El Cesar tiene el peor desempeño de todos con una caída de su economía del 5.1%
Mientras a la economía colombiana le tomó un año retornar a los niveles de producción pre-pandemia, el departamento del Cesar sigue sin poder recuperarlo. Según datos recientes del DANE al comparar el comportamiento económico de los departamentos del país entre 2019 y 2023, el Cesar tiene el peor desempeño de todos con una caída de su economía del 5.1% (Tabla 1).
Las consecuencias de esto son críticas para un departamento que tiene ya un 52% de pobreza monetaria, un desempleo de su capital del 13% y un alto nivel de cuestionamiento a su dirigencia política, por su ineptitud en las inversiones realizadas (constantes adiciones presupuestales a los contratos e incumplimiento en la entrega de las obras). Las brechas en términos de acceso a servicios, pobreza monetaria y multidimensional y educación se han profundizados en el departamento, en razón a tres condiciones según opinión de CESORE.
La primera radica en la composición sectorial del departamento. En la Tabla 2 se aprecia el crecimiento de cada rama económica y su peso en el departamento. La alta dependencia del departamento de un producto – el carbón- lo restringe a que cómo le vaya al carbón así le va al departamento y este sector sufrió una caída del 33.3% en esos 5 años. Lo que alivió dicha caída estruendosa fue el comportamiento positivo de los otros rubros de la economía cesarense: Agropecuario, Cultura y Recreación, Finanzas y Seguros, TIC y Construcción.
Gran parte de esta caída es debido al cierre y devolución de los títulos mineros de la empresa Prodeco en 2021. En 2019 la empresa produjo 15 de los 52 millones de toneladas de carbón térmico (28.8% del total). Otra de las empresas CNR, también tuvo dificultades en su proceso productivo. De tal manera que hay que seguir insistiendo, como lo viene haciendo CESORE desde hace varios años, en promover la diversificación productiva de la economía del Cesar y dar pasos para una economía post-carbón, mas verde, mas incluyente y mas regenerativa.
Sin embargo, no todo viene explicado por las dinámicas económicas sectoriales. La segunda razón radica en la incapacidad de la ejecución presupuestal para contrarrestar la caída en el sector minero. En el año 2023 el país experimentó una ejecución del gasto público del 85.5%, la más baja en la última década (Tabla 3). El panorama es mucho más desalentador si consideramos que la ejecución en inversión solo fue del 70.5%. De acuerdo a los datos de la Contraloría departamental, El Cesar no es ajeno a la situación nacional. Con una ejecución del gasto inferior a la nacional (77.3%) de 8.2 puntos porcentuales (pp), y de 4.8pp para el caso de la ejecución en inversión (65.7%).
Esto quiere decir que, de cada 100 pesos que presupuestaron para ejecutar en el Cesar, solo 77 fueron efectivamente gastados. Como consecuencia los efectos buscados de los programas sociales y de inversión se ven disminuidos y por ende las brechas de desarrollo económico se ven mucho más ampliadas de lo que serían si se ejecutara todo el monto presupuestado.
Esta es una problemática estructural del departamento, previa a la pandemia. Un informe realizado por el Comité de Seguimiento y Evaluación a la Inversión de las Regalías en el Cesar (Csir), durante la vigencia 2016-2019, mostró que la baja ejecución presupuestal es una constante en el departamento. A pesar de la aprobación de numerosos proyectos de inversión, muchos de ellos no se han completado debido a deficiencias en la planificación y ejecución. Además, la falta de seguimiento y supervisión efectiva ha llevado a retrasos significativos y a la ineficiencia en la utilización de los recursos.
A la fecha muchos de esos proyectos aún siguen con sobrecostos. Se estima que el Centro Cultural del Vallenato (200 mil millones de pesos) costaría 3 veces más que la remodelación del Movistar Arena de Bogotá (70 mil millones de pesos).
Finalmente, una tercera razón radica en la falta de eficiencia y correcta utilización de los recursos. Según la Medición de Desempeño Departamental (MDD) hecha por el DNP en 2021, el departamento del Cesar ocupó el quinto puesto entre los departamentos con menor MDD y el segundo con menor puntaje en la categoría de Ejecución. Este índice evalúa no solo la capacidad de ejecución, sino también de Movilización de Recursos, Gobierno Abierto, Planeación, Gestión y Educación. A lo anterior se la suma la desviación de los recursos. En el Cesar gobernador y Alcaldes han sido condenados por actos de corrupción. Los cuestionamiento de la sociedad civil son permanentes ante la falta de pertinencia del gasto público, en exceso en obras faraónicas y escasa en necesidades básicas insatisfechas.
En conclusión, la combinación de una caída significativa en la producción de carbón, una baja ejecución de políticas públicas y la desviación indebida de recursos ha sumido a la economía del departamento del Cesar en una recesión. La falta de diversificación económica y la ineficiencia en la gestión de los fondos públicos han exacerbado los problemas estructurales, impidiendo una recuperación efectiva post-pandemia.
Para impulsar la recuperación económica del Cesar, reiteramos es crucial implementar una estrategia de diversificación económica que reduzca la dependencia del sector minero de manera gradual. Fomentar el desarrollo de industrias como la agricultura sostenible, el turismo y las tecnologías de la información puede generar nuevas fuentes de empleo y crecimiento. Finalmente, es esencial mejorar el seguimiento y la transparencia en la gestión de recursos públicos. La implementación de mecanismos robustos de auditoría y participación ciudadana garantizará una mayor eficiencia en la ejecución de políticas y proyectos, reduciendo la corrupción y optimizando el uso de los fondos para el desarrollo regional.
