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Principal - 29 enero, 2020

Invasiones: testimonio del rezago socioeconómico

En los asentamientos humanos ubicados en Bello Horizonte, Altos de Pimienta, Los Guasimales, Tierra Prometida, Las Mercedes y Emmanuel residen más de 12.000 personas que carecen de la prestación de servicios, viven en extrema pobreza e insalubridad que afecta a más del 10 % de los niños que viven en estos territorios.

FOTO/JOAQUÍN RAMÍREZ.
FOTO/JOAQUÍN RAMÍREZ.

En Valledupar 21 lotes son ocupados por asentamientos humanos ilegales que desde hace más de 20 años han proliferado en el municipio según el Fondo de Vivienda de Interés Social y Reforma Urbana de Valledupar, Fonvisocial. Este número puede aumentar porque hay barrios subnormales que no han sido identificados según los profesionales de planeación.

En la capital del Cesar más de 8.000 familias viven en: Los Guasimales, Brisas de La Popa, La Fe, Las Mercedes , Emmanuel, Altos de Pimienta, Francisco Javier, Tierra Prometida, Las Mercedes, Bello Horizonte, entre otras.

Lee también: Sabana uno: protestas por miedo al desalojo

Estos lugares fueron identificados en el 2015 en la actualización del Plan de Ordenamiento Territorial de Valledupar, POT, el cual estipuló que era de carácter urgente solucionar los problemas de legalización urbanística y de títulos de asentamientos informales por medio del artículo 488 del POT, que le da las facultades administrativas al municipio para adquirir los terrenos donde residen estos cesarenses que carecen de una vivienda digna.

Los asentamientos informales están ubicados en las zonas periféricas de la ciudad en las comunas Cinco y Cuatro.

EL PILÓN hizo un recorrido por algunos de estos sectores para constatar la precaria situación en la que viven niños, niñas, adultos mayores y mujeres embarazadas en estos previos a campo abierto, en donde en casas de tablas, plásticos y algunas de concreto residen estos ciudadanos aferrados a la idea una vivienda propia.

LOS GUASIMALES

Esta invasión ubicada al noroccidente de Valledupar que fundada hace 12 años con una población de más de 2.000 habitantes, es uno de los sectores que está en el Plan de Ordenamiento Territorial, POT, debido a que los vallenatos que residen en esta zona de forma ilegal viven en condiciones de pobreza e insalubridad.

Según Sandra Palomino habitante de la invasión Los Guasimales muchos niños y personas discapacitadas viven en este asentamiento humano en donde a diario tienen que enfrentar la inundación de sus viviendas cuando llueve porque las calles no están pavimentadas, malos olores y aguas residuales, por no tener un sistema de alcantarillado y la posibilidad de desalojo que los tiene en ascuas porque no tienen un lugar a donde ir según Palomino.

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La electricidad la adquieren de manera artesanal por medio de troncos inestables que funcionan como postes de energía debido a que no tienen el servicio porque no son un barrio legalizado, según María Aguilar. En las condiciones de pobreza extrema en la que residen estos ciudadanos se les hace imposible adquirir vivienda formal y por ello piden a las autoridades que no los desalojen del único “hogar” que tienen de acuerdo con Aguilar habitante del sector.

FOTO/JOAQUÍN RAMÍREZ

BRISAS DE LA POPA

Este territorio fundado hace nueve años tiene más de 1.800 casas según la comunidad. Mujeres embarazadas, niños y adultos mayores viven en este territorio por la necesidad de una vivienda. Viviana Ortega habitante del sector comenta que invadió el predio porque no tenía opción al no tener un lugar donde vivir.

Las condiciones de pobreza extrema y la falta de oportunidades laborales hacen que muchos de los habitantes de este territorio trabajen como vendedores ambulantes y empleadas domésticas.

En esta zona hay tiendas, locales de venta de ropa y billares que fueron construidos por los mismos ciudadanos al ver la incipiente necesidad de generar ingresos según Zoraida Pabón, quien tiene ocho años viviendo en Brisas de La Popa. La delincuencia común y las riñas es lo que generalmente se presenta en este sector de acuerdo con la Policía Nacional.

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LA FE

Los habitantes de la invasión La Fe ubicada al suroccidente de Valledupar viven en una constante zozobra por el peligro porque sus “humildes ranchos” están ubicados debajo de las cuerdas de alta tensión donde pasa la electricidad.

La proximidad entre los techos de bolsa y láminas de zinc con el cableado es poca y esto ha provocado accidentes de tipo electromagnético, refiere Eli Rangel habitante del sector.

Esta invasión que se fundó hace diez años tiene diversas problemáticas de acuerdo con los habitantes. Cuando llueve las casas improvisadas de estos ciudadanos se inundan porque carecen de un sistema de acueducto. Sumado a esto la acequia Las Mercedes que se encuentra a algunos kilómetros, cuando se desborda también “pone bajo el agua” al sector y por ello de manera constante el barro y malos olores atraen a los mosquitos según la comunidad.

