Por Walter Navarro
Cada aporte periodístico es de pensar. Esta vez a los miedos de imágenes petrificados como iconos intocables en mi país. Se me ocurre poner una imagen de tantas que navegan sueltas como fantasmas en nuestro diario político y someter a la crítica pública, un cuento de Gabriel García Márquez. Antes, permíteme, entrar a su mundo subjetivo para ver y evaluar como dice la canción, del grupo Niche “busca por dentro”.
¡Qué ironía! el título incomoda, no lo relacione inmediatamente con usted, tome las cosas con muchas filosofía. La oración proposicional irrita; de pronto, quizás, tal vez o no al que direccione, gerencie, posicione mando o haga parte de la aristocracia gubernamental, porque el pueblo colombiano empobrecido desde la colonia, no le pertenece el espacio que pisa porque lo tiene achicado con tantos gravámenes e impuesto, ¡oh, tierra de olvido!, eso que semanalmente el pueblo come miércoles.
Sorprende respuesta de personas jóvenes y adultos al Novel 1982 a la afirmación, “en este pueblo no hay ladrones “. ¿Cuál idea que viene a mente? muestra de 30 personas y esta la tendencia.
Pueblo sin ladrón no es pueblo.
Tiene que ser la misma familia y eso…
Una gran mentira. Es una sátira.
No donde echarlas. El mismo ramo con distintas ramas
Da risa. En cada rincón hay uno.
Se enmascara algo. Pedradas a ratas de dos patas.
No salir a la calle, pero que hay están.
Los burros se buscan para rascarse.
Sin margen de equivoco, los politiqueros.
Si hay ladrones, el que escribió eso se equivocó.
El que presta y no paga, otra forma de robar.
El saqueo norteamericano a los pueblos tercermundistas.
Los que venden, rifan y negocian con la transnacional riqueza territorial.
Las unidades de salud EPS
La corrupción estatal
La filosofía declara que todas las imágenes padecen la falta tendencia a la petrificación y mi país debe iniciar el pragmatismo nominal significante si tanto eufemismo que disculpa todo en enredos hipócritas.
Llamar las cosas por su nombre; al Sr, Señor; al doctor, Doctor de verdad, pero al ladrón, ladrón al cubo, aunque titulado sea, porque Colombia despierta ala crítica investigativa de desenterrar los gritos que consternan los cielos, mares y tierra.
Al ácido de la crítica disuelve falsas imágenes y mesianismo 20 julieros que por su propio peso caen; modo de operar la imaginación de nuestra época urge y mi patria necesita y debe importar en enseñar a soñar y a distinguir los aspectos de las pesadillas y la verdadera visión de cambio social; para hacer aire, identidad, soberanía, libertad de paz y reconciliación nacional de justicia social.
Si lee, el cuento de G.S.M “en este pueblo no hay ladrones; sabrás porque en este pueblo no hay ladrones…











