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Columnista - 26 septiembre, 2021

Juegos Bolivarianos 2022

Debemos estar felices quienes queremos esta tierra, ya que en ella se llevarán a cabo los XIX Juegos Deportivos Bolivarianos. Valledupar en calidad de sede principal y Chimichagua como subsede, serán anfitriones de estas justas del 24 junio al 5 de julio del 2022. Es decir, que desde hoy faltan 270 días para esta gran […]

Debemos estar felices quienes queremos esta tierra, ya que en ella se llevarán a cabo los XIX Juegos Deportivos Bolivarianos. Valledupar en calidad de sede principal y Chimichagua como subsede, serán anfitriones de estas justas del 24 junio al 5 de julio del 2022. Es decir, que desde hoy faltan 270 días para esta gran fiesta deportiva.

Hablemos de los juegos: surgieron por iniciativa colombiana para homenajear al Libertador Simón Bolívar, se acordó realizarlos cada cuatro años y dependen de la Organización Deportiva Bolivariana, ODEBO, que a su vez es parte de la Organización Deportiva Panamericana, Panam Sports, filial del Comité Olímpico Internacional; esto quiere decir que son juegos oficiales de gran relevancia y hacen parte del ciclo olímpico.

Los primeros tuvieron a Bogotá como su sede, en agosto de 1938. Colombia los ha organizado en 4 ocasiones: 1938 (Bogotá), 1961 (Barranquilla), 2005 (Armenia y Pereira) y 2017 (Santa Marta). Ahora, en la Ciudad de los Santos Reyes del Valle de Upar realizaremos los quintos Juegos de nuestra historia.

Guatapí, una atlética iguana cesarense, será la mascota que represente esta versión y que amenice la competición. Serán 45 disciplinas las que tendrán lugar en la edición XIX. En las dos últimas justas hemos sido campeones, obteniendo 166 oros en Trujillo, Chiclayo y Lima en 2013, y 213 oros en Santa Marta; en ambas ocasiones la segunda posición la ocupó Venezuela (161 oros en 2013 y 94 en 2017). Han confirmado su participación 11 países: Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana y Venezuela. Se calcula que unos 3.500 atletas defenderán los colores de sus naciones, que 500 árbitros impartirán justicia y que más de dos mil voluntarios se requerirán para que todo salga a pedir de boca.

Hay mucho trabajo por delante, tanto en adecuación de infraestructura como en construcción de nuevas instalaciones. Afranio Luis Restrepo, director General de los Juegos, es el líder de este proyecto de gran envergadura que con el apoyo de la Alcaldía de Valledupar, la Gobernación del Cesar y el Gobierno nacional, tiene que ser exitoso. Auditemos para que se cumpla lo pactado. Por ningún motivo podemos ser inferiores a esta responsabilidad, en 9 meses esta región será la cara amable de Colombia ante gran parte del continente.

Esta columna hace un llamado vehemente para que las diferentes autoridades y fuerzas vivas de la ciudad nos unamos, como una sola fuerza, para apoyar la realización de estos juegos. Valoremos la oportunidad que tenemos, estas justas representan inversión, desarrollo, bienestar para todos.

Y después de su clausura programada para el 5 de julio del 2022, los escenarios deportivos, los hospedajes y lugares de entrenamiento, entre otros, quedarán para ser usados por los vallenatos, por sus familias, por sus niños y jóvenes, por todos. Cuidemos esos lugares, atesorémoslos, sintámonos orgullosos de ellos y defendamos su mantenimiento y apertura al público.

En términos económicos se habla de inversiones por más de 170 mil millones de pesos. Esto genera trabajo, turismo, riqueza, en una región necesitada de todo eso. Pero además Valledupar quedará proyectada para poder realizar eventos de esta envergadura en el futuro, al adquirir un conocimiento técnico propio de estas actividades y con la infraestructura idónea para seguir mostrando al mundo nuestra mejor cara: la de la alegría, la amabilidad, la del vallenato.

¡Vamos Valledupar! ¡Vamos Chimichagua! ¡Vamos Colombia! Dejemos el cuero en esto, unámonos como sociedad para enviar mensajes de paz, de unión, de solidaridad y especialmente de felicidad. Mostremos lo que somos, lo fuertes que podemos llegar a ser y el profundo amor que sentimos por esta región; acojamos al extranjero, recibamos con los brazos abiertos al cachaco, al paisa, al pastuso, al llanero, agradezcamos a Dios por estas bendiciones que estamos recibiendo y dejemos una huella imborrable en los corazones de los deportistas que llegarán ilusionados al Cesar para escribir sus nombres en la historia del deporte.

Durante dos semanas seremos Colombia para el mundo, seremos la gente de mostrar, estaremos en la retina de miles, seremos el ejemplo a seguir.

Gracias a quienes lograron que los Juegos fueran aquí. ¡Gracias mi Valle! ¡A ganarlos Colombia!

