Las zonas erógenas son aquellas partes del cuerpo cuyo estímulo da como resultado la excitación sexual.
Las zonas erógenas son aquellas partes del cuerpo cuyo estímulo da como resultado la excitación sexual. Muchos estudios indican que estimular estas zonas puede conducir al éxtasis. Sin embargo, el desconocimiento sobre las verdaderas zonas erógenas generaliza el cuerpo, como por ejemplo, considerar que las zonas erógenas son los genitales, limitando a vivir una experiencia sexual única e irrepetible.
De acuerdo con un estudio de científicos canadienses, el cuello, los antebrazos y los lugares cercanos a la zona v son los que mayor sensibilidad presentan ante las caricias. Por otra parte, las zonas cercanas al clítoris y los pechos presentan mejor reacción ante las vibraciones o la presión.
Las zonas más erógenas de la mujer de acuerdo con la investigación son: el clítoris, la vagina, los labios, el cuello, los pechos, los pezones, las partes internas de los muslos, las orejas, el perineo y la nuca.
Según la sexóloga estadounidense Laurie Watson, muchas mujeres dan cabida a las relaciones sexuales sin tener un verdadero deseo, pero si las cosas se hacen bien, este acaba apareciendo. Asimismo, señala que no hay que olvidar la gran variedad que posee el cuerpo humano de zonas sexualmente estimulantes, que van desde los hombros hasta el interior de los muslos y la cadera.
Las zonas erógenas son aquellas partes del cuerpo cuyo estímulo da como resultado la excitación sexual.
Las zonas erógenas son aquellas partes del cuerpo cuyo estímulo da como resultado la excitación sexual. Muchos estudios indican que estimular estas zonas puede conducir al éxtasis. Sin embargo, el desconocimiento sobre las verdaderas zonas erógenas generaliza el cuerpo, como por ejemplo, considerar que las zonas erógenas son los genitales, limitando a vivir una experiencia sexual única e irrepetible.
De acuerdo con un estudio de científicos canadienses, el cuello, los antebrazos y los lugares cercanos a la zona v son los que mayor sensibilidad presentan ante las caricias. Por otra parte, las zonas cercanas al clítoris y los pechos presentan mejor reacción ante las vibraciones o la presión.
Las zonas más erógenas de la mujer de acuerdo con la investigación son: el clítoris, la vagina, los labios, el cuello, los pechos, los pezones, las partes internas de los muslos, las orejas, el perineo y la nuca.
Según la sexóloga estadounidense Laurie Watson, muchas mujeres dan cabida a las relaciones sexuales sin tener un verdadero deseo, pero si las cosas se hacen bien, este acaba apareciendo. Asimismo, señala que no hay que olvidar la gran variedad que posee el cuerpo humano de zonas sexualmente estimulantes, que van desde los hombros hasta el interior de los muslos y la cadera.