Publicidad
Categorías
Categorías
Columnista - 18 mayo, 2020

¡Felicitaciones maestros!

El Día del maestro es una fecha nacional. En Argentina, el 1º de septiembre, en memoria del fallecimiento de Domingo Faustino Sarmiento (1811–1888), escritor, docente, periodista y estadista, distinguido como el “padre del aula”. En Panamá, 1º de diciembre, para conmemorar el nacimiento de Manuel José Hurtado (1821-1887), docente y defensor de la educación pública […]

El Día del maestro es una fecha nacional. En Argentina, el 1º de septiembre, en memoria del fallecimiento de Domingo Faustino Sarmiento (1811–1888), escritor, docente, periodista y estadista, distinguido como el “padre del aula”. En Panamá, 1º de diciembre, para conmemorar el nacimiento de Manuel José Hurtado (1821-1887), docente y defensor de la educación pública y gratuita.   En Guatemala, 25 de junio y se celebra desde 1944, en homenaje a la maestra y heroína María Chinchilla Recinos, muere en una manifestación pública.

En Colombia, 15 de mayo, se realiza desde 1951, oficializado en el Decreto presidencial 996 (4 de mayo 1951). Que, en su Artículo primero, dice: “Declárase Día Oficial del Educador en Colombia, el día 15 de mayo de cada año, fiesta de San Juan Bautista de La Salle, patrono de todos los maestros y profesores, educadores de la niñez y de la Juventud”.

 San Juan Bautista de La Salle (1651-1719), educador y sacerdote francés, fundó en 1684 en Reims (su pueblo natal) una escuela para la formación de maestros. Es considerado uno de los grandes pensadores y reformadores educativos de todos los tiempos. Fue beatificado el 19 de febrero de 1888 por León XIII, y el 15 de mayo de 1950, el papa Pio XII lo declara patrono de los educadores de la infancia y la juventud.

El magisterio oficial, no obstante que existe una buena cantidad de maestros católicos, San Juan Bautista de La Salle es poco reconocido por los educadores colombianos. No es el santo de su devoción. En este caso, sí se puede decir que el milagro es más importante que el santo, dado que existe una fecha en la cual los estudiantes, directivos y la mayoría de padres de familia, responsables con sus obligaciones y deberes con sus hijos, rinden homenajes de reconocimiento a la destacada labor de los maestros.

El trabajo del educador no es valorado en su justa dimensión por el Estado colombiano, en tanto que todavía persisten bajos salarios y deficiente servicio de salud. El maestro tiene espíritu apostólico, como bien lo afirma el pedagogo Juan Enrique Pestalozzi: “El maestro trabaja como un jornalero, pero su alma no está en el jornal”.  El alma del maestro está en su vocación y en la entrega permanente de descubrir estrategias para optimizar los aprendizajes. 

Los maestros son sembradores de sueños y esperanzas. Luchadores incasables para que sus estudiantes aprendan a mirar por sus propios ojos y desarrollen su talento y capacidad de seres pensantes y creativos. Como dice un estudiante poeta: “No sabíamos por qué el arco iris tiene siete colores, llegaron los maestros y nos lo explicaron. No sabíamos por qué el agua es la única sustancia liquida que al congelarse aumenta de volumen; no sabíamos por qué el pájaro siempre regresa cantando a la rosa, sin importar si las espinas hieran su piel. Tantas cosas que no sabemos y nos explican los maestros o nos motivan a buscar la respuesta”. 

Felicitaciones a los maestros: ustedes nos enseñan el camino y dejan huellas de vida, de luz y de quimeras.

Columnista
18 mayo, 2020

¡Felicitaciones maestros!

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
José Atuesta Mindiola

El Día del maestro es una fecha nacional. En Argentina, el 1º de septiembre, en memoria del fallecimiento de Domingo Faustino Sarmiento (1811–1888), escritor, docente, periodista y estadista, distinguido como el “padre del aula”. En Panamá, 1º de diciembre, para conmemorar el nacimiento de Manuel José Hurtado (1821-1887), docente y defensor de la educación pública […]


El Día del maestro es una fecha nacional. En Argentina, el 1º de septiembre, en memoria del fallecimiento de Domingo Faustino Sarmiento (1811–1888), escritor, docente, periodista y estadista, distinguido como el “padre del aula”. En Panamá, 1º de diciembre, para conmemorar el nacimiento de Manuel José Hurtado (1821-1887), docente y defensor de la educación pública y gratuita.   En Guatemala, 25 de junio y se celebra desde 1944, en homenaje a la maestra y heroína María Chinchilla Recinos, muere en una manifestación pública.

En Colombia, 15 de mayo, se realiza desde 1951, oficializado en el Decreto presidencial 996 (4 de mayo 1951). Que, en su Artículo primero, dice: “Declárase Día Oficial del Educador en Colombia, el día 15 de mayo de cada año, fiesta de San Juan Bautista de La Salle, patrono de todos los maestros y profesores, educadores de la niñez y de la Juventud”.

 San Juan Bautista de La Salle (1651-1719), educador y sacerdote francés, fundó en 1684 en Reims (su pueblo natal) una escuela para la formación de maestros. Es considerado uno de los grandes pensadores y reformadores educativos de todos los tiempos. Fue beatificado el 19 de febrero de 1888 por León XIII, y el 15 de mayo de 1950, el papa Pio XII lo declara patrono de los educadores de la infancia y la juventud.

El magisterio oficial, no obstante que existe una buena cantidad de maestros católicos, San Juan Bautista de La Salle es poco reconocido por los educadores colombianos. No es el santo de su devoción. En este caso, sí se puede decir que el milagro es más importante que el santo, dado que existe una fecha en la cual los estudiantes, directivos y la mayoría de padres de familia, responsables con sus obligaciones y deberes con sus hijos, rinden homenajes de reconocimiento a la destacada labor de los maestros.

El trabajo del educador no es valorado en su justa dimensión por el Estado colombiano, en tanto que todavía persisten bajos salarios y deficiente servicio de salud. El maestro tiene espíritu apostólico, como bien lo afirma el pedagogo Juan Enrique Pestalozzi: “El maestro trabaja como un jornalero, pero su alma no está en el jornal”.  El alma del maestro está en su vocación y en la entrega permanente de descubrir estrategias para optimizar los aprendizajes. 

Los maestros son sembradores de sueños y esperanzas. Luchadores incasables para que sus estudiantes aprendan a mirar por sus propios ojos y desarrollen su talento y capacidad de seres pensantes y creativos. Como dice un estudiante poeta: “No sabíamos por qué el arco iris tiene siete colores, llegaron los maestros y nos lo explicaron. No sabíamos por qué el agua es la única sustancia liquida que al congelarse aumenta de volumen; no sabíamos por qué el pájaro siempre regresa cantando a la rosa, sin importar si las espinas hieran su piel. Tantas cosas que no sabemos y nos explican los maestros o nos motivan a buscar la respuesta”. 

Felicitaciones a los maestros: ustedes nos enseñan el camino y dejan huellas de vida, de luz y de quimeras.