La reciente sesión del Concejo Municipal sobre el estado del espacio público en Valledupar fue un ejercicio valioso. La nutrida asistencia de ciudadanos, comerciantes, líderes comunitarios, representantes de vendedores, gremios y medios de comunicación dejó un mensaje claro: la ciudad necesita con urgencia una transformación en la forma como se gestiona y protege el espacio público.
Durante el debate, se coincidió en que seguir enfrentando esta problemática con operativos de fuerza sin alternativas, o permitiendo ocupaciones desbordadas sin control, no ha dado resultado. La ciudad requiere un modelo estructurado que combine legalidad, inclusión social, orden y sostenibilidad.
Fenalco, atendiendo las voces recogidas en este espacio, propuso dos herramientas concretas construidas desde el sentido común y la necesidad real. La primera es convertir la actual Comercializadora Mercabastos en una inmobiliaria municipal. Este cambio no resultaría complejo, pues en la práctica, Mercabastos ya ha dejado de cumplir su función original de comercializadora y su principal actividad actual es precisamente la administración de espacios arrendados a terceros.
Convertirla formalmente en una inmobiliaria municipal permitiría consolidar una entidad técnica, con capacidad de inventariar, administrar y recuperar bienes de uso público como andenes, antejardines, parques, zonas verdes, áreas de cesión, riberas del río y acequias, humedales, etc. Esta figura daría al municipio una herramienta moderna para regular el uso comercial del espacio, establecer pagos justos por uso temporal sin privatizar los bienes, ejercer control, recaudar recursos y reinvertirlos en mantenimiento urbano, formalización y mejoras en infraestructura.
Durante el mismo debate, también fue ampliamente respaldada la idea de aplicar un principio básico de equilibrio: toda ocupación ilegal del espacio público que impida la movilidad peatonal o vehicular, afecte la visibilidad vial o represente un riesgo para la seguridad ciudadana debe ser priorizada para su demolición sin excepción. Pero en aquellos casos donde la ocupación no interrumpa la circulación ni genere riesgo, se puede contemplar un modelo regulado que permita su uso temporal mediante el pago de un canon de arriendo, sin perder el carácter de bien público.
La segunda propuesta consiste en la creación de una Mesa de Espacio Público. Este espacio de diálogo permanente reunirá a comerciantes formales e informales, autoridades municipales, juntas de acción comunal, tránsito, gremios y ciudadanía, con el objetivo de construir consensos sobre el uso del espacio colectivo, diseñar estrategias de reubicación y regulación, y evitar decisiones unilaterales o improvisadas que generen más conflictos que soluciones.
Esta mesa permitirá analizar cada situación desde criterios técnicos y sociales, diferenciando entre ocupaciones por necesidad y casos de aprovechamiento abusivo. Además, será clave para impulsar campañas de cultura ciudadana que promuevan el respeto por el espacio común y la corresponsabilidad en su cuidado.
La sesión del Concejo demostró que en Valledupar existe disposición ciudadana para contribuir a un modelo de ciudad más ordenado y justo. El espacio público no puede seguir siendo una causa de conflicto, ni una zona sin ley. Debe convertirse en un escenario de movilidad segura, desarrollo económico equilibrado y convivencia.
Desde Fenalco reafirmamos nuestro compromiso de seguir trabajando por soluciones que equilibren el progreso comercial con el respeto al entorno urbano y el bienestar colectivo. Con voluntad institucional y participación real, es posible devolverle a Valledupar el orden y la dignidad de sus espacios.
Ricardo Reyes
Fenalco Cesar
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