Las 165 familias que viven en esta zona según Rangel esperan que las autoridades les den una vivienda digna si los desalojan porque no tienen a donde ir. La comunidad asegura que la insalubridad en el sector producida por la humedad enferma a los niños.

Las Mercedes

Hace 14 años se fundó esta invasión en la que la mayoría de los hogares viven hasta 12 personas según Luis Orozco líder y habitante más antiguo de esta invasión. En este sector la acequia Las Mercedes pasa por el centro de las viviendas que de manera artesanal con madera, plásticos y láminas de zinc fueron construidas por la comunidad. Sus habitantes aseguran que el cauce trae basuras de los barrios aledaños y esto aumenta la problemática de insalubridad en este predio.

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La falta de un sistema de alcantarillado y la acumulación de basuras son las dos problemáticas que tienen desesperados a estos ciudadanos que claman por unas viviendas estables.

Helena Martínez comenta que las autoridades deben buscarles un lote donde vivir si los van a desalojar porque nadie quiere que lo “humillenofreciéndole un espacio para refugiados cuando ellos ya tienen sus casas.

TIERRA PROMETIDA

En el 2011 fue fundado Tierra Prometida de la mano de unos ciudadanos que llegaron a esta zona sin la posibilidad de obtener una vivienda digna. La comunidad del sector no cuenta con la prestación de los servicios públicos porque no es un sector legalizado, según Orlando Granado habitante de la zona.

De acuerdo con la comunidad 2.000 familias residen en este sector que carece de pavimento, sistema de acueducto y no está en condiciones sanitarias aptas para que los niños y mujeres embarazadas vivan en esta zona. Granado comentó que no le parece justo que las autoridades hayan reconocido el derecho de la propiedad privada y no el de una vivienda digna para una población que necesita una casa donde vivir.

EMMANUEL

Ubicada al sur de la ciudad en esta invasión de cuatro hectáreas que fue fundada en el 2011, residen más de 2.000 personas de acuerdo con el último censo que hizo Manuel Barros presidente de la Junta de Acción Comunal. En este sector la mayoría de los transformadores, líneas bajas y los postes fueron gestionados por la comunidad.

El servicio del agua en algunas casas también es ilegal según un ciudadano que reside en esta invasión. El líder social aseguró que los índices de delincuencia han bajado porque hay más presencia de la Policía Nacional pero persisten los problemas de drogadicción y sustancias psicoactivas que afectan a los niños, y a la juventud, que viven en este territorio.

https://www.instagram.com/tv/B758-KgnBx9/?igshid=imcjaf5hnnt5

POR: NAMIEH DAYANA BAUTE BARRIOS / EL PILÓN
NAMIEHDAYANA @GMAIL.COM

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Invasiones: testimonio del rezago socioeconómico

En los asentamientos humanos ubicados en Bello Horizonte, Altos de Pimienta, Los Guasimales, Tierra Prometida, Las Mercedes y Emmanuel residen más de 12.000 personas que carecen de la prestación de servicios, viven en extrema pobreza e insalubridad que afecta a más del 10 % de los niños que viven en estos territorios.


FOTO/JOAQUÍN RAMÍREZ.
FOTO/JOAQUÍN RAMÍREZ.

En Valledupar 21 lotes son ocupados por asentamientos humanos ilegales que desde hace más de 20 años han proliferado en el municipio según el Fondo de Vivienda de Interés Social y Reforma Urbana de Valledupar, Fonvisocial. Este número puede aumentar porque hay barrios subnormales que no han sido identificados según los profesionales de planeación.

En la capital del Cesar más de 8.000 familias viven en: Los Guasimales, Brisas de La Popa, La Fe, Las Mercedes , Emmanuel, Altos de Pimienta, Francisco Javier, Tierra Prometida, Las Mercedes, Bello Horizonte, entre otras.

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Estos lugares fueron identificados en el 2015 en la actualización del Plan de Ordenamiento Territorial de Valledupar, POT, el cual estipuló que era de carácter urgente solucionar los problemas de legalización urbanística y de títulos de asentamientos informales por medio del artículo 488 del POT, que le da las facultades administrativas al municipio para adquirir los terrenos donde residen estos cesarenses que carecen de una vivienda digna.

Los asentamientos informales están ubicados en las zonas periféricas de la ciudad en las comunas Cinco y Cuatro.

EL PILÓN hizo un recorrido por algunos de estos sectores para constatar la precaria situación en la que viven niños, niñas, adultos mayores y mujeres embarazadas en estos previos a campo abierto, en donde en casas de tablas, plásticos y algunas de concreto residen estos ciudadanos aferrados a la idea una vivienda propia.

LOS GUASIMALES

Esta invasión ubicada al noroccidente de Valledupar que fundada hace 12 años con una población de más de 2.000 habitantes, es uno de los sectores que está en el Plan de Ordenamiento Territorial, POT, debido a que los vallenatos que residen en esta zona de forma ilegal viven en condiciones de pobreza e insalubridad.

