Escribir y leer son hábitos que se construyen a diario, no hay nada comparable con abrir un libro en un sofá o en la playa. Sentir el olor de un libro es un elixir muy personal. Qué importantes son los maestros para alcanzar la habitualidad, tuve la fortuna de tener al profesor Humberto González Tapasco en el Colegio Nacional Loperena.
Escribir y leer son hábitos que se construyen a diario, no hay nada comparable con abrir un libro en un sofá o en la playa. Sentir el olor de un libro es un elixir muy personal. Qué importantes son los maestros para alcanzar la habitualidad, tuve la fortuna de tener al profesor Humberto González Tapasco en el Colegio Nacional Loperena. En privado le he manifestado mi agradecimiento, primera vez que lo hago público. También es importante el ejemplo: en mi casa mi papá leía la prensa y revistas deportivas. Con esas lecturas aprendí mucho del fútbol que ha sido mi afición y la sección de columnistas me propuso un objetivo que pude conseguir gracias a la oportunidad de esta casa editorial.
La pasión intensa por hacer las cosas es un valor irrenunciable de Juan Carlos Quintero Castro, no es lucro ni oportunidad, sino el reconocimiento para un vallenato conspicuo que con vuelo propio ha transitado por lo difíciles caminos del mundo empresarial, alcanzando el éxito sin expurgar los aprendizajes de los fracasos. La organización de la primera Feria del Libro en Valledupar, (del jueves 8 al domingo 11 de junio de 2023) ratifica la pasión de Juan Carlos y concibe la vocación de los hombres que en su paso por la vida cosechan legados imitables con capacidad de ser ininterrumpidos.
Jorge Luis Borges dijo: “La literatura no es otra cosa que un sueño dirigido”. Las ferias del libro no son solamente un evento comercial donde confluyen escritores, editoriales y lectores, significan mucho más para el desarrollo de una sociedad. Está comprobado científicamente que la literatura posee un valor social invaluable porque nos hace más empáticos, más dispuestos a escuchar y entender a los otros. Por eso es importante que la literatura no tenga limitaciones es algo que debemos potenciar para que todos tengamos acceso.
El propio Premio Nobel Gabriel García Márquez en una cita que le ha dado la vuelta al mundo sin que quizás muchos -sobre todo fuera de Colombia- entiendan a cabalidad su dimensión y alcance: “Cien años de soledad no es más que un vallenato de 350 páginas”. Como género musical, el vallenato ha permitido el reconocimiento y la preservación de la tradición oral local, fueron los juglares esos héroes sin armadura que como el Mío Cid construyeron historias a través de sus cantares.
Es el vallenato fuente y remembranza para la construcción de historias sacadas del anonimato por las editoriales, incluso llevadas con mucho éxito a la pantalla chica.
La feria del libro en Valledupar es una oportunidad para que, a través de charlas y presentaciones, los asistentes se animen a incrementar su lectura. Asimismo, este tipo de eventos destacan nuestra vocación cultural, estimulan el pensamiento crítico, ensanchan la imaginación y engendran creatividad. Según la Cámara Colombiana del Libro muestra que los hábitos de lectura de los colombianos han mejorado desde 2019, con un promedio nacional de 2,7 títulos al año. Bogotá, supera la cifra con 4,6. Sin embargo, el resultado sigue lejos de países como Canadá, Francia, Estados Unidos, Corea del Sur, España y Portugal. En America Latina, Chile, Perú y Brasil están por encima del promedio colombiano. Todo apunta a que el nivel de lectura está relacionado con el poder adquisitivo.
Es por eso que la Feria del Libro de Valledupar, debe constituirse en motor de arranque para el diseño de los planes de políticas públicas de lectura y de formación de lectores, es decir, una expectativa que responda al sueño de los escritores, las exigencias de las editoriales y al discernimiento de los lectores. La acción sobresaliente de la realización de la feria del libro (felicitaciones para los organizadores), compagina con lo siguiente: Leer es un asunto no sólo de cultura, ni cultivo intelectual, concibe comprensión y describe al buen ciudadano, que en la era de la información y del conocimiento debe tener capacidad de discernimiento y mucho criterio para entender su alrededor.
