La fábrica alemana de acordeones Honner, por decisión unánime de sus directivos eligió a Emilianito Zuleta Díaz, como emblema de estos instrumentos, que llegaron a nuestro país a finales del siglo XIX, para convertirse en símbolo de nuestra identidad cultural.
Por: Celso Guerrra
La fábrica alemana de acordeones Honner, por decisión unánime de sus directivos eligió a Emilianito Zuleta Díaz, como emblema de estos instrumentos, que llegaron a nuestro país a finales del siglo XIX, para convertirse en símbolo de nuestra identidad cultural.
Fueron fuertes los acordeoneros que estuvieron en la baraja de candidatos, entre los cuales figuraban Alfredo Gutiérrez e Israel Romero. La balanza se inclinó a favor de Zuleta, por su originalidad y autenticidad en la interpretación de los aires vallenatos.
Otro de factores determinantes en la escogencia del nombre de Emiliano, fue la canción, “Mi Acordeón”, que compuso en 1985, con la cual se erigió rey de la Canción Inédita en el Festival Vallenato de ese año, en la que prometió hacerle un monumento a este instrumento, misión que “el Gago de Oro”, 28 años después, delegó a los representantes de la Honner, en su próxima venida a Valledupar.
El acordeón diatónico, ‘Emiliano Zuleta’, que producirá Honner, se venderá en todo el mundo, y esta exaltación comprometerá a nuestro acordeonero a dictar charlas y talleres donde sea llamado, y asesorará a los fabricantes en nuevos sonidos. Por este concepto, Mile, recibirá una excelente bonificación.
Los alemanes usarán el nombre de Emilianito Zuleta comercialmente para aumentar sus ventas, por lo que muchas personas en el mundo se interesarán en conocer sus orígenes y vida, lo que repercutirá además para el folclor vallenato y la región.
Valledupar está en mora de tributar honores a nuestros baluartes musicales, no es justo que los reconocimientos estén asignados para políticos o personajes como extranjeros que nos invadieron y depredaron nuestras riquezas. Nuestros héroes son los juglares como Emiliano, que dieron todo de sí, para sacar adelante, no solo su familia, si no el desarrollo de una región.
A pesar de dos Grammys, 50 discos grabados, aproximadamente, Emilianito, no ha sido Rey Vallenato Profesional pero sí Rey de la Canción Inédita, 1985 y Rey de Reyes en 1987, con la canción “Mi Pobre Valle”. A través de este concurso, Emiliano, mostró su lado humano, al donar el premio, en ambas ocasiones, a las Hermanitas de la Caridad.
Zuleta Díaz, hizo gala de su casta, en 1969, cuando compuso “La Herencia”, en agradecimiento al legado musical de su papá, Emiliano Zuleta Baquero, quien grabó ese mismo año, en su voz y acordeón,- todavía no había liderazgo del cantante-, apadrinado por su contendor, de ocasión, Alfredo Gutiérrez, quien era director artístico de “Codiscos”, y confió en el futuro de este artista, que hoy es orgullo de nuestro folclor.
La fábrica alemana de acordeones Honner, por decisión unánime de sus directivos eligió a Emilianito Zuleta Díaz, como emblema de estos instrumentos, que llegaron a nuestro país a finales del siglo XIX, para convertirse en símbolo de nuestra identidad cultural.
Por: Celso Guerrra
La fábrica alemana de acordeones Honner, por decisión unánime de sus directivos eligió a Emilianito Zuleta Díaz, como emblema de estos instrumentos, que llegaron a nuestro país a finales del siglo XIX, para convertirse en símbolo de nuestra identidad cultural.
Fueron fuertes los acordeoneros que estuvieron en la baraja de candidatos, entre los cuales figuraban Alfredo Gutiérrez e Israel Romero. La balanza se inclinó a favor de Zuleta, por su originalidad y autenticidad en la interpretación de los aires vallenatos.
Otro de factores determinantes en la escogencia del nombre de Emiliano, fue la canción, “Mi Acordeón”, que compuso en 1985, con la cual se erigió rey de la Canción Inédita en el Festival Vallenato de ese año, en la que prometió hacerle un monumento a este instrumento, misión que “el Gago de Oro”, 28 años después, delegó a los representantes de la Honner, en su próxima venida a Valledupar.
El acordeón diatónico, ‘Emiliano Zuleta’, que producirá Honner, se venderá en todo el mundo, y esta exaltación comprometerá a nuestro acordeonero a dictar charlas y talleres donde sea llamado, y asesorará a los fabricantes en nuevos sonidos. Por este concepto, Mile, recibirá una excelente bonificación.
Los alemanes usarán el nombre de Emilianito Zuleta comercialmente para aumentar sus ventas, por lo que muchas personas en el mundo se interesarán en conocer sus orígenes y vida, lo que repercutirá además para el folclor vallenato y la región.
Valledupar está en mora de tributar honores a nuestros baluartes musicales, no es justo que los reconocimientos estén asignados para políticos o personajes como extranjeros que nos invadieron y depredaron nuestras riquezas. Nuestros héroes son los juglares como Emiliano, que dieron todo de sí, para sacar adelante, no solo su familia, si no el desarrollo de una región.
A pesar de dos Grammys, 50 discos grabados, aproximadamente, Emilianito, no ha sido Rey Vallenato Profesional pero sí Rey de la Canción Inédita, 1985 y Rey de Reyes en 1987, con la canción “Mi Pobre Valle”. A través de este concurso, Emiliano, mostró su lado humano, al donar el premio, en ambas ocasiones, a las Hermanitas de la Caridad.
Zuleta Díaz, hizo gala de su casta, en 1969, cuando compuso “La Herencia”, en agradecimiento al legado musical de su papá, Emiliano Zuleta Baquero, quien grabó ese mismo año, en su voz y acordeón,- todavía no había liderazgo del cantante-, apadrinado por su contendor, de ocasión, Alfredo Gutiérrez, quien era director artístico de “Codiscos”, y confió en el futuro de este artista, que hoy es orgullo de nuestro folclor.