Las hazañas musicales de Diomedes Díaz siguen vigentes
Se cumplen 12 años de la muerte del cantautor ‘El Cacique de La Junta’, quien supo ganarse el más alto lugar de honor en la música vallenata.
Las historias van quedando regadas en el camino y muchas veces se retoman para que regresen al lado de sus protagonistas, sin poder quedarse escondidas en sus memorias, sino que aparecen como constancia del más grato ejercicio musical llamado Festival de la Leyenda Vallenata, el mismo que desde 1968 regala cantos, versos y poesías.
Dentro de esas historias escondidas en el baúl de los recuerdos, en el año 1974 se inscribió en el concurso de acordeón aficionado Francisco Palencia Barragán, nacido en Planeta Rica, Córdoba, teniendo como acompañantes al cajero Jairo Suárez Reales y al guacharaquero y cantante Diomedes Díaz Maestre.
Para esa época, el acordeonero Francisco Palencia vivía en Valledupar y trabajaba en el lavadero de carros de propiedad de su cuñado Leonidas Guerrero, y frecuentaba el restaurante ‘La cascada’, de Alcides ‘Chide’ Maestre, tío de Diomedes Díaz, quien tenía su negocio ubicado en la Avenida Fundación con transversal 21.
En ese lugar conoció a Diomedes Díaz, notando su inquietud por el folclor vallenato. Así, muchas veces parrandearon y lo convenció de presentarse en el Festival de la Leyenda Vallenata, sin contar con experiencia alguna. De esa manera se atrevieron a concursar sin muchos ensayos, pero teniendo definidas las siguientes canciones. El merengue ‘Los areticos’ (Diomedes Díaz), el paseo ‘La primavera’ (Lorenzo Morales), la puya ‘Pedazo de acordeón’ y el son ‘Mi comadre Consuelo’ (ambas de Alejo Durán).
A ellos les correspondió presentarse en uno de los kioscos, pero los nervios del guacharaquero les jugó una mala pasada en la primera canción que fue el merengue ‘Los areticos’. Cuando iban más allá de la mitad de la presentación y Diomedes Díaz estaba cantando, se le cayó la guacharaca. Tocó parar mientras se bajaba a recogerla.
Después les correspondía el paseo, pero no fueron llamados. Ante esto, el cajero Jairo Suárez Reales anotó. “Nosotros, no tocábamos mucho, esa es la verdad, y solamente íbamos por la fiebre del folclor. Éramos novatos, siempre nos animaba y apoyaba el músico Jairo Vargas López, testigo de estas aventuras musicales”.
Continuó contando sobre el hecho folclórico. “Al no llamarnos, nos fuimos a sentar al lado de la casona de Hernando Molina Céspedes, donde tomamos agua, y después cada uno salió para su casa. Así terminó todo, y cuando nos encontrábamos, nos reíamos de ese suceso”. El cajero recuerda, como si fuera ayer, esa historia que lo marcó de manera positiva. Así se inició, para que, con el paso de los años, se convirtiera en uno de los principales protagonistas del Festival de la Leyenda Vallenata.
Esa rápida presentación de Diomedes Díaz en el Festival de la Leyenda Vallenata, de escasos tres minutos aproximadamente, quedó en el anecdotario sin saber que tiempo después ese joven guacharaquero y cantante se convirtió en el más grande ídolo de las multitudes.
De otra parte, el acordeonero nunca más se presentó en el Festival de la Leyenda Vallenata porque se regresó para su tierra, donde años después en una caseta se encontró con Diomedes Díaz, quien estaba con el acordeonero Nicolás Elías ‘Colacho Mendoza. Entre tragos recordaron aquel suceso que les causó sonrisas porque pagaron la novatada.
Cerrando ese capítulo en aquella ocasión le agradeció a Dios por haber tenido la oportunidad de debutar en el más grande Festival Vallenato de Colombia, y exactamente con ‘El Cacique de La Junta’, personaje a quien conoció dando sus primeros pasos en la música vallenata.
‘Hijo agradecido’
Dos años después de aquella presentación, Diomedes Díaz regresó al Festival de la Leyenda Vallenata y ocupó el tercer puesto en el concurso de canción vallenata inédita con el paseo ‘Hijo agradecido’, ocasión en la cual lo acompañó en el acordeón su tío Martín Maestre, siendo jurados a Lourdes Baute Céspedes, Francisco Calderón, Héctor Arzuaga, Álvaro González Pimienta y Roberto Pavajeau Molina.
En esa oportunidad, el primer lugar lo ocupó el compositor Alonso Fernández Oñate con el merengue ‘Yo soy vallenato’, y el segundo puesto fue para Sergio Moya Molina con la puya ‘La fiesta de los pájaros’.
La canción ‘Hijo agradecido’ la dedicó ‘El Cacique de La Junta’ a sus padres Rafael María Díaz Cataño y Elvira Antonia Maestre Hinojosa, y fue grabada por el conjunto de Pedro García Díaz y Florentino Montero.
“En el mundo no he hallado un obsequio material para poder pagar a mi padre y a mi madre, al instante recuerdo y siento ganas de llorar, al pensar aquellos tiempos que lucharon para criarme”.
Homenaje al maestro Escalona
La última presentación de Diomedes Díaz Maestre en un concurso del Festival de la Leyenda Vallenata sucedió en el año 1987, cuando llegó a la final con el paseo ‘Señor maestro’, dedicado a Rafael Escalona, siendo descalificado porque llevaba publicidad en su camiseta. Dicha canción fue grabada por el mismo Diomedes al lado de Álvaro López en el año 2009, en la producción musical ‘Listo pa’ la foto’.
“Señor Rafael Escalona, Señor maestro reciba un abrazo fuerte de parte mía, yo hace tiempo quería rendirle este homenaje, y hoy en nombre del Valle, quiero hacerle sabé que vivimos contentos, y orgullosos de usted”.
Diomedes Díaz Maestre, en tres ocasiones mostró su talento en el Festival de la Leyenda Vallenata, y después levantó vuelo dándose a conocer en todo el universo vallenato, el cual lo llenó de gloria hasta el final de sus días. Él, era ese artista de alma noble, sensibilidad a flor de piel, comunicador de sentimientos y libre como el viento que nunca se le pudo atrapar.








