Bueno, comencemos por describir a vuelo de pájaro lo que es la salchipapa: son salchichas en rodaja bañadas con mayonesa, kétchup, papas fritas, queso, salsa rosada; a veces el preparador se inspira y le agrega toda clase de ingredientes, y la acompañan nada menos que con litro y medio de gaseosa negra, delicia apetitosa para los infantes que lo consumen vorazmente; claro, también muchos adultos lo consumen atragantándose.
Pensé en las fritangas, imperio del colesterol, y me dije: aquello es peor; lo cierto y en síntesis es que ambos negocios siguen pujantes, viento en popa.
¿Por qué vallenato Salchipapa? Interpretando al autor del título, Tomás Alfonso Zuleta, papá de todos los cantantes hoy en día, explica la metáfora de la siguiente manera: la comida de monte, por ejemplo, uno similar a los que él coloca: el lomo fino de un venado asado a la brasa con solo sal, es un alimento que da vida; la salchipapa, debido a su condimentación y pocas proteínas, es bomba nuclear para la gastritis, presión arterial, úlceras. El vallenato Salchipapa es un mejunje de ritmos. La verdad sea dicha: a ellos los mantenía a flote Omar Geles.
Es admirable hacerse famosos solo cantando repertorio ajeno y aun así contar con el aval del público, pero es contradictorio ir a grabar y entonces solo grabar salchipapa y no grabar lo que les dio el reconocimiento; esto ocurre porque unos personajes llamados “productores”, que son una “élite” que se creen por encima del vallenato clásico tradicional, ciertamente son conocedores de la música y fueron ellos los que propagaron la idea de que había que hacer evolucionar el vallenato, estando nuestra música tradicional en su mejor momento, abriendo puertas en otros países; ellos encaminaron a las nuevas promesas por una falsa evolución, ni ellos mismos saben hacia dónde orientar esa evolución.
Creo que se trataba de mezclar varios ritmos, pero eso es muy viejo y no hace evolucionar nada. Eso lo hizo Pacho Galán hace más de 70 años. A veces sospechamos que, al parecer, la evolución apuntaba hacia el reguetón; Dios quiera que no, porque sería un descalabro evolucionar hacia una música que es del ombligo para abajo y huele a calzoncillo sucio en burdel de mala muerte. Dios mío, líbranos de Bad Bunny.
El vallenato sigue siendo una música de alto nivel. Oscar Gamarra, José Darío Orozco, aquí estamos, no nos hemos ido, a la orden, con tal de respaldar nuestro folclor, hasta gratis las canciones, al menos para ustedes.
Por: Rosendo Romero Ospino.












