Maduro también recibió otro golpe de 22 países y la Unión Europea, que exigen claridad en los resultados electorales.
Maduro sigue hundiéndose en el Titanic mientras la orquesta sigue tocando. Esta semana fue muy movida. La OEA aprobó por consenso una fuerte resolución que exige a la tiranía de Maduro una verificación imparcial de las elecciones, respeto a los derechos humanos y protección a las sedes diplomáticas en el país. Maduro también recibió otro golpe de 22 países y la Unión Europea, que exigen claridad en los resultados electorales. Hasta Pablo Iglesias, líder de la izquierda española, pidió a Maduro publicar las actas del 28J ante las “dudas legítimas” sobre este proceso. Por su parte, las marchas en el mundo y en Venezuela convocadas por María Corina fueron numerosas. Hoy, el mundo está con Venezuela; el discurso de María Corina ante una gran convocatoria fue corajudo y valeroso.
A pesar de la represión, la gente salió y seguirá saliendo a reclamar la victoria. La respuesta de Maduro puede considerarse la de un demente, pero no es así; él está acudiendo a una vieja estrategia que le llega a su base más ignorante: mostrarse cerca de Dios, enfrentado al demonio y siendo el salvador. Es lo que hacen muchos falsos profetas y pastores para adoctrinar a la gente. La represión continúa, el sábado hubo muchos más capturados; pretendían apresar a María Corina, pero solo se quedaron con el camión de María Corina, donde ella habló a la gente. Tomaron preso al conductor. En fin, ya no saben qué más hacer. Como con María Corina no ha podido, busca quebrar a Edmundo González, pero desde la oposición la estrategia es acertada: protegerlo, porque él es el presidente elegido y no se puede arriesgar a un atentado, mientras María Corina sale y enfrenta a un tirano desesperado. Lula se nota aburrido con esta situación y prácticamente saltó del Titanic al decir que es un régimen desagradable. Petro ya ni habla de Venezuela, y López Obrador no ha vuelto a aparecer. Este grupo se quedó sin salida para seguir defendiendo a Maduro.
¿Hasta cuándo aguantará Venezuela con este pulso? La situación sigue dependiendo de los militares, que ya comienzan a salir por el desacato a reprimir a la gente, como ocurrió esta semana con dos altos oficiales. Venezuela vive horas cruciales, en una situación sin salida que cada día hunde más al país. El Titanic sigue su marcha hacia el fondo.
Por Jacobo Solano Cerchiaro
Maduro también recibió otro golpe de 22 países y la Unión Europea, que exigen claridad en los resultados electorales.
Maduro sigue hundiéndose en el Titanic mientras la orquesta sigue tocando. Esta semana fue muy movida. La OEA aprobó por consenso una fuerte resolución que exige a la tiranía de Maduro una verificación imparcial de las elecciones, respeto a los derechos humanos y protección a las sedes diplomáticas en el país. Maduro también recibió otro golpe de 22 países y la Unión Europea, que exigen claridad en los resultados electorales. Hasta Pablo Iglesias, líder de la izquierda española, pidió a Maduro publicar las actas del 28J ante las “dudas legítimas” sobre este proceso. Por su parte, las marchas en el mundo y en Venezuela convocadas por María Corina fueron numerosas. Hoy, el mundo está con Venezuela; el discurso de María Corina ante una gran convocatoria fue corajudo y valeroso.
A pesar de la represión, la gente salió y seguirá saliendo a reclamar la victoria. La respuesta de Maduro puede considerarse la de un demente, pero no es así; él está acudiendo a una vieja estrategia que le llega a su base más ignorante: mostrarse cerca de Dios, enfrentado al demonio y siendo el salvador. Es lo que hacen muchos falsos profetas y pastores para adoctrinar a la gente. La represión continúa, el sábado hubo muchos más capturados; pretendían apresar a María Corina, pero solo se quedaron con el camión de María Corina, donde ella habló a la gente. Tomaron preso al conductor. En fin, ya no saben qué más hacer. Como con María Corina no ha podido, busca quebrar a Edmundo González, pero desde la oposición la estrategia es acertada: protegerlo, porque él es el presidente elegido y no se puede arriesgar a un atentado, mientras María Corina sale y enfrenta a un tirano desesperado. Lula se nota aburrido con esta situación y prácticamente saltó del Titanic al decir que es un régimen desagradable. Petro ya ni habla de Venezuela, y López Obrador no ha vuelto a aparecer. Este grupo se quedó sin salida para seguir defendiendo a Maduro.
¿Hasta cuándo aguantará Venezuela con este pulso? La situación sigue dependiendo de los militares, que ya comienzan a salir por el desacato a reprimir a la gente, como ocurrió esta semana con dos altos oficiales. Venezuela vive horas cruciales, en una situación sin salida que cada día hunde más al país. El Titanic sigue su marcha hacia el fondo.
Por Jacobo Solano Cerchiaro