Según Sandra Palomino habitante de la invasión Los Guasimales muchos niños y personas discapacitadas viven en este asentamiento humano en donde a diario tienen que enfrentar la inundación de sus viviendas cuando llueve porque las calles no están pavimentadas, malos olores y aguas residuales, por no tener un sistema de alcantarillado y la posibilidad de desalojo que los tiene en ascuas porque no tienen un lugar a donde ir según Palomino.

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La electricidad la adquieren de manera artesanal por medio de troncos inestables que funcionan como postes de energía debido a que no tienen el servicio porque no son un barrio legalizado, según María Aguilar. En las condiciones de pobreza extrema en la que residen estos ciudadanos se les hace imposible adquirir vivienda formal y por ello piden a las autoridades que no los desalojen del único “hogar” que tienen de acuerdo con Aguilar habitante del sector.

FOTO/JOAQUÍN RAMÍREZ

BRISAS DE LA POPA

Este territorio fundado hace nueve años tiene más de 1.800 casas según la comunidad. Mujeres embarazadas, niños y adultos mayores viven en este territorio por la necesidad de una vivienda. Viviana Ortega habitante del sector comenta que invadió el predio porque no tenía opción al no tener un lugar donde vivir.

Las condiciones de pobreza extrema y la falta de oportunidades laborales hacen que muchos de los habitantes de este territorio trabajen como vendedores ambulantes y empleadas domésticas.

En esta zona hay tiendas, locales de venta de ropa y billares que fueron construidos por los mismos ciudadanos al ver la incipiente necesidad de generar ingresos según Zoraida Pabón, quien tiene ocho años viviendo en Brisas de La Popa. La delincuencia común y las riñas es lo que generalmente se presenta en este sector de acuerdo con la Policía Nacional.

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LA FE

Los habitantes de la invasión La Fe ubicada al suroccidente de Valledupar viven en una constante zozobra por el peligro porque sus “humildes ranchos” están ubicados debajo de las cuerdas de alta tensión donde pasa la electricidad.

La proximidad entre los techos de bolsa y láminas de zinc con el cableado es poca y esto ha provocado accidentes de tipo electromagnético, refiere Eli Rangel habitante del sector.

Esta invasión que se fundó hace diez años tiene diversas problemáticas de acuerdo con los habitantes. Cuando llueve las casas improvisadas de estos ciudadanos se inundan porque carecen de un sistema de acueducto. Sumado a esto la acequia Las Mercedes que se encuentra a algunos kilómetros, cuando se desborda también “pone bajo el agua” al sector y por ello de manera constante el barro y malos olores atraen a los mosquitos según la comunidad.

Las 165 familias que viven en esta zona según Rangel esperan que las autoridades les den una vivienda digna si los desalojan porque no tienen a donde ir. La comunidad asegura que la insalubridad en el sector producida por la humedad enferma a los niños.

Las Mercedes

Hace 14 años se fundó esta invasión en la que la mayoría de los hogares viven hasta 12 personas según Luis Orozco líder y habitante más antiguo de esta invasión. En este sector la acequia Las Mercedes pasa por el centro de las viviendas que de manera artesanal con madera, plásticos y láminas de zinc fueron construidas por la comunidad. Sus habitantes aseguran que el cauce trae basuras de los barrios aledaños y esto aumenta la problemática de insalubridad en este predio.

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La falta de un sistema de alcantarillado y la acumulación de basuras son las dos problemáticas que tienen desesperados a estos ciudadanos que claman por unas viviendas estables.

Helena Martínez comenta que las autoridades deben buscarles un lote donde vivir si los van a desalojar porque nadie quiere que lo “humillenofreciéndole un espacio para refugiados cuando ellos ya tienen sus casas.

TIERRA PROMETIDA

En el 2011 fue fundado Tierra Prometida de la mano de unos ciudadanos que llegaron a esta zona sin la posibilidad de obtener una vivienda digna. La comunidad del sector no cuenta con la prestación de los servicios públicos porque no es un sector legalizado, según Orlando Granado habitante de la zona.

De acuerdo con la comunidad 2.000 familias residen en este sector que carece de pavimento, sistema de acueducto y no está en condiciones sanitarias aptas para que los niños y mujeres embarazadas vivan en esta zona. Granado comentó que no le parece justo que las autoridades hayan reconocido el derecho de la propiedad privada y no el de una vivienda digna para una población que necesita una casa donde vivir.

EMMANUEL

Ubicada al sur de la ciudad en esta invasión de cuatro hectáreas que fue fundada en el 2011, residen más de 2.000 personas de acuerdo con el último censo que hizo Manuel Barros presidente de la Junta de Acción Comunal. En este sector la mayoría de los transformadores, líneas bajas y los postes fueron gestionados por la comunidad.

El servicio del agua en algunas casas también es ilegal según un ciudadano que reside en esta invasión. El líder social aseguró que los índices de delincuencia han bajado porque hay más presencia de la Policía Nacional pero persisten los problemas de drogadicción y sustancias psicoactivas que afectan a los niños, y a la juventud, que viven en este territorio.

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POR: NAMIEH DAYANA BAUTE BARRIOS / EL PILÓN
NAMIEHDAYANA @GMAIL.COM