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Columnista - 24 mayo, 2020

José Barros y La piragua

‘La piragua’ es una voz caribe–prehispánica utilizada por los indígenas para nombrar unas embarcaciones largas y estrechas, más grandes que las canoas, que navegaban a remos y velas; hechas, generalmente, de una sola pieza, después de horadar un gran tronco de árbol, vaciado a fuego y afilado por las puntas para cortar mejor el agua. […]

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‘La piragua’ es una voz caribe–prehispánica utilizada por los indígenas para nombrar unas embarcaciones largas y estrechas, más grandes que las canoas, que navegaban a remos y velas; hechas, generalmente, de una sola pieza, después de horadar un gran tronco de árbol, vaciado a fuego y afilado por las puntas para cortar mejor el agua.

Los nativos de las costas y ríos de África usaron desde tiempos remotos la misma técnica de fabricación de piraguas, empleada también por indígenas americanos, razón por la cual algunos arqueólogos y científicos tienden a pensar que existió un vínculo, sea comercial o de cualquier otro tipo, que relacionó ambos mundos.

La historia de la canción la cuenta el autor en un reportaje (El Espectador, 8 de febrero de 2004), donde dice: “Después de muchos años de viaje, llegué a mi pueblo, El Banco (1955); ya tenía 40 años, me hice amigo de un zipaquereño, Guillermo Cubillos, quien me contó su deseo de hacer una canoa grande y ancha para llevar pasajeros desde Chimichagua hasta El Banco. Un día, en compañía de otro amigo, lo llevé donde el viejo que tenía un taller de hacer canoas.

Mientras conversábamos, preguntó qué canoa era la que Cubillos quería, y le dije: ¡Una de 12 metros! Y me dijo: ¿Cómo así? ¡Lo que quiere es un buque como el Titanic!… Dijo que costaría 1.800 pesos, Cubillos respondió: No importa, ¡hágala! ¿Cuánto se demora? Y respondió: Como un mes. Terminado ese gran bote, uno de los quince trabajadores del taller, que era pintor, cogió la brocha y le puso el nombre, La Piragua”.

La canción fue compuesta a finales de la década del sesenta del pasado siglo, para la promoción del Festival Nacional de la Cumbia, que el maestro José Barros fundó en su tierra natal. La primera grabación de ‘La Piragua’ la hizo el “Trío Los Inseparables”, de Valledupar, en 1969. El Maestro José Barros vino al Festival Vallenato y conoce a Luis Uribe, uno de los integrantes del Trío. Luego, Gabriel Rumba Romero la graba con su orquesta y la hace un éxito a nivel nacional e internacional.

El escritor Gabriel García Márquez solía decir que ‘La piragua’ es la canción que deben tomar de modelo los jóvenes que aspiren a ser buenos compositores de música popular. Gabo tarareaba estas dos estrofas.

Capoteando el vendaval se estremecía/ e impasible desafiaba la tormenta/ y un ejército de estrellas la seguía/ tachonándola de luz y de leyenda.

El 12 de mayo fue el decimotercer aniversario del fallecimiento del maestro José Benito Barros Palomino (1915-2007). Nacido en El Banco, Magdalena, y considerado uno de los mejores compositores de música popular en Colombia por su prolífica y variada producción, que incluye aires como tango, vals, pasillo, bolero, paseo, merengue, porro, fandango y cumbia.

Entre sus canciones antológicas, se destacan: ‘La piragua’, ‘Navidad negra’, ‘El pescador’, ‘Momposina’, ‘Las pilanderas’, ‘El gallo tuerto’, ‘La llorona loca’, ‘Pesares’ y muchas otras. Para recordar al maestro he tomado como referente ‘La piragua’.

Doce sombras, ahora viejas ya no reman/ ya no cruje el maderamen en el agua/ solo quedan los recuerdos en la arena/ donde yace dormitando la piragua.

