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Columnista - 29 noviembre, 2024

Estado fallido

El gobierno Petro va logrando su cometido: demostrar, por medio de su falta de gestión, de inoperancia y de su conciencia plena sobre esto, que el Estado colombiano no funciona y por eso, debe ser cambiado.

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Lamento mucho tener que dedicar tiempo a escribir bajo este título. Pero así es, creo, con el corazón en la mano, que el gobierno Petro va logrando su cometido: demostrar, por medio de su falta de gestión, de inoperancia y de su conciencia plena sobre esto, que el Estado colombiano no funciona y por eso, debe ser cambiado. En estos casi 28 meses de gestión, siguiendo paso a paso los preceptos del Foro de Sao Paulo y del Grupo de Puebla, el Gobierno nacional ha dejado de administrar el Estado, de tomar decisiones y ha abandonado lo público para lograr que los múltiples sistemas que están llamados a trabajar articuladamente, colapsen. Desde la reforma administrativa de 1968, adelantada bajo el gobierno de Carlos Lleras Restrepo -liderada, entre otros, por mi querido profesor, ya fallecido, Jaime Vidal Perdomo-, y con la subsecuente llegada del proceso constitucional de 1991, Colombia tenía una ruta de acción clara para todo lo relacionado con el Estado.

Si bien algunos vacíos y fenómenos como la corrupción afectaban la puesta en marcha de dicha propuesta, en general Colombia funcionaba, no se vencían los plazos, no se desconocía la necesidad de alistar partidas y no se dejaba de operar este gran sistema llamado “lo público”. En cambio, ahora, nuestra realidad se ha transformado drásticamente. Miremos nada más estos ejemplos de cómo, el país está al revés…

Desde la campaña presidencial que determinó la nefasta elección de Gustavo Petro, encontramos ejemplos de cómo se manipuló la verdad -con antecedentes recientes como la falsa paz con las FARC, el triunfo del NO, las promesas santistas de no regalar curules a los guerrilleros y de reparar a las víctimas, etc.- para desdibujar el buen gobierno del presidente Duque y dar al traste con un ejemplar manejo de la pandemia -lo que a la postre alejaba a la izquierda de llegar al ejecutivo-. ¿Ustedes se imaginan el posible manejo de una pandemia similar, pero bajo este gobierno? ¡Moriríamos todos!

No habrá que profundizar en cada caso, pero con escribirlos para que los lean, ustedes ya sabrán a lo que me refiero. Miren estas instituciones y recuerden las noticias que las han rodeado desde la posesión de Petro: desfinanciación del ICETEX, gastos excesivos en el Ministerio de Igualdad y Equidad, la falta de gestión de la vicepresidenta Francia Márquez, la terrible pérdida de valor de ECOPETROL, la corrupción en la UNGRD, la inoperancia de las EPS y el desabastecimiento, como nunca, de medicamentos, la pérdida de los Juegos Bolivarianos que debían realizarse en Barranquilla. Estos son algunos ejemplos del caos en el que está sumergido el Estado colombiano, un Estado que antes, gracias a su constitución, era admirado afuera del país y enriquecía otros procesos constituyentes. La situación es crítica.

El gobierno no gobierna, deja cabos sueltos, no gestiona, no enfrenta los problemas, todo se lo achaca a un sistema que ellos califican de perverso, para darlo por terminado. Hasta los sindicatos, cuyas mayorías ayudaron a elegir a Petro, se han visto perjudicados en el día a día por el deseo de mostrar al estado como una organización paquidérmica, tomada por la corrupción y cooptada por prácticas non sanctas que ponen en entredicho el bienestar de todos y la subsistencia de la Colombia que hoy añoramos.

Mientras tanto y para rematar, vamos a requerir, nuevamente, visado para ingresar al Reino Unido, por la avalancha de solicitudes de asilo para los países que lo conforman. Desde el 24 de diciembre de este año entrará en vigor este requisito que nos habían retirado las autoridades inglesas hace 2 años. Ahora el gobierno sale a decir, por medio de Roy Barreras, que la causa se debe a que las solicitudes de asilo han involucrado documentación falsa; pero el verdadero problema está directamente relacionado con el alud de solicitudes de asilo de colombianos que buscan una mejor vida afuera, por culpa de este gobierno. Todos los días miles de compatriotas se despiden de Colombia luego de vivir en el preludio de lo que hoy son Cuba, Nicaragua y Venezuela. ¡Estado fallido!

