrés ‘El Turco’ Gil. Estamos en los trámites contractuales del mismo. Es un proyecto de $120 millones, donde estamos articulando esfuerzos para seguir capacitando a la población vulnerable en música, aprendizaje de instrumentos musicales. Todo obedece a los trámites administrativos y contractuales. En los próximos días aspiramos que se pueda firmar con el maestro y ejecutar ese proyecto tan importante para él y para los niños”, explicó.

El alcalde Augsto Ramírez, junto con parte de su equipo de trabajo, le aseguró al ‘El Turco’ Gil un proyecto musical por $120 millones. Foto: Joaquín Ramírez.

El mandatario explicó que “la iniciativa siempre ha estado; con él ejecutamos otros proyectos. Este proyecto es de este año y esperamos que salga lo más pronto. Hemos tenido toda la disposición y voluntad; la idea es que se firme cuanto antes”.

Al respecto, ‘El Turco’ Gil manifestó que “con la ayuda prometida por el alcalde me siento más animado; esperamos que las cosas se den. Todavía está en trámites; esperemos que se concreten de verdad. Esa ayuda es un granito de arena grande a la gran deuda que tengo. Esa plata no es toda para mí; son unos recursos con lo que tengo que pagar profesores, logística, transporte, instrumentos y conceptos por impuestos. A uno le queda como el 10 %”.

Por otro lado, dijo que “con la Gobernación he estado hablando con el coordinador de Cultura, Roberto Ahumada, pero hasta el momento no me han concretado nada”.

Ante las afirmaciones de algunos gestores culturales que ‘El Turco’ ha tenido contratos buenos, pero no los ha sabido ejecutar, respondió que “nosotros hemos cumplido con todo, sino que a uno le toca cerca del 10 % de los rubros. Antes tenía el contrato de Los Juglares, pero tuvimos inconveniente. En este tipo de procesos le han venido dando oportunidades a otros operadores y como aquí no se manejan por reconocimiento e idoneidad, sino que se ha vuelto político”.

Por: ANNELISE BARRIGA RAMÍREZ / EL PILÓN
[email protected]