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Informe - 20 enero, 2019

En el Cesar el Eln opera con red de apoyos

La zona con mayor presencia del Eln es la del sur del Cesar por su cercanía con el Catatumbo, zona donde históricamente ha hecho presencia esta guerrila.

Pailitas, Chiriguaná y Curumaní han sido atacados por el Eln.
Pailitas, Chiriguaná y Curumaní han sido atacados por el Eln.

La Décima Brigada ha desplegado un dispositivo sobre toda su jurisdicción.

Después del atentado efectuado por el Ejército de Liberación Nacional, Eln en la Escuela de Policía General Santander en la capital del país, que les costó la vida a 21 cadetes, en el departamento del Cesar las autoridades trabajan por mejorar la seguridad.

Ni en medio de las negociaciones el Eln, más allá de cortos ceses al fuego, pararon su accionar, porque incluso, realizaron un paro armado que causó terror en las vías del departamento.

Por eso, ante el levantamiento de la mesa de diálogos y la reactivación de las órdenes de capturas en contra de los negociadores, en el panorama próximo no se visualiza un cese de actividades ilegales del grupo armado, que se convirtió en la principal guerrilla del país y el Cesar una vez las Farc pasaron a ser partido político.
La primera medida en el departamento fue tomada en el comando de la Policía donde aumentaron los controles de seguridad para el ingreso al edificio.

EN EL NORTE LA SERRANÍA; EN EL SUR, EL CATATUMBO

El grupo armado ha tenido incidencia en el Cesar, aunque no cuentan con frentes establecidos en esta región.

Del Cesar, en la zona sur del departamento que hace frontera con el Norte de Santander, históricamente en municipios como Gonzáles, Río de Oro, San Martín, San Alberto, y Aguachica, el Eln ha dejado rastro de su violencia con ataques a la infraestructura vial pero principalmente a las estaciones de policías. “Realmente no hay una estructura organizada en el Cesar, sino que hay que recordar nuestra vecindad en el sur con el Catatumbo, lo cual permite que ellos busquen redes de apoyo y colaboradores que les ayuden en lo logístico”, explicó el general de la Décima Brigada del Ejército, David Bastídas.

En el centro, en la zona rural de Chiriguaná y Curumaní el Eln ha golpeado principalmente a los ganaderos, y se encargaron de la comercialización de drogas alucinógenas. En el tiempo cruel de la violencia, infundieron el terror con vacunas y secuestros. En Pailitas incluso alcanzaron a realizar atentados contra la estación de policía como el que se registró en julio del 2015.

Por los lados del norte, según el General de la Décima Brigada, “su presencia es muy poca; realmente el norte es un corredor de movilidad de ellos sobre la serranía del Perijá”.

Por eso el trabajo del Ejército consiste en desplegar fuerzas operativas en toda la extensión del departamento. “Desde la institución hemos desplegado un dispositivo sobre toda nuestra jurisdicción. Es importante entender que siempre consideramos las amenazas como un todo, es decir, alertas tempranas, operaciones ofensivas sobre áreas críticas, protección y control de puntos estratégicos”, aseguró el general.

La Ruta del Sol es uno de los activos más importantes y que requiere especial protección, según las direcciones del Ejercito, por su valor logístico y por los antecedentes.

TRISTES ANTECEDENTES EN EL CESAR

Una de las situaciones de seguridad más crítica la vivió el departamento durante el paro armado de febrero del 2018. ¿Resultados? Carros incinerados en la mitad de la vía, atentados contra la infraestructura vial y estaciones de policía. “Es importante trabajar en conjunto con las demás fuerzas y en coordinación con la Policía Nacional y sobre todo con la comunidad, fortaleciendo nuestra red de participación ciudadana”, complementó el General.

Por: Deivis Caro / EL PILÓN
[email protected]

Informe
20 enero, 2019

En el Cesar el Eln opera con red de apoyos

La zona con mayor presencia del Eln es la del sur del Cesar por su cercanía con el Catatumbo, zona donde históricamente ha hecho presencia esta guerrila.


Pailitas, Chiriguaná y Curumaní han sido atacados por el Eln.
Pailitas, Chiriguaná y Curumaní han sido atacados por el Eln.

La Décima Brigada ha desplegado un dispositivo sobre toda su jurisdicción.

Después del atentado efectuado por el Ejército de Liberación Nacional, Eln en la Escuela de Policía General Santander en la capital del país, que les costó la vida a 21 cadetes, en el departamento del Cesar las autoridades trabajan por mejorar la seguridad.

Ni en medio de las negociaciones el Eln, más allá de cortos ceses al fuego, pararon su accionar, porque incluso, realizaron un paro armado que causó terror en las vías del departamento.

Por eso, ante el levantamiento de la mesa de diálogos y la reactivación de las órdenes de capturas en contra de los negociadores, en el panorama próximo no se visualiza un cese de actividades ilegales del grupo armado, que se convirtió en la principal guerrilla del país y el Cesar una vez las Farc pasaron a ser partido político.
La primera medida en el departamento fue tomada en el comando de la Policía donde aumentaron los controles de seguridad para el ingreso al edificio.

EN EL NORTE LA SERRANÍA; EN EL SUR, EL CATATUMBO

El grupo armado ha tenido incidencia en el Cesar, aunque no cuentan con frentes establecidos en esta región.

Del Cesar, en la zona sur del departamento que hace frontera con el Norte de Santander, históricamente en municipios como Gonzáles, Río de Oro, San Martín, San Alberto, y Aguachica, el Eln ha dejado rastro de su violencia con ataques a la infraestructura vial pero principalmente a las estaciones de policías. “Realmente no hay una estructura organizada en el Cesar, sino que hay que recordar nuestra vecindad en el sur con el Catatumbo, lo cual permite que ellos busquen redes de apoyo y colaboradores que les ayuden en lo logístico”, explicó el general de la Décima Brigada del Ejército, David Bastídas.

En el centro, en la zona rural de Chiriguaná y Curumaní el Eln ha golpeado principalmente a los ganaderos, y se encargaron de la comercialización de drogas alucinógenas. En el tiempo cruel de la violencia, infundieron el terror con vacunas y secuestros. En Pailitas incluso alcanzaron a realizar atentados contra la estación de policía como el que se registró en julio del 2015.

Por los lados del norte, según el General de la Décima Brigada, “su presencia es muy poca; realmente el norte es un corredor de movilidad de ellos sobre la serranía del Perijá”.

Por eso el trabajo del Ejército consiste en desplegar fuerzas operativas en toda la extensión del departamento. “Desde la institución hemos desplegado un dispositivo sobre toda nuestra jurisdicción. Es importante entender que siempre consideramos las amenazas como un todo, es decir, alertas tempranas, operaciones ofensivas sobre áreas críticas, protección y control de puntos estratégicos”, aseguró el general.

La Ruta del Sol es uno de los activos más importantes y que requiere especial protección, según las direcciones del Ejercito, por su valor logístico y por los antecedentes.

TRISTES ANTECEDENTES EN EL CESAR

Una de las situaciones de seguridad más crítica la vivió el departamento durante el paro armado de febrero del 2018. ¿Resultados? Carros incinerados en la mitad de la vía, atentados contra la infraestructura vial y estaciones de policía. “Es importante trabajar en conjunto con las demás fuerzas y en coordinación con la Policía Nacional y sobre todo con la comunidad, fortaleciendo nuestra red de participación ciudadana”, complementó el General.

Por: Deivis Caro / EL PILÓN
[email protected]