Escribir y leer son hábitos que se construyen a diario, no hay nada comparable con abrir un libro en un sofá o en la playa. Sentir el olor de un libro es un elixir muy personal. Qué importantes son los maestros para alcanzar la habitualidad, tuve la fortuna de tener al profesor Humberto González Tapasco en el Colegio Nacional Loperena.
Escribir y leer son hábitos que se construyen a diario, no hay nada comparable con abrir un libro en un sofá o en la playa. Sentir el olor de un libro es un elixir muy personal. Qué importantes son los maestros para alcanzar la habitualidad, tuve la fortuna de tener al profesor Humberto González Tapasco en el Colegio Nacional Loperena. En privado le he manifestado mi agradecimiento, primera vez que lo hago público. También es importante el ejemplo: en mi casa mi papá leía la prensa y revistas deportivas. Con esas lecturas aprendí mucho del fútbol que ha sido mi afición y la sección de columnistas me propuso un objetivo que pude conseguir gracias a la oportunidad de esta casa editorial.
La pasión intensa por hacer las cosas es un valor irrenunciable de Juan Carlos Quintero Castro, no es lucro ni oportunidad, sino el reconocimiento para un vallenato conspicuo que con vuelo propio ha transitado por lo difíciles caminos del mundo empresarial, alcanzando el éxito sin expurgar los aprendizajes de los fracasos. La organización de la primera Feria del Libro en Valledupar, (del jueves 8 al domingo 11 de junio de 2023) ratifica la pasión de Juan Carlos y concibe la vocación de los hombres que en su paso por la vida cosechan legados imitables con capacidad de ser ininterrumpidos.
Jorge Luis Borges dijo: “La literatura no es otra cosa que un sueño dirigido”. Las ferias del libro no son solamente un evento comercial donde confluyen escritores, editoriales y lectores, significan mucho más para el desarrollo de una sociedad. Está comprobado científicamente que la literatura posee un valor social invaluable porque nos hace más empáticos, más dispuestos a escuchar y entender a los otros. Por eso es importante que la literatura no tenga limitaciones es algo que debemos potenciar para que todos tengamos acceso.
El propio Premio Nobel Gabriel García Márquez en una cita que le ha dado la vuelta al mundo sin que quizás muchos -sobre todo fuera de Colombia- entiendan a cabalidad su dimensión y alcance: “Cien años de soledad no es más que un vallenato de 350 páginas”. Como género musical, el vallenato ha permitido el reconocimiento y la preservación de la tradición oral local, fueron los juglares esos héroes sin armadura que como el Mío Cid construyeron historias a través de sus cantares.
Es el vallenato fuente y remembranza para la construcción de historias sacadas del anonimato por las editoriales, incluso llevadas con mucho éxito a la pantalla chica.
La feria del libro en Valledupar es una oportunidad para que, a través de charlas y presentaciones, los asistentes se animen a incrementar su lectura. Asimismo, este tipo de eventos destacan nuestra vocación cultural, estimulan el pensamiento crítico, ensanchan la imaginación y engendran creatividad. Según la Cámara Colombiana del Libro muestra que los hábitos de lectura de los colombianos han mejorado desde 2019, con un promedio nacional de 2,7 títulos al año. Bogotá, supera la cifra con 4,6. Sin embargo, el resultado sigue lejos de países como Canadá, Francia, Estados Unidos, Corea del Sur, España y Portugal. En America Latina, Chile, Perú y Brasil están por encima del promedio colombiano. Todo apunta a que el nivel de lectura está relacionado con el poder adquisitivo.
Es por eso que la Feria del Libro de Valledupar, debe constituirse en motor de arranque para el diseño de los planes de políticas públicas de lectura y de formación de lectores, es decir, una expectativa que responda al sueño de los escritores, las exigencias de las editoriales y al discernimiento de los lectores. La acción sobresaliente de la realización de la feria del libro (felicitaciones para los organizadores), compagina con lo siguiente: Leer es un asunto no sólo de cultura, ni cultivo intelectual, concibe comprensión y describe al buen ciudadano, que en la era de la información y del conocimiento debe tener capacidad de discernimiento y mucho criterio para entender su alrededor.