Como una base para ampliar el conocimiento sobre la flora y fauna y proveer estrategias de conservación en cinco zonas del país (Cesar, Magdalena, Santander, Casanare y Boyacá) nacen siete libros de investigación científica.
Luego de seis años de observación, confrontación y análisis, como parte de un convenio entre Ecopetrol y la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia, salen a la luz siete libros de investigación científica donde se evidencian estudios de biodiversidad desarrollados en los departamentos del Cesar, Magdalena, Santander, Casanare y Boyacá.
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La iniciativa es de alto valor para las comunidades, líderes y docentes rurales, entidades y autoridades ambientales regionales y nacionales, ya que son la base para ampliar el conocimiento sobre la flora y fauna y proveer estrategias de conservación en cinco zonas del país.
Una de las obras donde se hace alusión al Cesar se denomina ‘Biología de anfibios y reptiles en el bosque seco tropical del norte de Colombia’, donde uno de los capítulos se dedica a la restauración del hábitat de la tortuga montañera en peligro de extinción debido a la transformación de su hábitat es lugares como la ciénaga de La Zapatosa en Chimichagua.
Entre las acciones acordadas con las familias que participaron en el proyecto de investigación estuvieron la implementación de cercas vivas, abrevaderos para el ganado, huertos caseros, plantaciones de especies nativas maderables para uso doméstico, acceso al agua para el consumo humano, rotación del ganado, aislamiento de rondas hídricas mediante cercado con alambre, plantación de especies nativas para la restauración, control de quemas, tala selectiva y conservación de playones de cañadas.
“El objetivo de los investigadores fue restaurar el ecosistema para que la supervivencia de la tortuga se dé en condiciones óptimas, acciones orientadas desde la gestión integral de la biodiversidad y no solo en la repoblación de la especie. Este proyecto es un primer esfuerzo por acompañar a la comunidad de Chimichagua en la construcción de acciones comunitarias para avanzar hacia una restauración del hábitat de la tortuga”, manifestó Monica Bayona, líder de biovidersidad de Ecopetrol.
Asimismo se desarrolló la cartilla ‘Tortugas tapaculo y morrocoy: amigas para conocer y conservar’ que reúne información sobre la conservación de dos especies que están en riesgo de extinción y habitan también en la zona del bosque seco tropical de Magdalena y en Gamarra, Cesar.
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Contiene información sobre su forma de vida, lo que comen, cómo se reproducen y las razones por las que están amenazadas: los depredadores naturales como los zorros, algunas aves grandes y la acción de los humanos con la deforestación, las quemas, la falta de agua en sus hábitat, a lo que se suma la comercialización indiscriminada de sus huevos.
Los investigadores concluyen que conservar las tortugas en la zona ayuda también a proteger a otras especies de reptiles y anfibios que habitan en la zonas estudiadas dado que el trabajo que se hizo fue el de compartir información con las comunidades para restaurar las zonas, lo que a su vez facilita la presencia de otros animales.
POR: ANNELISE BARRIGA RAMÍREZ/EL PILÓN
[email protected]
Como una base para ampliar el conocimiento sobre la flora y fauna y proveer estrategias de conservación en cinco zonas del país (Cesar, Magdalena, Santander, Casanare y Boyacá) nacen siete libros de investigación científica.
Luego de seis años de observación, confrontación y análisis, como parte de un convenio entre Ecopetrol y la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia, salen a la luz siete libros de investigación científica donde se evidencian estudios de biodiversidad desarrollados en los departamentos del Cesar, Magdalena, Santander, Casanare y Boyacá.
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La iniciativa es de alto valor para las comunidades, líderes y docentes rurales, entidades y autoridades ambientales regionales y nacionales, ya que son la base para ampliar el conocimiento sobre la flora y fauna y proveer estrategias de conservación en cinco zonas del país.
Una de las obras donde se hace alusión al Cesar se denomina ‘Biología de anfibios y reptiles en el bosque seco tropical del norte de Colombia’, donde uno de los capítulos se dedica a la restauración del hábitat de la tortuga montañera en peligro de extinción debido a la transformación de su hábitat es lugares como la ciénaga de La Zapatosa en Chimichagua.
Entre las acciones acordadas con las familias que participaron en el proyecto de investigación estuvieron la implementación de cercas vivas, abrevaderos para el ganado, huertos caseros, plantaciones de especies nativas maderables para uso doméstico, acceso al agua para el consumo humano, rotación del ganado, aislamiento de rondas hídricas mediante cercado con alambre, plantación de especies nativas para la restauración, control de quemas, tala selectiva y conservación de playones de cañadas.
“El objetivo de los investigadores fue restaurar el ecosistema para que la supervivencia de la tortuga se dé en condiciones óptimas, acciones orientadas desde la gestión integral de la biodiversidad y no solo en la repoblación de la especie. Este proyecto es un primer esfuerzo por acompañar a la comunidad de Chimichagua en la construcción de acciones comunitarias para avanzar hacia una restauración del hábitat de la tortuga”, manifestó Monica Bayona, líder de biovidersidad de Ecopetrol.
Asimismo se desarrolló la cartilla ‘Tortugas tapaculo y morrocoy: amigas para conocer y conservar’ que reúne información sobre la conservación de dos especies que están en riesgo de extinción y habitan también en la zona del bosque seco tropical de Magdalena y en Gamarra, Cesar.
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Contiene información sobre su forma de vida, lo que comen, cómo se reproducen y las razones por las que están amenazadas: los depredadores naturales como los zorros, algunas aves grandes y la acción de los humanos con la deforestación, las quemas, la falta de agua en sus hábitat, a lo que se suma la comercialización indiscriminada de sus huevos.
Los investigadores concluyen que conservar las tortugas en la zona ayuda también a proteger a otras especies de reptiles y anfibios que habitan en la zonas estudiadas dado que el trabajo que se hizo fue el de compartir información con las comunidades para restaurar las zonas, lo que a su vez facilita la presencia de otros animales.
POR: ANNELISE BARRIGA RAMÍREZ/EL PILÓN
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