Colombia está recluida en una Unidad de Cuidados Intensivos -UCI-. El gobierno de Gustavo Petro, que ya cumplió 31 meses -le restan 17 gracias a Dios- tiene al país sumido en el caos, en el abandono y en la desesperanza. Si analizamos diferentes campos de la vida nacional, el balance es el mismo, todos están en UCI.
Colombia está recluida en una Unidad de Cuidados Intensivos -UCI-. El gobierno de Gustavo Petro, que ya cumplió 31 meses -le restan 17 gracias a Dios- tiene al país sumido en el caos, en el abandono y en la desesperanza. Si analizamos diferentes campos de la vida nacional, el balance es el mismo, todos están en UCI.
El sector salud está desfinanciado y clínicas y hospitales han tenido que cerrar y cesar a sus colaboradores por el no pago de las acreencias del Estado. Como la estructura de este sector tiene origen en la Ley 100, en la que la izquierda nada tuvo que ver, lo más sencillo para el ministro de la cartera ha sido entrar en cesación de pagos para hacer colapsar un sistema que, según “The Economist”, estaba considerado como el sexto mejor del planeta; llegó Petro con su progresismo retrógrado y, en una nueva medición realizada a finales del año pasado entre 40 naciones, Colombia quedó como el país en el que es más complejo acceder a citas médicas. En UCI.
Si hablamos de seguridad los resultados no son diferentes. El país está encendido, el hampa -amiga del gobierno-, se mueve libremente por Colombia sin temor de ser aprehendida por los organismos de seguridad. Para ellos hay total impunidad, están sentados en el Congreso, sin hacer nada, viviendo de nuestros impuestos. El Catatumbo, el Cauca, el Valle, Chocó, es decir, el Pacífico y la frontera con Venezuela, se salieron de madre, allá pasa de todo y la gente, amedrentada y abandonada por el Estado, no tiene más opciones que huir y dejarlo todo atrás. Petro tenía que pagar por su elección y así está cumpliéndole a quienes lo apoyaron desde una clandestinidad que ya no necesitan. La seguridad agoniza en una UCI.
El sector educación no se ve mejor. El ICETEX, gracias al cual muchos colombianos pudieron acceder a programas de educación superior, dejó de ayudar a los beneficiados y en vez de condonarles las deudas, como lo prometió Petro en campaña, les aumentó las tasas y redujo la inversión. Todo esto, porque el 30 % de esos recursos llegaba a las universidades privadas y eso no es aceptable para el egresado del Externado de Colombia. La educación, famélica, también está en UCI.
ECOPETROL, la joya de la corona, el principal financiador de programas sociales de los últimos gobiernos, ha perdido su valor de manera absurda, sus utilidades se vieron reducidas en un 21.7 % durante el 2024, caída sistemática en manos de Ricardo Roa que, dicho sea de paso, está cada más empapelado como gerente de la campaña Petro. El sector de los hidrocarburos, del que viven muchos estados, también está recluido en una UCI.
El gabinete se ha convertido en el hazmerreír de Colombia. Allá se dan plomo para ver quién se luce ante el presidente que dicen defender. A Petro le declaran su amor mientras que los ministros se despellejan vivos frente a las cámaras. Esa UCI queda ensangrentada cada que se reúnen dizque a trabajar.
El recaudo de la DIAN, es decir, el de impuestos en Colombia, descendió en un 5.1 %, entre enero y noviembre de 2024, algo más de 13 billones de pesos si lo comparamos con el mismo periodo del 2023. Caótico, menos plata para el gobierno del cambio, el de la gente -igual que el de Samper, en el que la plata de lo social se quedó en manos de los políticos para no enjuiciarlo-. Moribunda en UCI también.
El Ministerio de la Igualdad se cae a pedazos. No ejecutó, no gestionó, costó una millonada y ahora parece que, por errores en su trámite, la Corte Constitucional declaró inexequible la ley que lo creó: Ley 2281 de 2023. Ya fueron a la UCI a ponerle los santos óleos.
Las cifras de desempleo han sido manipuladas por el DANE bajo este gobierno. Consideran que la informalidad es empleo formal, no lo discriminan y los resultados reales son dantescos: 54 % del empleo es informal y en el campo, sector que el gobierno dice proteger y defender, aumenta al 82 %. Nuestros nobles campesinos están al borde del colapso, están en UCI.
Mientras tanto, las relaciones del gobierno Petro con Estados Unidos, con Bogotá y con el pueblo colombiano, no podrían estar peor. Las 3 sufren en una UCI.
Por: Jorge Eduardo Ávila.
