La calle 16 B entre carrera 11 y 12 es donde más concurren los habitantes de calle, precisamente donde está una de las entradas a la Institución Educativa.
La calle 16 B entre carreras 11 y 12 de Valledupar, donde convergen el Colegio Nacional Loperena, la iglesia Las Tres Aves María y el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, se ha convertido en un espacio de hábitat para los indigentes que hacen vida en esta capital. Al parecer, la situación se agrava por el funcionamiento de un comedor comunitario para personas en condición de calle, el cual es administrado por dicha iglesia católica.
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El rector del Colegio Nacional Loperena, Gonzalo Quiroz, indicó que esto se ha convertido en un tema de salud pública que debe ser abordado por la Alcaldía de Valledupar, tomando en cuenta que son menores de edad y toda la comunidad educativa los que se ven afectados.
Diariamente los habitantes de calle realizan todo tipo de actividades a las afueras del claustro educativo como consumir sustancias estupefacientes, necesidades fisiológicas (orinar y defecar), pelear entre ellos, arrojar basuras y otras.
“Mientras le sigan dando la comida y no haya programas de rehabilitación se va a seguir presentando lo mismo. El Bienestar Familiar tampoco ha hecho nada sabiendo que hay aquí menores de edad y que el derecho de ellos prima sobre el derecho de esos adultos consumidores”, dijo el rector Gonzalo Quiroz.
Destacó que la problemática es las 24 horas del día los siete días de la semana, lo cual ya es de conocimiento de la Secretaría de Gobierno y Secretaría de Salud Municipal.
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“Esto es una queja constante de los padres de familia en cada reunión que realizamos y da la sensación que uno no hace nada, pero no tenemos la competencia para hacerlo porque mi jurisdicción es del portón para adentro. Es una problemática que amerita una intervención jurídica y urgente de la administración municipal”, puntualizó el rector Quiroz.
Frente a esto, la Secretaría de Salud Municipal informó que realizaron una reunión con diferentes actores que tienen competencia ante el tema como Secretaría de Gobierno, Policía Nacional, Gestión Social y otras a fin de buscar una pronta salida.
Cabe indicar que, según el DANE, Valledupar alberga el 98,2 % de habitantes de calle en el departamento del Cesar- cifras publicadas en agosto de 2022-. Para esa fecha el número era de 164, y luego de la capital, La Jagua de Ibirico aportaba el 1,8 %.
Por sexo, la encuesta mostró que en el departamento del Cesar el 84,8 % son hombres (es decir, 139) y el 15,2 % mujeres (25). Entre tanto, las edades con mayor concentración de habitantes de la calle son entre los 25 y los 44 y de los 50 a los 54 años, representando el 92,1 % del total.
A inicios del presente mes de mayo, la Corte Constitucional dejó en firme la prohibición del consumo de sustancias psicoactivas en espacios públicos, que había sido determinada por el Congreso de la República. Esta medida es clave para cumplir la misión de las instituciones garantes de derechos de proteger a los niños, niñas y adolescentes, para quienes están dispuestos los espacios públicos y más aún cuando se trata de entornos educativos.
Vale recordar que esta decisión, inicialmente, había quedado constatada en la Ley 2000 de 2019 en la que se prohibía el consumo y porte de estupefacientes en parques o áreas de espacio público. No obstante, necesitaba que se señalara cuáles serían las áreas en las que iba a operar la medida.
“Esto es una queja constante de los padres de familia en cada reunión que realizamos y da la sensación que uno no hace nada, pero no tenemos la competencia para hacerlo porque mi jurisdicción es del portón para adentro. Es una problemática que amerita una intervención jurídica y urgente de la administración municipal”: rector del Colegio Nacional Loperena, Gonzalo Quiroz.
La calle 16 B entre carrera 11 y 12 es donde más concurren los habitantes de calle, precisamente donde está una de las entradas a la Institución Educativa.
La calle 16 B entre carreras 11 y 12 de Valledupar, donde convergen el Colegio Nacional Loperena, la iglesia Las Tres Aves María y el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, se ha convertido en un espacio de hábitat para los indigentes que hacen vida en esta capital. Al parecer, la situación se agrava por el funcionamiento de un comedor comunitario para personas en condición de calle, el cual es administrado por dicha iglesia católica.
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El rector del Colegio Nacional Loperena, Gonzalo Quiroz, indicó que esto se ha convertido en un tema de salud pública que debe ser abordado por la Alcaldía de Valledupar, tomando en cuenta que son menores de edad y toda la comunidad educativa los que se ven afectados.
Diariamente los habitantes de calle realizan todo tipo de actividades a las afueras del claustro educativo como consumir sustancias estupefacientes, necesidades fisiológicas (orinar y defecar), pelear entre ellos, arrojar basuras y otras.
“Mientras le sigan dando la comida y no haya programas de rehabilitación se va a seguir presentando lo mismo. El Bienestar Familiar tampoco ha hecho nada sabiendo que hay aquí menores de edad y que el derecho de ellos prima sobre el derecho de esos adultos consumidores”, dijo el rector Gonzalo Quiroz.
Destacó que la problemática es las 24 horas del día los siete días de la semana, lo cual ya es de conocimiento de la Secretaría de Gobierno y Secretaría de Salud Municipal.
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“Esto es una queja constante de los padres de familia en cada reunión que realizamos y da la sensación que uno no hace nada, pero no tenemos la competencia para hacerlo porque mi jurisdicción es del portón para adentro. Es una problemática que amerita una intervención jurídica y urgente de la administración municipal”, puntualizó el rector Quiroz.
Frente a esto, la Secretaría de Salud Municipal informó que realizaron una reunión con diferentes actores que tienen competencia ante el tema como Secretaría de Gobierno, Policía Nacional, Gestión Social y otras a fin de buscar una pronta salida.
Cabe indicar que, según el DANE, Valledupar alberga el 98,2 % de habitantes de calle en el departamento del Cesar- cifras publicadas en agosto de 2022-. Para esa fecha el número era de 164, y luego de la capital, La Jagua de Ibirico aportaba el 1,8 %.
Por sexo, la encuesta mostró que en el departamento del Cesar el 84,8 % son hombres (es decir, 139) y el 15,2 % mujeres (25). Entre tanto, las edades con mayor concentración de habitantes de la calle son entre los 25 y los 44 y de los 50 a los 54 años, representando el 92,1 % del total.
A inicios del presente mes de mayo, la Corte Constitucional dejó en firme la prohibición del consumo de sustancias psicoactivas en espacios públicos, que había sido determinada por el Congreso de la República. Esta medida es clave para cumplir la misión de las instituciones garantes de derechos de proteger a los niños, niñas y adolescentes, para quienes están dispuestos los espacios públicos y más aún cuando se trata de entornos educativos.
Vale recordar que esta decisión, inicialmente, había quedado constatada en la Ley 2000 de 2019 en la que se prohibía el consumo y porte de estupefacientes en parques o áreas de espacio público. No obstante, necesitaba que se señalara cuáles serían las áreas en las que iba a operar la medida.
“Esto es una queja constante de los padres de familia en cada reunión que realizamos y da la sensación que uno no hace nada, pero no tenemos la competencia para hacerlo porque mi jurisdicción es del portón para adentro. Es una problemática que amerita una intervención jurídica y urgente de la administración municipal”: rector del Colegio Nacional Loperena, Gonzalo Quiroz.