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Columnista - 14 octubre, 2015

La canasta familiar y el fenómeno del Niño

Grave la situación que se está presentando en los precios de los alimentos por el actual fenómeno climático. Ojalá que esto sea transitorio. Ahora sí es verdad que todo está subiendo y nada baja, y me refiero a la canasta familiar. En materia de artículos alimenticios la gran mayoría de la gente, en especial las […]

Grave la situación que se está presentando en los precios de los alimentos por el actual fenómeno climático. Ojalá que esto sea transitorio.

Ahora sí es verdad que todo está subiendo y nada baja, y me refiero a la canasta familiar. En materia de artículos alimenticios la gran mayoría de la gente, en especial las clases medias y bajas, tendrá que adaptarse a esas imitaciones de lonjas de carne, huevos, de papa, yuca o de verduras, etc., hechos de plásticos, que los comerciantes ponen en el interior de las neveras para hacerlas más atractivas y vendibles. Los precios, y que nadie ignora, han llegado a un punto que debe tener alarmado a rey mundo y todo el mundo. El bolsillo de los vallenatos, y en especial el de los que tienen ingresos medios y bajos, será uno de los más afectados o resentidos porque ellos destinan gran parte de sus ingresos al consumo básico.

En estos momentos, las amas de casa no pueden calcular, ni siquiera aproximadamente, lo que va a costarle la compra del día, porque en el trayecto entre la casa y los supermercados, se ha duplicado el precio de los productos de la canasta familiar. Inclusive juntos con los alimentos, en la canasta básica de los vallenatos, hay muchos artículos más que han elevado sus precios.

¿Hasta dónde vamos a llegar?

Los alimentos ocupan el segundo lugar entre lo que más pesa en la canasta de gastos en nuestra ciudad después de la vivienda. Tendremos que conformarnos y armarnos de coraje. Figúrense que apenas estamos iniciando su mayor intensidad en los meses de noviembre y diciembre y finalizará en el primer trimestre de 2016, por lo que se prevé que los riesgos alcistas sobre la presión de los alimentos permanecerán. ¡Dios mío, ampáranos!

Y como es mi costumbre, trataré otros temitas:

¿Por qué no pondrán unos reductores de velocidad para proteger la integridad del peatón en las dos entradas a la plaza Alfonso López: Carrera 6 esquina con calle 15 y en la carrera 6 con calle 16 esquina? Cruzar una vía como la carrera 4 que no cuenta con suficientes reductores de velocidad, cebras, semáforos, es un riesgo que asumen muchos vallenatos y en especial los estudiantes. Es necesario que la Alcaldía ubique más recipientes para las basuras en el centro de la cuadra. Sigo insistiendo en que los mototaxistas al salir de sus casas dejen una autorización para donar sus órganos en caso de muerte repentina por accidente. Existen 6.000 inscritos en toda la red de donantes. No se imaginan ustedes la cantidad de pacientes que se podrían beneficiar con la donación de sus órganos. Decídanse.

Columnista
14 octubre, 2015

La canasta familiar y el fenómeno del Niño

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Alberto Herazo P.

Grave la situación que se está presentando en los precios de los alimentos por el actual fenómeno climático. Ojalá que esto sea transitorio. Ahora sí es verdad que todo está subiendo y nada baja, y me refiero a la canasta familiar. En materia de artículos alimenticios la gran mayoría de la gente, en especial las […]


Grave la situación que se está presentando en los precios de los alimentos por el actual fenómeno climático. Ojalá que esto sea transitorio.

Ahora sí es verdad que todo está subiendo y nada baja, y me refiero a la canasta familiar. En materia de artículos alimenticios la gran mayoría de la gente, en especial las clases medias y bajas, tendrá que adaptarse a esas imitaciones de lonjas de carne, huevos, de papa, yuca o de verduras, etc., hechos de plásticos, que los comerciantes ponen en el interior de las neveras para hacerlas más atractivas y vendibles. Los precios, y que nadie ignora, han llegado a un punto que debe tener alarmado a rey mundo y todo el mundo. El bolsillo de los vallenatos, y en especial el de los que tienen ingresos medios y bajos, será uno de los más afectados o resentidos porque ellos destinan gran parte de sus ingresos al consumo básico.

En estos momentos, las amas de casa no pueden calcular, ni siquiera aproximadamente, lo que va a costarle la compra del día, porque en el trayecto entre la casa y los supermercados, se ha duplicado el precio de los productos de la canasta familiar. Inclusive juntos con los alimentos, en la canasta básica de los vallenatos, hay muchos artículos más que han elevado sus precios.

¿Hasta dónde vamos a llegar?

Los alimentos ocupan el segundo lugar entre lo que más pesa en la canasta de gastos en nuestra ciudad después de la vivienda. Tendremos que conformarnos y armarnos de coraje. Figúrense que apenas estamos iniciando su mayor intensidad en los meses de noviembre y diciembre y finalizará en el primer trimestre de 2016, por lo que se prevé que los riesgos alcistas sobre la presión de los alimentos permanecerán. ¡Dios mío, ampáranos!

Y como es mi costumbre, trataré otros temitas:

¿Por qué no pondrán unos reductores de velocidad para proteger la integridad del peatón en las dos entradas a la plaza Alfonso López: Carrera 6 esquina con calle 15 y en la carrera 6 con calle 16 esquina? Cruzar una vía como la carrera 4 que no cuenta con suficientes reductores de velocidad, cebras, semáforos, es un riesgo que asumen muchos vallenatos y en especial los estudiantes. Es necesario que la Alcaldía ubique más recipientes para las basuras en el centro de la cuadra. Sigo insistiendo en que los mototaxistas al salir de sus casas dejen una autorización para donar sus órganos en caso de muerte repentina por accidente. Existen 6.000 inscritos en toda la red de donantes. No se imaginan ustedes la cantidad de pacientes que se podrían beneficiar con la donación de sus órganos. Decídanse.