Colombia está recluida en una Unidad de Cuidados Intensivos -UCI-. El gobierno de Gustavo Petro, que ya cumplió 31 meses -le restan 17 gracias a Dios- tiene al país sumido en el caos, en el abandono y en la desesperanza. Si analizamos diferentes campos de la vida nacional, el balance es el mismo, todos están en UCI.
Colombia está recluida en una Unidad de Cuidados Intensivos -UCI-. El gobierno de Gustavo Petro, que ya cumplió 31 meses -le restan 17 gracias a Dios- tiene al país sumido en el caos, en el abandono y en la desesperanza. Si analizamos diferentes campos de la vida nacional, el balance es el mismo, todos están en UCI.
El sector salud está desfinanciado y clínicas y hospitales han tenido que cerrar y cesar a sus colaboradores por el no pago de las acreencias del Estado. Como la estructura de este sector tiene origen en la Ley 100, en la que la izquierda nada tuvo que ver, lo más sencillo para el ministro de la cartera ha sido entrar en cesación de pagos para hacer colapsar un sistema que, según “The Economist”, estaba considerado como el sexto mejor del planeta; llegó Petro con su progresismo retrógrado y, en una nueva medición realizada a finales del año pasado entre 40 naciones, Colombia quedó como el país en el que es más complejo acceder a citas médicas. En UCI.
Si hablamos de seguridad los resultados no son diferentes. El país está encendido, el hampa -amiga del gobierno-, se mueve libremente por Colombia sin temor de ser aprehendida por los organismos de seguridad. Para ellos hay total impunidad, están sentados en el Congreso, sin hacer nada, viviendo de nuestros impuestos. El Catatumbo, el Cauca, el Valle, Chocó, es decir, el Pacífico y la frontera con Venezuela, se salieron de madre, allá pasa de todo y la gente, amedrentada y abandonada por el Estado, no tiene más opciones que huir y dejarlo todo atrás. Petro tenía que pagar por su elección y así está cumpliéndole a quienes lo apoyaron desde una clandestinidad que ya no necesitan. La seguridad agoniza en una UCI.
El sector educación no se ve mejor. El ICETEX, gracias al cual muchos colombianos pudieron acceder a programas de educación superior, dejó de ayudar a los beneficiados y en vez de condonarles las deudas, como lo prometió Petro en campaña, les aumentó las tasas y redujo la inversión. Todo esto, porque el 30 % de esos recursos llegaba a las universidades privadas y eso no es aceptable para el egresado del Externado de Colombia. La educación, famélica, también está en UCI.
ECOPETROL, la joya de la corona, el principal financiador de programas sociales de los últimos gobiernos, ha perdido su valor de manera absurda, sus utilidades se vieron reducidas en un 21.7 % durante el 2024, caída sistemática en manos de Ricardo Roa que, dicho sea de paso, está cada más empapelado como gerente de la campaña Petro. El sector de los hidrocarburos, del que viven muchos estados, también está recluido en una UCI.
El gabinete se ha convertido en el hazmerreír de Colombia. Allá se dan plomo para ver quién se luce ante el presidente que dicen defender. A Petro le declaran su amor mientras que los ministros se despellejan vivos frente a las cámaras. Esa UCI queda ensangrentada cada que se reúnen dizque a trabajar.
El recaudo de la DIAN, es decir, el de impuestos en Colombia, descendió en un 5.1 %, entre enero y noviembre de 2024, algo más de 13 billones de pesos si lo comparamos con el mismo periodo del 2023. Caótico, menos plata para el gobierno del cambio, el de la gente -igual que el de Samper, en el que la plata de lo social se quedó en manos de los políticos para no enjuiciarlo-. Moribunda en UCI también.
El Ministerio de la Igualdad se cae a pedazos. No ejecutó, no gestionó, costó una millonada y ahora parece que, por errores en su trámite, la Corte Constitucional declaró inexequible la ley que lo creó: Ley 2281 de 2023. Ya fueron a la UCI a ponerle los santos óleos.
Las cifras de desempleo han sido manipuladas por el DANE bajo este gobierno. Consideran que la informalidad es empleo formal, no lo discriminan y los resultados reales son dantescos: 54 % del empleo es informal y en el campo, sector que el gobierno dice proteger y defender, aumenta al 82 %. Nuestros nobles campesinos están al borde del colapso, están en UCI.
Mientras tanto, las relaciones del gobierno Petro con Estados Unidos, con Bogotá y con el pueblo colombiano, no podrían estar peor. Las 3 sufren en una UCI.
Por: Jorge Eduardo Ávila.