El tiempo pasa, la indignación se enfría y la situación de los trabajadores y trabajadoras del Instituto de Rehabilitación y Educación Especial del Cesar (Idreec) no mejora. Nada más escandaloso e indignante que a trabajadores que han brindado atención y rehabilitación a niños con discapacidad por muchos años les adeuden 32 meses de salarios, 6 […]
El tiempo pasa, la indignación se enfría y la situación de los trabajadores y trabajadoras del Instituto de Rehabilitación y Educación Especial del Cesar (Idreec) no mejora. Nada más escandaloso e indignante que a trabajadores que han brindado atención y rehabilitación a niños con discapacidad por muchos años les adeuden 32 meses de salarios, 6 meses de seguridad social, primas y cesantías.
Lo que pasa en el Idreec es el reflejo de la indolencia estatal. No es posible que ante los ojos de los ministerios de Trabajo y Salud, Supersalud, Procuraduría y demás instituciones se violen los derechos más básicos de estos trabajadores y ninguna institución diga nada.
Por su parte, el gobernador Monsalvo evade toda responsabilidad en la crisis del Idreec así como lo hizo con el Hospital Rosario Pumarejo. Sin embargo, sabe la opinión pública que la primera autoridad del departamento hace parte de la junta directiva de la Institución y además nombra a la gerente. La crisis del Idreec, que viene hace varios años, coincide con los periodos de gobierno del gobernador y su clan. Entonces, claro que tiene toda responsabilidad política.
Lo más criticable es que no ha habido voluntad económica para destinar recursos al Idreec y sanear sus pasivos. No hay forma de que el plan de saneamiento fiscal de la institución pueda salir adelante, cuando ese plan cuesta 5 mil millones de pesos y la Gobernación solo quiere poner 500 millones. La falta de compromiso presupuestal del ente territorial no ha permitido que el Ministerio de Hacienda dé la viabilidad al plan.
Para bajar la presión, entonces, anuncian unos convenios por $1.700 millones con el Idreec. Pues resulta que es lo mismo que han hecho anteriormente, dejando convenios leoninos para el Idreec, pero muy rentables para la burocracia de la Gobernación. Para que se hagan una idea, un convenio de esos no le deja al Idreec ni para pagar una nómina.
Un ejemplo de ello es el convenio de educación por $881 millones con la gobernación, de los cuales al Idreec le quedaron $105 millones y el resto se fue para los contratistas de la Gobernación con los que pagan cuotas políticas. Tan es así que en este convenio contrataron a una periodista que no se necesitaba pues el Idreec tenía una periodista en su nómina.
El convenio de RBC (Rehabilitación basada en la comunidad) por $300 millones es otro ejemplo. De ese recurso, solo se ejecutaron $165 millones y al Instituto ingresaron $150 millones. De resto, quedaron $130 millones sin ejecutar por error reconocido de la administración departamental.
Otro problema radica en que esos convenios con entes territoriales no son para pagar saldos de vigencias anteriores. Es decir, cubren los 3 a 5 meses que suelen durar pero no pagan los salarios adeudados de meses anteriores que es el principal problema. En fin, lo que se anuncia como gran solución para el Idreec siempre ha sido una forma de legalizar contratación leonina y decir que se le ayuda al Instituto.
Gobernador, lo que necesita el Idreec es inyección de recursos al plan de saneamiento para saldar sus pasivos, recuperar pacientes que migraron a la red privada y una nueva gerencia cercana a los trabajadores y con visión para la venta de servicios.
Ojalá el cielo esté abierto para el Idreec, recupere sus pacientes, reciba inyección de recursos, levante cabeza y rentabilidad financiera para volver a sus años mozos donde atendía a unos 40 mil niños con discapacidad en el Cesar.
@IvanLozanoba
El tiempo pasa, la indignación se enfría y la situación de los trabajadores y trabajadoras del Instituto de Rehabilitación y Educación Especial del Cesar (Idreec) no mejora. Nada más escandaloso e indignante que a trabajadores que han brindado atención y rehabilitación a niños con discapacidad por muchos años les adeuden 32 meses de salarios, 6 […]
El tiempo pasa, la indignación se enfría y la situación de los trabajadores y trabajadoras del Instituto de Rehabilitación y Educación Especial del Cesar (Idreec) no mejora. Nada más escandaloso e indignante que a trabajadores que han brindado atención y rehabilitación a niños con discapacidad por muchos años les adeuden 32 meses de salarios, 6 meses de seguridad social, primas y cesantías.
Lo que pasa en el Idreec es el reflejo de la indolencia estatal. No es posible que ante los ojos de los ministerios de Trabajo y Salud, Supersalud, Procuraduría y demás instituciones se violen los derechos más básicos de estos trabajadores y ninguna institución diga nada.
Por su parte, el gobernador Monsalvo evade toda responsabilidad en la crisis del Idreec así como lo hizo con el Hospital Rosario Pumarejo. Sin embargo, sabe la opinión pública que la primera autoridad del departamento hace parte de la junta directiva de la Institución y además nombra a la gerente. La crisis del Idreec, que viene hace varios años, coincide con los periodos de gobierno del gobernador y su clan. Entonces, claro que tiene toda responsabilidad política.
Lo más criticable es que no ha habido voluntad económica para destinar recursos al Idreec y sanear sus pasivos. No hay forma de que el plan de saneamiento fiscal de la institución pueda salir adelante, cuando ese plan cuesta 5 mil millones de pesos y la Gobernación solo quiere poner 500 millones. La falta de compromiso presupuestal del ente territorial no ha permitido que el Ministerio de Hacienda dé la viabilidad al plan.
Para bajar la presión, entonces, anuncian unos convenios por $1.700 millones con el Idreec. Pues resulta que es lo mismo que han hecho anteriormente, dejando convenios leoninos para el Idreec, pero muy rentables para la burocracia de la Gobernación. Para que se hagan una idea, un convenio de esos no le deja al Idreec ni para pagar una nómina.
Un ejemplo de ello es el convenio de educación por $881 millones con la gobernación, de los cuales al Idreec le quedaron $105 millones y el resto se fue para los contratistas de la Gobernación con los que pagan cuotas políticas. Tan es así que en este convenio contrataron a una periodista que no se necesitaba pues el Idreec tenía una periodista en su nómina.
El convenio de RBC (Rehabilitación basada en la comunidad) por $300 millones es otro ejemplo. De ese recurso, solo se ejecutaron $165 millones y al Instituto ingresaron $150 millones. De resto, quedaron $130 millones sin ejecutar por error reconocido de la administración departamental.
Otro problema radica en que esos convenios con entes territoriales no son para pagar saldos de vigencias anteriores. Es decir, cubren los 3 a 5 meses que suelen durar pero no pagan los salarios adeudados de meses anteriores que es el principal problema. En fin, lo que se anuncia como gran solución para el Idreec siempre ha sido una forma de legalizar contratación leonina y decir que se le ayuda al Instituto.
Gobernador, lo que necesita el Idreec es inyección de recursos al plan de saneamiento para saldar sus pasivos, recuperar pacientes que migraron a la red privada y una nueva gerencia cercana a los trabajadores y con visión para la venta de servicios.
Ojalá el cielo esté abierto para el Idreec, recupere sus pacientes, reciba inyección de recursos, levante cabeza y rentabilidad financiera para volver a sus años mozos donde atendía a unos 40 mil niños con discapacidad en el Cesar.
@IvanLozanoba