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Columnista - 6 mayo, 2023

Inteligencia Artificial

Los teóricos del siglo XX, como el informático y matemático Alan Turing, imaginaron un futuro en el que las máquinas podrían realizar funciones más rápido que los humanos.

Boton Wpp

Desde la rueda que revolucionó la agricultura hasta el tornillo que unió proyectos de construcción cada vez más complejos y las líneas de ensamblaje robóticas de hoy, las máquinas han hecho posible la vida tal como la conocemos. Sin embargo, a pesar de su utilidad aparentemente infinita, los humanos han temido durante mucho tiempo a las máquinas, más específicamente, la posibilidad de que las máquinas algún día puedan adquirir inteligencia humana y actuar por su cuenta.

Los teóricos del siglo XX, como el informático y matemático Alan Turing, imaginaron un futuro en el que las máquinas podrían realizar funciones más rápido que los humanos. El trabajo de Turing y otros pronto hizo esto realidad. Las calculadoras personales estuvieron ampliamente disponibles en la década de 1970 y, para 2016, el censo de EE. UU. mostró que el 89% de los hogares estadounidenses tenían una computadora. Las máquinas, máquinas inteligentes, ahora son solo una parte ordinaria de nuestras vidas y nuestra cultura. 

Actualmente, estamos frente a una revolución tecnológica que alterará fundamentalmente la forma en que vivimos, trabajamos y nos relacionamos unos con otros. En su escala, alcance y complejidad, la transformación será diferente a todo lo que la humanidad haya experimentado antes. Esta narrativa de desarrollo tecnológico nos ubica en la IV Revolución Industrial y nos convoca a la dialéctica sobre un eje central de ese proceso: la Inteligencia Artificial.  

¿Qué es la inteligencia artificial? En términos generales, la inteligencia artificial (IA) es un campo de estudio y un tipo de tecnología que se caracteriza por el desarrollo y uso de máquinas que son capaces de realizar tareas que normalmente habrían requerido la inteligencia humana. Expertos de Mckinsey plantean que la IA “es la capacidad de una máquina para realizar las funciones cognitivas que asociamos con la mente humana, como percibir, razonar, aprender, interactuar con un entorno, resolver problemas e incluso ejercitar la creatividad”

“La incertidumbre puede intensificar la sensación de amenaza de una situación”, afirma Ema Tanovic, psicóloga del Boston Consulting Group de Filadelfia. Quizá sin darnos cuenta hemos interactuado con la IA: los asistentes de voz como Siri y Alexa, al igual que algunos chatbots de atención al cliente que aparecen para ayudarte a navegar por los sitios web. No obstante, recientemente el future of life Institute publicó una carta apoyada por muchas personas, incluyendo figuras destacadas como el historiador y filósofo Yuval Noah Harari, el experto en IA Joshua Bengio y el empresario Elon Musk. Proponen una pausa de la inteligencia artificial. 

Estos tipos de alertas o requerimientos de despliegue de regulaciones tienen distorsionada la imagen de la Inteligencia Artificial. Según Andrea Martin, Director de Tecnología de IBM para la región DACH “Por un lado, las expectativas puestas en las capacidades de la IA son enormes; por otro lado, también existe el temor de que la Inteligencia Artificial súper inteligente se haga cargo y domine el mundo”

Hollywood ha moldeado especialmente esta imagen de un futuro gobernado por máquinas, con éxitos de taquilla como la serie de películas ‘Terminator’. Sin embargo, las declaraciones de científicos de renombre, como Stephen Hawking, también han perturbado a la gente: “Cuando escucho que la IA nos va a matar en algún momento, solo sacudo la cabeza con consternación”

La IA tiene un enorme potencial para hacer el bien en varios sectores, incluidos la educación, la atención médica y la lucha contra el cambio climático. Naturalmente, son insoslayables los riesgos asociados con la IA, por lo tanto, las empresas y el público en general debemos tener cuidado antes de usar sistemas de IA. Los usuarios siempre debemos verificar que un sistema de IA haya sido diseñado y desarrollado de manera responsable, y que haya sido bien probado. Así mismo, antes de satanizar lo que no es Inteligencia Artificial es mejor indagar sobre el modelo de la Inteligencia generativa y comprender que la IA se ha convertido en una realidad de nuestra vida cotidiana. 

