La exprincesa que ahora se llamará Mako Komuro ha sido la primera princesa de Japón de posguerra que rompe las ceremonias tradicionales.
Este martes, la princesa de Japón, llamada Mako, rompió las tradiciones de la sociedad japonesa y los lazos con la familia imperial al casarse con su novio Kei Komuro.
“Para mí Kei es una persona imprescindible. Casarnos era la única opción que podíamos tomar para vivir siendo fieles”, manifestó la joven en una rueda de prensa junto a su esposo horas después de contraer matrimonio en el Hotel Grand Arc Hanzomon de Tokio.
La pareja demostró ante los periodistas serenidad, una que otra mirada de reojo y sonrisas incómodas luego de sellar su matrimonio que tanto se llegó a poner en duda.
Las críticas y señalamientos por parte del sector más conservador de la sociedad japonesa al enterarse de una disputa financiera de la suegra de la exprincesa le causaron estrés postraumático del que aún continúa recuperándose.
La exprincesa que ahora se llamará Mako Komuro ha sido la primera princesa de Japón de posguerra que rompe las ceremonias tradicionales en las cuales participan las mujeres de la familia imperial cuando se casan.
Según confirmó la Agencia de la casa imperial poco antes de que Mako abandonara su casa imperial y se despidiera de su familia: luciendo un vestido azul pastel, collar de perlas y un ramo de flores de color palo de rosa, Mako dedicó repetidas reverencias a sus padres los príncipes herederos Fumíhito y Kiko.
Pero la mayor muestra de cariño la recibió por parte de su hermana menor Kako, quien le dio un fuerte abrazo y la despidió con una sonrisa y palmadas en la espalda.
“Mi hermana ha sido y siempre será muy importante para mí. Hemos pasado buenos momentos juntas y tenerla cerca me ha ayudado mucho en muchas ocasiones. Le estoy agradecida de corazón. También a Komuro”, mencionó la princesa Kako en un comunicado publicado con motivo de la boda de su hermana.
La pareja tiene planeado irse a vivir a Nueva York, donde el joven ha estudiado en los últimos tres años, y además se ha presentado al examen que le permitirá ejercer la abogacía en los Estados Unidos. Mientras que la joven podría tener múltiples posibilidades en dicho país, ya que ha cursado estudios de Arte y ha trabajado como investigadora en el Museo Universitario de Tokio. Pero se dice que aún permanecerán un tiempo en Japón mientras Mako tramita su pasaporte, ya que los miembros de la familia imperial nipona no tienen.
La exprincesa que ahora se llamará Mako Komuro ha sido la primera princesa de Japón de posguerra que rompe las ceremonias tradicionales.
Este martes, la princesa de Japón, llamada Mako, rompió las tradiciones de la sociedad japonesa y los lazos con la familia imperial al casarse con su novio Kei Komuro.
“Para mí Kei es una persona imprescindible. Casarnos era la única opción que podíamos tomar para vivir siendo fieles”, manifestó la joven en una rueda de prensa junto a su esposo horas después de contraer matrimonio en el Hotel Grand Arc Hanzomon de Tokio.
La pareja demostró ante los periodistas serenidad, una que otra mirada de reojo y sonrisas incómodas luego de sellar su matrimonio que tanto se llegó a poner en duda.
Las críticas y señalamientos por parte del sector más conservador de la sociedad japonesa al enterarse de una disputa financiera de la suegra de la exprincesa le causaron estrés postraumático del que aún continúa recuperándose.
La exprincesa que ahora se llamará Mako Komuro ha sido la primera princesa de Japón de posguerra que rompe las ceremonias tradicionales en las cuales participan las mujeres de la familia imperial cuando se casan.
Según confirmó la Agencia de la casa imperial poco antes de que Mako abandonara su casa imperial y se despidiera de su familia: luciendo un vestido azul pastel, collar de perlas y un ramo de flores de color palo de rosa, Mako dedicó repetidas reverencias a sus padres los príncipes herederos Fumíhito y Kiko.
Pero la mayor muestra de cariño la recibió por parte de su hermana menor Kako, quien le dio un fuerte abrazo y la despidió con una sonrisa y palmadas en la espalda.
“Mi hermana ha sido y siempre será muy importante para mí. Hemos pasado buenos momentos juntas y tenerla cerca me ha ayudado mucho en muchas ocasiones. Le estoy agradecida de corazón. También a Komuro”, mencionó la princesa Kako en un comunicado publicado con motivo de la boda de su hermana.
La pareja tiene planeado irse a vivir a Nueva York, donde el joven ha estudiado en los últimos tres años, y además se ha presentado al examen que le permitirá ejercer la abogacía en los Estados Unidos. Mientras que la joven podría tener múltiples posibilidades en dicho país, ya que ha cursado estudios de Arte y ha trabajado como investigadora en el Museo Universitario de Tokio. Pero se dice que aún permanecerán un tiempo en Japón mientras Mako tramita su pasaporte, ya que los miembros de la familia imperial nipona no tienen.