Publicidad
Categorías
Categorías
Columnista - 28 enero, 2021

La familia incompleta

Es una de las causas de la deficiencia del hogar que impacta en la delincuencia juvenil. Cuando en el hogar falta alguno de los padres se produce un vacío de fatales consecuencias. Si es el padre quien falta, la autoridad de la madre a menudo es insuficiente para mantener la disciplina. Si es demasiado bondadosa […]

Boton Wpp

Es una de las causas de la deficiencia del hogar que impacta en la delincuencia juvenil. Cuando en el hogar falta alguno de los padres se produce un vacío de fatales consecuencias. Si es el padre quien falta, la autoridad de la madre a menudo es insuficiente para mantener la disciplina. Si es demasiado bondadosa la situación se agrava y los hijos hacen triunfar su voluntad, llevando una vida licenciosa, que luego los habitúa a prescindir de la autoridad materna.

La inexperiencia propia de la edad juvenil los hace rodear de peligros que fácilmente los coloca en la pendiente de la desmoralización. La vida desordenada, la corrupción y el delito son la consecuencia frecuente de la falta de padre en el hogar. Si falta la madre, el hogar en la mayoría de los casos se destruye por completo.

El padre suele dar a sus hijos una madrastra, pero no siempre ella tiene un corazón de madre para los hijos ajenos. Entonces el tratamiento duro y muchas veces inhumano comienza a atormentar el alma de los pequeños hasta hacer del hogar un ambiente aborrecible en que la figura odiosa de la madrastra pasa a ser la eterna enemiga.

El padre muchas veces ignora los maltratos que le dan a sus hijos; y cuando no los ignora para estar en paz con la esposa, se muestra indiferente hacia el drama cotidiano. Cuando los hijos crecen se rebelan contra la odiosa tiranía y entonces se producen escenas violentas que son constantes amenazas para la buena marcha del hogar, si es que no culmina en una fuga de la casa, con sus funestas consecuencias; si son mujeres suelen huir con su ‘marinovio’, lo que las coloca en el peligro inminente de la perdición. Hay muchos padres que abandonan el hogar dejando al cónyuge, a la compañera permanente y la prole en el más cruel desamparo. Entre nosotros el mal asume caracteres alarmantes debido a la incultura, a la escasa inconciencia moral y también a la falta de trabajo.

Para Alfonso Meluk, el abandono del hogar debe ser sancionado severamente, y subraya: “Ello tiene que ser así, porque si la familia es la base de la sociedad, el Estado tiene que intervenir en todo cuanto destruya esa célula fundamental. Si el padre o madre son cabeza de familia a quienes compete formar esos pequeños seres que ellos procrearon, y de cuya orientación en la niñez depende el futuro en elementos provechosos para la sociedad, es lógico que el Estado castigue a quien falte a ese deber para con los suyos y para con la sociedad”.

En consonancia con la Etiología de la delincuencia en Colombia (Ediciones Tercer Mundo, pág. 64), se puede concluir que una de las causas fundamentales de la familia incompleta es la carencia de la seguridad social, por múltiples factores, entre otros por falta de empleo o de una adecuada educación, y en general por la ausencia de una política que abarque y proteja la institución familiar.

Columnista
28 enero, 2021

La familia incompleta

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Alvaro Zuleta

Es una de las causas de la deficiencia del hogar que impacta en la delincuencia juvenil. Cuando en el hogar falta alguno de los padres se produce un vacío de fatales consecuencias. Si es el padre quien falta, la autoridad de la madre a menudo es insuficiente para mantener la disciplina. Si es demasiado bondadosa […]


Es una de las causas de la deficiencia del hogar que impacta en la delincuencia juvenil. Cuando en el hogar falta alguno de los padres se produce un vacío de fatales consecuencias. Si es el padre quien falta, la autoridad de la madre a menudo es insuficiente para mantener la disciplina. Si es demasiado bondadosa la situación se agrava y los hijos hacen triunfar su voluntad, llevando una vida licenciosa, que luego los habitúa a prescindir de la autoridad materna.

La inexperiencia propia de la edad juvenil los hace rodear de peligros que fácilmente los coloca en la pendiente de la desmoralización. La vida desordenada, la corrupción y el delito son la consecuencia frecuente de la falta de padre en el hogar. Si falta la madre, el hogar en la mayoría de los casos se destruye por completo.

El padre suele dar a sus hijos una madrastra, pero no siempre ella tiene un corazón de madre para los hijos ajenos. Entonces el tratamiento duro y muchas veces inhumano comienza a atormentar el alma de los pequeños hasta hacer del hogar un ambiente aborrecible en que la figura odiosa de la madrastra pasa a ser la eterna enemiga.

El padre muchas veces ignora los maltratos que le dan a sus hijos; y cuando no los ignora para estar en paz con la esposa, se muestra indiferente hacia el drama cotidiano. Cuando los hijos crecen se rebelan contra la odiosa tiranía y entonces se producen escenas violentas que son constantes amenazas para la buena marcha del hogar, si es que no culmina en una fuga de la casa, con sus funestas consecuencias; si son mujeres suelen huir con su ‘marinovio’, lo que las coloca en el peligro inminente de la perdición. Hay muchos padres que abandonan el hogar dejando al cónyuge, a la compañera permanente y la prole en el más cruel desamparo. Entre nosotros el mal asume caracteres alarmantes debido a la incultura, a la escasa inconciencia moral y también a la falta de trabajo.

Para Alfonso Meluk, el abandono del hogar debe ser sancionado severamente, y subraya: “Ello tiene que ser así, porque si la familia es la base de la sociedad, el Estado tiene que intervenir en todo cuanto destruya esa célula fundamental. Si el padre o madre son cabeza de familia a quienes compete formar esos pequeños seres que ellos procrearon, y de cuya orientación en la niñez depende el futuro en elementos provechosos para la sociedad, es lógico que el Estado castigue a quien falte a ese deber para con los suyos y para con la sociedad”.

En consonancia con la Etiología de la delincuencia en Colombia (Ediciones Tercer Mundo, pág. 64), se puede concluir que una de las causas fundamentales de la familia incompleta es la carencia de la seguridad social, por múltiples factores, entre otros por falta de empleo o de una adecuada educación, y en general por la ausencia de una política que abarque y proteja la institución familiar.