Por: Jorge Eduardo Ávila

Columnista
29 noviembre, 2024

Estado fallido

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Jorge Eduardo Ávila

El gobierno Petro va logrando su cometido: demostrar, por medio de su falta de gestión, de inoperancia y de su conciencia plena sobre esto, que el Estado colombiano no funciona y por eso, debe ser cambiado.


Lamento mucho tener que dedicar tiempo a escribir bajo este título. Pero así es, creo, con el corazón en la mano, que el gobierno Petro va logrando su cometido: demostrar, por medio de su falta de gestión, de inoperancia y de su conciencia plena sobre esto, que el Estado colombiano no funciona y por eso, debe ser cambiado. En estos casi 28 meses de gestión, siguiendo paso a paso los preceptos del Foro de Sao Paulo y del Grupo de Puebla, el Gobierno nacional ha dejado de administrar el Estado, de tomar decisiones y ha abandonado lo público para lograr que los múltiples sistemas que están llamados a trabajar articuladamente, colapsen. Desde la reforma administrativa de 1968, adelantada bajo el gobierno de Carlos Lleras Restrepo -liderada, entre otros, por mi querido profesor, ya fallecido, Jaime Vidal Perdomo-, y con la subsecuente llegada del proceso constitucional de 1991, Colombia tenía una ruta de acción clara para todo lo relacionado con el Estado.

Si bien algunos vacíos y fenómenos como la corrupción afectaban la puesta en marcha de dicha propuesta, en general Colombia funcionaba, no se vencían los plazos, no se desconocía la necesidad de alistar partidas y no se dejaba de operar este gran sistema llamado “lo público”. En cambio, ahora, nuestra realidad se ha transformado drásticamente. Miremos nada más estos ejemplos de cómo, el país está al revés…

Desde la campaña presidencial que determinó la nefasta elección de Gustavo Petro, encontramos ejemplos de cómo se manipuló la verdad -con antecedentes recientes como la falsa paz con las FARC, el triunfo del NO, las promesas santistas de no regalar curules a los guerrilleros y de reparar a las víctimas, etc.- para desdibujar el buen gobierno del presidente Duque y dar al traste con un ejemplar manejo de la pandemia -lo que a la postre alejaba a la izquierda de llegar al ejecutivo-. ¿Ustedes se imaginan el posible manejo de una pandemia similar, pero bajo este gobierno? ¡Moriríamos todos!

No habrá que profundizar en cada caso, pero con escribirlos para que los lean, ustedes ya sabrán a lo que me refiero. Miren estas instituciones y recuerden las noticias que las han rodeado desde la posesión de Petro: desfinanciación del ICETEX, gastos excesivos en el Ministerio de Igualdad y Equidad, la falta de gestión de la vicepresidenta Francia Márquez, la terrible pérdida de valor de ECOPETROL, la corrupción en la UNGRD, la inoperancia de las EPS y el desabastecimiento, como nunca, de medicamentos, la pérdida de los Juegos Bolivarianos que debían realizarse en Barranquilla. Estos son algunos ejemplos del caos en el que está sumergido el Estado colombiano, un Estado que antes, gracias a su constitución, era admirado afuera del país y enriquecía otros procesos constituyentes. La situación es crítica.

El gobierno no gobierna, deja cabos sueltos, no gestiona, no enfrenta los problemas, todo se lo achaca a un sistema que ellos califican de perverso, para darlo por terminado. Hasta los sindicatos, cuyas mayorías ayudaron a elegir a Petro, se han visto perjudicados en el día a día por el deseo de mostrar al estado como una organización paquidérmica, tomada por la corrupción y cooptada por prácticas non sanctas que ponen en entredicho el bienestar de todos y la subsistencia de la Colombia que hoy añoramos.

Mientras tanto y para rematar, vamos a requerir, nuevamente, visado para ingresar al Reino Unido, por la avalancha de solicitudes de asilo para los países que lo conforman. Desde el 24 de diciembre de este año entrará en vigor este requisito que nos habían retirado las autoridades inglesas hace 2 años. Ahora el gobierno sale a decir, por medio de Roy Barreras, que la causa se debe a que las solicitudes de asilo han involucrado documentación falsa; pero el verdadero problema está directamente relacionado con el alud de solicitudes de asilo de colombianos que buscan una mejor vida afuera, por culpa de este gobierno. Todos los días miles de compatriotas se despiden de Colombia luego de vivir en el preludio de lo que hoy son Cuba, Nicaragua y Venezuela. ¡Estado fallido!

Por: Jorge Eduardo Ávila