Columnista
26 septiembre, 2021

Juegos Bolivarianos 2022

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Jorge Eduardo Ávila

Debemos estar felices quienes queremos esta tierra, ya que en ella se llevarán a cabo los XIX Juegos Deportivos Bolivarianos. Valledupar en calidad de sede principal y Chimichagua como subsede, serán anfitriones de estas justas del 24 junio al 5 de julio del 2022. Es decir, que desde hoy faltan 270 días para esta gran […]


Debemos estar felices quienes queremos esta tierra, ya que en ella se llevarán a cabo los XIX Juegos Deportivos Bolivarianos. Valledupar en calidad de sede principal y Chimichagua como subsede, serán anfitriones de estas justas del 24 junio al 5 de julio del 2022. Es decir, que desde hoy faltan 270 días para esta gran fiesta deportiva.

Hablemos de los juegos: surgieron por iniciativa colombiana para homenajear al Libertador Simón Bolívar, se acordó realizarlos cada cuatro años y dependen de la Organización Deportiva Bolivariana, ODEBO, que a su vez es parte de la Organización Deportiva Panamericana, Panam Sports, filial del Comité Olímpico Internacional; esto quiere decir que son juegos oficiales de gran relevancia y hacen parte del ciclo olímpico.

Los primeros tuvieron a Bogotá como su sede, en agosto de 1938. Colombia los ha organizado en 4 ocasiones: 1938 (Bogotá), 1961 (Barranquilla), 2005 (Armenia y Pereira) y 2017 (Santa Marta). Ahora, en la Ciudad de los Santos Reyes del Valle de Upar realizaremos los quintos Juegos de nuestra historia.

Guatapí, una atlética iguana cesarense, será la mascota que represente esta versión y que amenice la competición. Serán 45 disciplinas las que tendrán lugar en la edición XIX. En las dos últimas justas hemos sido campeones, obteniendo 166 oros en Trujillo, Chiclayo y Lima en 2013, y 213 oros en Santa Marta; en ambas ocasiones la segunda posición la ocupó Venezuela (161 oros en 2013 y 94 en 2017). Han confirmado su participación 11 países: Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana y Venezuela. Se calcula que unos 3.500 atletas defenderán los colores de sus naciones, que 500 árbitros impartirán justicia y que más de dos mil voluntarios se requerirán para que todo salga a pedir de boca.

Hay mucho trabajo por delante, tanto en adecuación de infraestructura como en construcción de nuevas instalaciones. Afranio Luis Restrepo, director General de los Juegos, es el líder de este proyecto de gran envergadura que con el apoyo de la Alcaldía de Valledupar, la Gobernación del Cesar y el Gobierno nacional, tiene que ser exitoso. Auditemos para que se cumpla lo pactado. Por ningún motivo podemos ser inferiores a esta responsabilidad, en 9 meses esta región será la cara amable de Colombia ante gran parte del continente.

Esta columna hace un llamado vehemente para que las diferentes autoridades y fuerzas vivas de la ciudad nos unamos, como una sola fuerza, para apoyar la realización de estos juegos. Valoremos la oportunidad que tenemos, estas justas representan inversión, desarrollo, bienestar para todos.

Y después de su clausura programada para el 5 de julio del 2022, los escenarios deportivos, los hospedajes y lugares de entrenamiento, entre otros, quedarán para ser usados por los vallenatos, por sus familias, por sus niños y jóvenes, por todos. Cuidemos esos lugares, atesorémoslos, sintámonos orgullosos de ellos y defendamos su mantenimiento y apertura al público.

En términos económicos se habla de inversiones por más de 170 mil millones de pesos. Esto genera trabajo, turismo, riqueza, en una región necesitada de todo eso. Pero además Valledupar quedará proyectada para poder realizar eventos de esta envergadura en el futuro, al adquirir un conocimiento técnico propio de estas actividades y con la infraestructura idónea para seguir mostrando al mundo nuestra mejor cara: la de la alegría, la amabilidad, la del vallenato.

¡Vamos Valledupar! ¡Vamos Chimichagua! ¡Vamos Colombia! Dejemos el cuero en esto, unámonos como sociedad para enviar mensajes de paz, de unión, de solidaridad y especialmente de felicidad. Mostremos lo que somos, lo fuertes que podemos llegar a ser y el profundo amor que sentimos por esta región; acojamos al extranjero, recibamos con los brazos abiertos al cachaco, al paisa, al pastuso, al llanero, agradezcamos a Dios por estas bendiciones que estamos recibiendo y dejemos una huella imborrable en los corazones de los deportistas que llegarán ilusionados al Cesar para escribir sus nombres en la historia del deporte.

Durante dos semanas seremos Colombia para el mundo, seremos la gente de mostrar, estaremos en la retina de miles, seremos el ejemplo a seguir.

Gracias a quienes lograron que los Juegos fueran aquí. ¡Gracias mi Valle! ¡A ganarlos Colombia!