Por CESORE
Fernando Herrera Araújo. Director CESORE
Jorge Guerra. Economista CESORE
El Cesar tiene el peor desempeño de todos con una caída de su economía del 5.1%
Mientras a la economía colombiana le tomó un año retornar a los niveles de producción pre-pandemia, el departamento del Cesar sigue sin poder recuperarlo. Según datos recientes del DANE al comparar el comportamiento económico de los departamentos del país entre 2019 y 2023, el Cesar tiene el peor desempeño de todos con una caída de su economía del 5.1% (Tabla 1).
Las consecuencias de esto son críticas para un departamento que tiene ya un 52% de pobreza monetaria, un desempleo de su capital del 13% y un alto nivel de cuestionamiento a su dirigencia política, por su ineptitud en las inversiones realizadas (constantes adiciones presupuestales a los contratos e incumplimiento en la entrega de las obras). Las brechas en términos de acceso a servicios, pobreza monetaria y multidimensional y educación se han profundizados en el departamento, en razón a tres condiciones según opinión de CESORE.
La primera radica en la composición sectorial del departamento. En la Tabla 2 se aprecia el crecimiento de cada rama económica y su peso en el departamento. La alta dependencia del departamento de un producto – el carbón- lo restringe a que cómo le vaya al carbón así le va al departamento y este sector sufrió una caída del 33.3% en esos 5 años. Lo que alivió dicha caída estruendosa fue el comportamiento positivo de los otros rubros de la economía cesarense: Agropecuario, Cultura y Recreación, Finanzas y Seguros, TIC y Construcción.
Gran parte de esta caída es debido al cierre y devolución de los títulos mineros de la empresa Prodeco en 2021. En 2019 la empresa produjo 15 de los 52 millones de toneladas de carbón térmico (28.8% del total). Otra de las empresas CNR, también tuvo dificultades en su proceso productivo. De tal manera que hay que seguir insistiendo, como lo viene haciendo CESORE desde hace varios años, en promover la diversificación productiva de la economía del Cesar y dar pasos para una economía post-carbón, mas verde, mas incluyente y mas regenerativa.
Sin embargo, no todo viene explicado por las dinámicas económicas sectoriales. La segunda razón radica en la incapacidad de la ejecución presupuestal para contrarrestar la caída en el sector minero. En el año 2023 el país experimentó una ejecución del gasto público del 85.5%, la más baja en la última década (Tabla 3). El panorama es mucho más desalentador si consideramos que la ejecución en inversión solo fue del 70.5%. De acuerdo a los datos de la Contraloría departamental, El Cesar no es ajeno a la situación nacional. Con una ejecución del gasto inferior a la nacional (77.3%) de 8.2 puntos porcentuales (pp), y de 4.8pp para el caso de la ejecución en inversión (65.7%).
Esto quiere decir que, de cada 100 pesos que presupuestaron para ejecutar en el Cesar, solo 77 fueron efectivamente gastados. Como consecuencia los efectos buscados de los programas sociales y de inversión se ven disminuidos y por ende las brechas de desarrollo económico se ven mucho más ampliadas de lo que serían si se ejecutara todo el monto presupuestado.
Esta es una problemática estructural del departamento, previa a la pandemia. Un informe realizado por el Comité de Seguimiento y Evaluación a la Inversión de las Regalías en el Cesar (Csir), durante la vigencia 2016-2019, mostró que la baja ejecución presupuestal es una constante en el departamento. A pesar de la aprobación de numerosos proyectos de inversión, muchos de ellos no se han completado debido a deficiencias en la planificación y ejecución. Además, la falta de seguimiento y supervisión efectiva ha llevado a retrasos significativos y a la ineficiencia en la utilización de los recursos.
A la fecha muchos de esos proyectos aún siguen con sobrecostos. Se estima que el Centro Cultural del Vallenato (200 mil millones de pesos) costaría 3 veces más que la remodelación del Movistar Arena de Bogotá (70 mil millones de pesos).
Finalmente, una tercera razón radica en la falta de eficiencia y correcta utilización de los recursos. Según la Medición de Desempeño Departamental (MDD) hecha por el DNP en 2021, el departamento del Cesar ocupó el quinto puesto entre los departamentos con menor MDD y el segundo con menor puntaje en la categoría de Ejecución. Este índice evalúa no solo la capacidad de ejecución, sino también de Movilización de Recursos, Gobierno Abierto, Planeación, Gestión y Educación. A lo anterior se la suma la desviación de los recursos. En el Cesar gobernador y Alcaldes han sido condenados por actos de corrupción. Los cuestionamiento de la sociedad civil son permanentes ante la falta de pertinencia del gasto público, en exceso en obras faraónicas y escasa en necesidades básicas insatisfechas.
En conclusión, la combinación de una caída significativa en la producción de carbón, una baja ejecución de políticas públicas y la desviación indebida de recursos ha sumido a la economía del departamento del Cesar en una recesión. La falta de diversificación económica y la ineficiencia en la gestión de los fondos públicos han exacerbado los problemas estructurales, impidiendo una recuperación efectiva post-pandemia.
Para impulsar la recuperación económica del Cesar, reiteramos es crucial implementar una estrategia de diversificación económica que reduzca la dependencia del sector minero de manera gradual. Fomentar el desarrollo de industrias como la agricultura sostenible, el turismo y las tecnologías de la información puede generar nuevas fuentes de empleo y crecimiento. Finalmente, es esencial mejorar el seguimiento y la transparencia en la gestión de recursos públicos. La implementación de mecanismos robustos de auditoría y participación ciudadana garantizará una mayor eficiencia en la ejecución de políticas y proyectos, reduciendo la corrupción y optimizando el uso de los fondos para el desarrollo regional.
Por CESORE
Fernando Herrera Araújo. Director CESORE
Jorge Guerra. Economista CESORE