Columnista
24 mayo, 2020

José Barros y La piragua

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
José Atuesta Mindiola

‘La piragua’ es una voz caribe–prehispánica utilizada por los indígenas para nombrar unas embarcaciones largas y estrechas, más grandes que las canoas, que navegaban a remos y velas; hechas, generalmente, de una sola pieza, después de horadar un gran tronco de árbol, vaciado a fuego y afilado por las puntas para cortar mejor el agua. […]


‘La piragua’ es una voz caribe–prehispánica utilizada por los indígenas para nombrar unas embarcaciones largas y estrechas, más grandes que las canoas, que navegaban a remos y velas; hechas, generalmente, de una sola pieza, después de horadar un gran tronco de árbol, vaciado a fuego y afilado por las puntas para cortar mejor el agua.

Los nativos de las costas y ríos de África usaron desde tiempos remotos la misma técnica de fabricación de piraguas, empleada también por indígenas americanos, razón por la cual algunos arqueólogos y científicos tienden a pensar que existió un vínculo, sea comercial o de cualquier otro tipo, que relacionó ambos mundos.

La historia de la canción la cuenta el autor en un reportaje (El Espectador, 8 de febrero de 2004), donde dice: “Después de muchos años de viaje, llegué a mi pueblo, El Banco (1955); ya tenía 40 años, me hice amigo de un zipaquereño, Guillermo Cubillos, quien me contó su deseo de hacer una canoa grande y ancha para llevar pasajeros desde Chimichagua hasta El Banco. Un día, en compañía de otro amigo, lo llevé donde el viejo que tenía un taller de hacer canoas.

Mientras conversábamos, preguntó qué canoa era la que Cubillos quería, y le dije: ¡Una de 12 metros! Y me dijo: ¿Cómo así? ¡Lo que quiere es un buque como el Titanic!… Dijo que costaría 1.800 pesos, Cubillos respondió: No importa, ¡hágala! ¿Cuánto se demora? Y respondió: Como un mes. Terminado ese gran bote, uno de los quince trabajadores del taller, que era pintor, cogió la brocha y le puso el nombre, La Piragua”.

La canción fue compuesta a finales de la década del sesenta del pasado siglo, para la promoción del Festival Nacional de la Cumbia, que el maestro José Barros fundó en su tierra natal. La primera grabación de ‘La Piragua’ la hizo el “Trío Los Inseparables”, de Valledupar, en 1969. El Maestro José Barros vino al Festival Vallenato y conoce a Luis Uribe, uno de los integrantes del Trío. Luego, Gabriel Rumba Romero la graba con su orquesta y la hace un éxito a nivel nacional e internacional.

El escritor Gabriel García Márquez solía decir que ‘La piragua’ es la canción que deben tomar de modelo los jóvenes que aspiren a ser buenos compositores de música popular. Gabo tarareaba estas dos estrofas.

Capoteando el vendaval se estremecía/ e impasible desafiaba la tormenta/ y un ejército de estrellas la seguía/ tachonándola de luz y de leyenda.

El 12 de mayo fue el decimotercer aniversario del fallecimiento del maestro José Benito Barros Palomino (1915-2007). Nacido en El Banco, Magdalena, y considerado uno de los mejores compositores de música popular en Colombia por su prolífica y variada producción, que incluye aires como tango, vals, pasillo, bolero, paseo, merengue, porro, fandango y cumbia.

Entre sus canciones antológicas, se destacan: ‘La piragua’, ‘Navidad negra’, ‘El pescador’, ‘Momposina’, ‘Las pilanderas’, ‘El gallo tuerto’, ‘La llorona loca’, ‘Pesares’ y muchas otras. Para recordar al maestro he tomado como referente ‘La piragua’.

Doce sombras, ahora viejas ya no reman/ ya no cruje el maderamen en el agua/ solo quedan los recuerdos en la arena/ donde yace dormitando la piragua.