Acaba de salir el decreto reglamentario de la Ley 1620 de marzo de 2013, con la cual se crea el “Sistema Nacional de Convivencia Escolar y Formación para el Ejercicio de los Derechos Humanos, la Educación para la Sexualidad y la Prevención y Mitigación de la Violencia Escolar”, ante los múltiples casos de maltrato, discriminación, acoso y deserción escolar ocurridos en las instituciones educativas de Colombia.
Acaba de salir el decreto reglamentario de la Ley 1620 de marzo de 2013, con la cual se crea el “Sistema Nacional de Convivencia Escolar y Formación para el Ejercicio de los Derechos Humanos, la Educación para la Sexualidad y la Prevención y Mitigación de la Violencia Escolar”, ante los múltiples casos de maltrato, discriminación, acoso y deserción escolar ocurridos en las instituciones educativas de Colombia.
El mismo presidente Juan Manuel Santos reveló esta semana, durante la firma protocolaria del decreto reglamentario de la Ley de Convivencia Escolar, que los estudiantes de quinto grado encuentran diversión en ver cómo maltratan a sus compañeros y son testigos de la discriminación.
Además, estas cifras que corresponden a los resultados de la evaluación de competencias ciudadanas de las Pruebas Saber realizadas a estudiantes de tercero, quinto, y noveno grado de 2012, demuestran que cuatro de cada diez estudiantes ha sido víctimas de acoso escolar y dos de cada 10 ha intimidado a un compañero.
Lo bueno de todo lo malo que pasa en los colegios públicos y privados es que esta Ley determina la conformación de Comités nacional, municipales, distritales y departamentales de Convivencia Escolar, en los que deben intervenir las Secretarías de Educación, de Salud, de Cultura y de Gobierno, la Regional o el Centro Zonal del ICBF, Comisarías de Familia, Personerías Distrital o Municipal, el Procurador Regional y el Defensor del Pueblo Regional; así como la Policía de Infancia y Adolescencia, una representación de los rectores de instituciones de carácter oficial y privada que en el Departamento, Municipio o Distrito hayan obtenido los más altos puntajes en las pruebas SABER 11 del año anterior.
Esto significa que todas las entidades antes mencionadas deben asumir su papel y darle dinámica a estos Comité, para que no se queden como letra muerta en el papel, sino que surtan efecto y contribuyan a la formación de ciudadanos activos que aporten a la construcción de una sociedad democrática, participativa, pluralista e intercultural, como lo asegura el Artículo 4 de esta Ley, que también busca articular acciones con el Estado para garantizar la protección integral de los niños, niñas y adolescentes en los espacios educativos; fomentar mecanismos de prevención, protección, detección temprana y denuncia; fortalecer la educación para la paz y contribuir a la prevención del embarazo en la adolescencia y a la reducción de enfermedades de transmisión sexual.
Ambiciosos todos los objetivos de este Sistema Nacional de Convivencia Escolar, que también incluye la creación de una Ruta Especial de Atención para atender casos de violencia escolar, bien sean propiciados por los estudiantes o los docentes.
El matoneo o bullying (acoso escolar) es un tema que compete a todos y aunque, como lo expresó la Ministra de Educación, no va a resolver los problemas de convivencia, sí traza una hoja de ruta que antes no existía para prevenirlos y resolverlos de manera más acertada.
Por eso el llamado a las autoridades de Valledupar y del Cesar para que muestren eficacia a través de estos Comités y puedan crear un ambiente de paz en el interior de los establecimientos educativos, y en especial es una alerta a los padres de familia que desde el hogar deben hacer su mejor esfuerzo por enseñar valores como la tolerancia, el respeto y la humildad a sus hijos. Ya hay Ley de Convivencia Escolar. No hay excusa para no trabajar.
Acaba de salir el decreto reglamentario de la Ley 1620 de marzo de 2013, con la cual se crea el “Sistema Nacional de Convivencia Escolar y Formación para el Ejercicio de los Derechos Humanos, la Educación para la Sexualidad y la Prevención y Mitigación de la Violencia Escolar”, ante los múltiples casos de maltrato, discriminación, acoso y deserción escolar ocurridos en las instituciones educativas de Colombia.
Acaba de salir el decreto reglamentario de la Ley 1620 de marzo de 2013, con la cual se crea el “Sistema Nacional de Convivencia Escolar y Formación para el Ejercicio de los Derechos Humanos, la Educación para la Sexualidad y la Prevención y Mitigación de la Violencia Escolar”, ante los múltiples casos de maltrato, discriminación, acoso y deserción escolar ocurridos en las instituciones educativas de Colombia.
El mismo presidente Juan Manuel Santos reveló esta semana, durante la firma protocolaria del decreto reglamentario de la Ley de Convivencia Escolar, que los estudiantes de quinto grado encuentran diversión en ver cómo maltratan a sus compañeros y son testigos de la discriminación.
Además, estas cifras que corresponden a los resultados de la evaluación de competencias ciudadanas de las Pruebas Saber realizadas a estudiantes de tercero, quinto, y noveno grado de 2012, demuestran que cuatro de cada diez estudiantes ha sido víctimas de acoso escolar y dos de cada 10 ha intimidado a un compañero.
Lo bueno de todo lo malo que pasa en los colegios públicos y privados es que esta Ley determina la conformación de Comités nacional, municipales, distritales y departamentales de Convivencia Escolar, en los que deben intervenir las Secretarías de Educación, de Salud, de Cultura y de Gobierno, la Regional o el Centro Zonal del ICBF, Comisarías de Familia, Personerías Distrital o Municipal, el Procurador Regional y el Defensor del Pueblo Regional; así como la Policía de Infancia y Adolescencia, una representación de los rectores de instituciones de carácter oficial y privada que en el Departamento, Municipio o Distrito hayan obtenido los más altos puntajes en las pruebas SABER 11 del año anterior.
Esto significa que todas las entidades antes mencionadas deben asumir su papel y darle dinámica a estos Comité, para que no se queden como letra muerta en el papel, sino que surtan efecto y contribuyan a la formación de ciudadanos activos que aporten a la construcción de una sociedad democrática, participativa, pluralista e intercultural, como lo asegura el Artículo 4 de esta Ley, que también busca articular acciones con el Estado para garantizar la protección integral de los niños, niñas y adolescentes en los espacios educativos; fomentar mecanismos de prevención, protección, detección temprana y denuncia; fortalecer la educación para la paz y contribuir a la prevención del embarazo en la adolescencia y a la reducción de enfermedades de transmisión sexual.
Ambiciosos todos los objetivos de este Sistema Nacional de Convivencia Escolar, que también incluye la creación de una Ruta Especial de Atención para atender casos de violencia escolar, bien sean propiciados por los estudiantes o los docentes.
El matoneo o bullying (acoso escolar) es un tema que compete a todos y aunque, como lo expresó la Ministra de Educación, no va a resolver los problemas de convivencia, sí traza una hoja de ruta que antes no existía para prevenirlos y resolverlos de manera más acertada.
Por eso el llamado a las autoridades de Valledupar y del Cesar para que muestren eficacia a través de estos Comités y puedan crear un ambiente de paz en el interior de los establecimientos educativos, y en especial es una alerta a los padres de familia que desde el hogar deben hacer su mejor esfuerzo por enseñar valores como la tolerancia, el respeto y la humildad a sus hijos. Ya hay Ley de Convivencia Escolar. No hay excusa para no trabajar.