Este 24 de mayo se cumple un año del fallecimiento de José Antonio Murgas Aponte, reconocido como el ‘padre del Cesar’ por su papel fundamental en la creación administrativa de este departamento, una iniciativa que él mismo relató en su libro ‘La creación del Cesar, memorias de una gesta’, publicado en 2017, donde manifiesta con detalle el proceso legislativo que dio vida a este territorio, en especial el capítulo 3 que EL PILÓN retoma con las palabras de Murgas expuestas en esa obra.
El libro inicia manifestando que “como único parlamentario y vocero de la antigua Provincia de Padilla y de Valledupar en el Congreso”, a José Antonio Murgas le correspondió radicar el proyecto de creación del nuevo departamento en la Secretaría General de la Cámara de Representantes el 7 de septiembre de 1966, con el número de nomenclatura 135. Este fue asignado a la Comisión Primera Constitucional, donde se adoptó el proyecto por su carácter constitucional y se realizó el primer debate.
Finalmente, fue aprobado en la Cámara el 7 de diciembre de 1966, con defensores destacados como los representantes Luis Villar Borda, Carlos Daniel Abello Roca, Tiberio Zúñiga y Nicanor Mena, quienes junto a Murgas enfrentaron los debates hasta lograr la aprobación final.
Propusieron otras capitales
El fallecido congresista relató que durante el primer debate en la Comisión Primera Constitucional, se presentaron voces a favor y en contra, una de ellas fue la de William Namen Habeych, vocero del departamento del Magdalena, quien apoyó la creación del Cesar, pero propuso que la capital fuera El Banco. También intervino Bernardo Silva Gómez, quien planteó que la capital fuera Ocaña, Norte de Santander.
Sin embargo, Murgas defendió con vigor y argumentos técnicos y constitucionales que Valledupar debía ser la capital del nuevo departamento, resaltando su importancia como centro agropecuario, comercial y financiero emergente, sede de grandes empresas algodoneras y epicentro económico de la región. Esto dijo: “Valledupar es la estrella y capital de la revolución agrícola tropical más connotada en la vida nacional”, señalando que en la comarca se sembraban 180.000 hectáreas de algodón, generando más de 250.000 empleos directos e importantes exportaciones a Estados Unidos, Inglaterra, España y Alemania.
Llamado a elegir a Valledupar como capital
Además, resaltó la pujanza de la ciudad en sectores como la ganadería, la industria, la educación y los servicios médicos, y recordó que Valledupar había sido capital histórica de varias entidades regionales. Concluyó su discurso con un llamado a la Comisión: “Levanto mi voz y levanto esta bandera en mis manos para que nazca y brille, con el voto de ustedes, para siempre entre las ciudades capitales del país”.
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El proyecto fue sometido a votación en la Comisión y aprobado por inmensa mayoría. Luego, en la plenaria de la Cámara, a pesar de la oposición de los antioqueños y otros parlamentarios, el proyecto volvió a ser aprobado. En el Senado la iniciativa recibió el respaldo a pesar que hubo oposición de José Ignacio Vives y Manuel Bayona Carrascal, pero pesó el discurso de Alfonso López Michelsen a favor del proyecto que se convirtió en la Ley 25 de 1967, aprobada en el Senado el 7 de junio de 1967, generando una celebración histórica en la Plaza de Bolívar y el capitolio nacional, con la presencia de miles de cesarenses que viajaron para acompañar este momento histórico.
Liderazgo apasionante
A medida que avanza el relato se evidencia que la gesta por la creación del departamento del Cesar fue un proceso arduo, marcado por debates intensos y la defensa apasionada de Murgas, quien enfrentó con respeto y altura parlamentaria todas las intervenciones contrarias. Su liderazgo fue clave para superar las resistencias y consolidar la autonomía administrativa de la región, que hasta entonces formaba parte del departamento del Magdalena. En este libro, Murgas evoca la construcción del mapa físico del departamento, la integración inicial de 12 municipios y la visión de un territorio con identidad propia, que hoy cuenta con 25 municipios.
José Antonio Murgas Aponte nació el 1.º de octubre de 1930 y falleció el 24 de mayo de 2024, su legado como autor de la Ley 25 de 1967 y su incansable labor política para el desarrollo del Cesar lo convirtieron en una figura reconocida por la institucionalidad y la sociedad cesarense. Por el primer aniversario de su fallecimiento, su familia realizará una misa por el eterno descanso de su alma, este sábado 24 de mayo a las 5 p.m. en la parroquia de la Natividad, en Valledupar.
Por Redacción EL PILÓN.