Por Luis Elquis Díaz

Columnista
6 mayo, 2023

Inteligencia Artificial

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Luis Elquis Diaz

Los teóricos del siglo XX, como el informático y matemático Alan Turing, imaginaron un futuro en el que las máquinas podrían realizar funciones más rápido que los humanos.


Desde la rueda que revolucionó la agricultura hasta el tornillo que unió proyectos de construcción cada vez más complejos y las líneas de ensamblaje robóticas de hoy, las máquinas han hecho posible la vida tal como la conocemos. Sin embargo, a pesar de su utilidad aparentemente infinita, los humanos han temido durante mucho tiempo a las máquinas, más específicamente, la posibilidad de que las máquinas algún día puedan adquirir inteligencia humana y actuar por su cuenta.

Los teóricos del siglo XX, como el informático y matemático Alan Turing, imaginaron un futuro en el que las máquinas podrían realizar funciones más rápido que los humanos. El trabajo de Turing y otros pronto hizo esto realidad. Las calculadoras personales estuvieron ampliamente disponibles en la década de 1970 y, para 2016, el censo de EE. UU. mostró que el 89% de los hogares estadounidenses tenían una computadora. Las máquinas, máquinas inteligentes, ahora son solo una parte ordinaria de nuestras vidas y nuestra cultura. 

Actualmente, estamos frente a una revolución tecnológica que alterará fundamentalmente la forma en que vivimos, trabajamos y nos relacionamos unos con otros. En su escala, alcance y complejidad, la transformación será diferente a todo lo que la humanidad haya experimentado antes. Esta narrativa de desarrollo tecnológico nos ubica en la IV Revolución Industrial y nos convoca a la dialéctica sobre un eje central de ese proceso: la Inteligencia Artificial.  

¿Qué es la inteligencia artificial? En términos generales, la inteligencia artificial (IA) es un campo de estudio y un tipo de tecnología que se caracteriza por el desarrollo y uso de máquinas que son capaces de realizar tareas que normalmente habrían requerido la inteligencia humana. Expertos de Mckinsey plantean que la IA “es la capacidad de una máquina para realizar las funciones cognitivas que asociamos con la mente humana, como percibir, razonar, aprender, interactuar con un entorno, resolver problemas e incluso ejercitar la creatividad”

“La incertidumbre puede intensificar la sensación de amenaza de una situación”, afirma Ema Tanovic, psicóloga del Boston Consulting Group de Filadelfia. Quizá sin darnos cuenta hemos interactuado con la IA: los asistentes de voz como Siri y Alexa, al igual que algunos chatbots de atención al cliente que aparecen para ayudarte a navegar por los sitios web. No obstante, recientemente el future of life Institute publicó una carta apoyada por muchas personas, incluyendo figuras destacadas como el historiador y filósofo Yuval Noah Harari, el experto en IA Joshua Bengio y el empresario Elon Musk. Proponen una pausa de la inteligencia artificial. 

Estos tipos de alertas o requerimientos de despliegue de regulaciones tienen distorsionada la imagen de la Inteligencia Artificial. Según Andrea Martin, Director de Tecnología de IBM para la región DACH “Por un lado, las expectativas puestas en las capacidades de la IA son enormes; por otro lado, también existe el temor de que la Inteligencia Artificial súper inteligente se haga cargo y domine el mundo”

Hollywood ha moldeado especialmente esta imagen de un futuro gobernado por máquinas, con éxitos de taquilla como la serie de películas ‘Terminator’. Sin embargo, las declaraciones de científicos de renombre, como Stephen Hawking, también han perturbado a la gente: “Cuando escucho que la IA nos va a matar en algún momento, solo sacudo la cabeza con consternación”

La IA tiene un enorme potencial para hacer el bien en varios sectores, incluidos la educación, la atención médica y la lucha contra el cambio climático. Naturalmente, son insoslayables los riesgos asociados con la IA, por lo tanto, las empresas y el público en general debemos tener cuidado antes de usar sistemas de IA. Los usuarios siempre debemos verificar que un sistema de IA haya sido diseñado y desarrollado de manera responsable, y que haya sido bien probado. Así mismo, antes de satanizar lo que no es Inteligencia Artificial es mejor indagar sobre el modelo de la Inteligencia generativa y comprender que la IA se ha convertido en una realidad de nuestra vida cotidiana. 

Por Luis Elquis Díaz