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Columnista - 9 agosto, 2013

La Inseguridad Democrática

La Seguridad vial, alimentaria, comercial, diplomática y social, según los áulicos de la doctrina Uribista, son incomparables con la Seguridad Democrática.

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Por Luis Elquis Díaz

La Seguridad vial, alimentaria, comercial, diplomática y social, según los áulicos de la doctrina Uribista, son incomparables con la Seguridad Democrática. 

Los argumentos de esta política se cimentan en el combate armado. Por ello, el presidente de la Republica Juan Manuel Santos, se equivocó de cabo a rabo cuando osadamente decidió establecer la mesa de diálogos con las FARC.

El termino Seguridad, reemplazo en las campañas políticas los trillados slogans sobre lo social. En Valledupar, tuvimos Resultados con Seguridad, a mi modo de ver no hubo ni lo uno ni lo otro. 

Es complejo concebir la paz en Colombia, somos una nación que inhala tranquilamente aire mezclado con pólvora. De allí que la Política de Seguridad se convirtió en bastión electoral y el diálogo de paz en error. 

El Presidente Santos debería cambiar la ruta del boomerang para que gire a su favor,es decir: suspendiendo los diálogos de paz, hacer efectivas las órdenes de captura sobre en el grupo negociador de las FARC,  en el aeropuerto José Martí de la Habana y extraditarlos por narcos. 

Declararle la guerra a Venezuela, derrocar a Nicolás Maduro y posesionar a Henrique Capriles. 

Combatir con Nicaragua, para recuperar el mar territorial que empezó a perderse desde que los gobiernos de Andrés pastrana y Álvaro Uribe se comprometieron a acatar la decisión de la Corte Internacional de Justicia. 

Bombardear al Ecuador y derrocar el gobierno. Seguir haciendo añicos la Constitución Política de Colombia, incluyendo un “articulito” que permita la reelección para gobernantes que hayan sido presidentes por dos periodos seguidos.

Apoyar la candidatura de Enrique Peñaloza en Bogotá, si prospera la revocatoria a Gustavo Petro, aunque fue contraproducente en el debate anterior. Incentivar el sector agropecuario repartiendo subsidios a los grandes terratenientes del país. 

Constituir Zonas Francas para que sean administradas por sus retoños. Desvirtuar la jurisdicción judicial, porque no es garantista, reabrir el DAS, seguir firmando Tratados Comerciales sin tener presente la producción interna del país, los pequeños productores y los costos de transporte por la insuficiente infraestructura. 

En estas circunstancias todos seriamos felices y la reelección abonada sin objeción; pese a que las Bandas Criminales mutantes del paramilitarismo, hacen paros y siembren la zozobra con la minería ilegal en detrimento del medio ambiente.

El centralismo seria el modelo ideal como el sistema de salud. Presidente Santos, abra los ojos;está en el país de los ciegos y amnésicos,hace mal la tarea, haga cálculo político, descarte la idea de la paz, no sea excluyente;pues profana la inseguridad democrática.

Columnista
9 agosto, 2013

La Inseguridad Democrática

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Luis Elquis Diaz

La Seguridad vial, alimentaria, comercial, diplomática y social, según los áulicos de la doctrina Uribista, son incomparables con la Seguridad Democrática.


Por Luis Elquis Díaz

La Seguridad vial, alimentaria, comercial, diplomática y social, según los áulicos de la doctrina Uribista, son incomparables con la Seguridad Democrática. 

Los argumentos de esta política se cimentan en el combate armado. Por ello, el presidente de la Republica Juan Manuel Santos, se equivocó de cabo a rabo cuando osadamente decidió establecer la mesa de diálogos con las FARC.

El termino Seguridad, reemplazo en las campañas políticas los trillados slogans sobre lo social. En Valledupar, tuvimos Resultados con Seguridad, a mi modo de ver no hubo ni lo uno ni lo otro. 

Es complejo concebir la paz en Colombia, somos una nación que inhala tranquilamente aire mezclado con pólvora. De allí que la Política de Seguridad se convirtió en bastión electoral y el diálogo de paz en error. 

El Presidente Santos debería cambiar la ruta del boomerang para que gire a su favor,es decir: suspendiendo los diálogos de paz, hacer efectivas las órdenes de captura sobre en el grupo negociador de las FARC,  en el aeropuerto José Martí de la Habana y extraditarlos por narcos. 

Declararle la guerra a Venezuela, derrocar a Nicolás Maduro y posesionar a Henrique Capriles. 

Combatir con Nicaragua, para recuperar el mar territorial que empezó a perderse desde que los gobiernos de Andrés pastrana y Álvaro Uribe se comprometieron a acatar la decisión de la Corte Internacional de Justicia. 

Bombardear al Ecuador y derrocar el gobierno. Seguir haciendo añicos la Constitución Política de Colombia, incluyendo un “articulito” que permita la reelección para gobernantes que hayan sido presidentes por dos periodos seguidos.

Apoyar la candidatura de Enrique Peñaloza en Bogotá, si prospera la revocatoria a Gustavo Petro, aunque fue contraproducente en el debate anterior. Incentivar el sector agropecuario repartiendo subsidios a los grandes terratenientes del país. 

Constituir Zonas Francas para que sean administradas por sus retoños. Desvirtuar la jurisdicción judicial, porque no es garantista, reabrir el DAS, seguir firmando Tratados Comerciales sin tener presente la producción interna del país, los pequeños productores y los costos de transporte por la insuficiente infraestructura. 

En estas circunstancias todos seriamos felices y la reelección abonada sin objeción; pese a que las Bandas Criminales mutantes del paramilitarismo, hacen paros y siembren la zozobra con la minería ilegal en detrimento del medio ambiente.

El centralismo seria el modelo ideal como el sistema de salud. Presidente Santos, abra los ojos;está en el país de los ciegos y amnésicos,hace mal la tarea, haga cálculo político, descarte la idea de la paz, no sea excluyente;pues profana la inseguridad democrática.