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Columnista - 5 diciembre, 2022

El SIVA, un atraco a Valledupar

Por fin, después de 12 largos años, arranca el SIVA (Sistema Integrado de Transporte de Valledupar). Aunque es increíble que lo llamen sistema integrado ¿Integrado a qué?  ¿A trenes? ¿A sistema de bicicletas públicas? ¿A buses intermunicipales?

Por fin, después de 12 largos años, arranca el SIVA (Sistema Integrado de Transporte de Valledupar). Aunque es increíble que lo llamen sistema integrado ¿Integrado a qué?  ¿A trenes? ¿A sistema de bicicletas públicas? ¿A buses intermunicipales? El SIVA arrancó mal desde el documento Conpes del Gobierno nacional que estructuró minisistemas que no son ni autosostenibles ni garantizan la demanda que la ciudad necesita y mucho menos impulsan alguna transformación. Lo ideal para Valledupar era ajustar un sistema mixto, entre masivo y liviano, que tuviera buses grandes por vías principales, y las busetonas que llegaron para los barrios. Se pudieron hacer dos grandes troncales que cruzaran la ciudad e impactaran positivamente la zona: la avenida Fundación, desde Mercabastos hasta el centro; la Simón Bolívar, de sur a norte, con estaciones estilo Transmetro en Barranquilla y un gran portal matriz en La Ceiba; además, un deprimido para agilizar ese sector, eso sí es progreso y visión de ciudad. No como esta burla de 130 busetonas que, aunque van a solucionar en algo, no es lo que se merece una ciudad que piensa en grande; de ñapa, no han llegado todas y las que llegaron están a sol y agua en un lote enmontado.

Este SIVA no tiene estaciones, ni carriles exclusivos para buses, ni bicicarriles, ni paraderos amplios, ni parqueaderos propios, ni patio taller, no hay una aplicación para saber la frecuencia de las rutas, las busetonas no tienen estructura para subir bicicletas, no se les ocurrió un bus especial circular que fuera  gratis en el centro histórico para generar  turismo, no hay aplicativos para pagar con tarjeta y nos devuelve a la ‘guerra del centavo’, no hay tableros electrónicos que informen trayectos en paraderos, no hay una ruta a la Universidad Nacional, sede de La Paz, tampoco hicieron una campaña de cultura ciudadana para que la gente se apropiara del sistema. Lo de la malla vial es deprimente y merece un capítulo aparte, en un año estas busetonas estarán ‘vueltas nada’; las vías principales, como la Simón Bolívar, llenas de huecos y en los barrios ni hablar, cero ampliación de vías, tampoco hay una red de semaforización adecuada. Se demoraron 12 años, haciendo contratos de cemento y nada ha funcionado; el Canal de Panamá es un desastre como obra de ingeniería; en el centro histórico, quebraron a los comerciantes y dejaron complicaciones estructurales, malos olores y el adoquín saliéndose; secaron los árboles de caucho de la Simón Bolívar. Tenían que hacer, por lo menos 3 portales: en La Ciudadela 450 años, en el Terminal y en La Nevada, no hicieron nada, nos creen imbéciles. A los únicos que les fue bien con el SIVA fue a los mismos ladrones de siempre, que no tienen límites en su ambición enfermiza, a los dueños de canteras, a los cementeros, a los contratistas, a quienes fabrican buses, a los políticos de la Gobernación y, por supuesto, a la gerente, Katrizza Morelli, quien se ganó un sueldo de 13 millones por diez años.  Lo que más vergüenza da es el gobierno Petro que prometió un cambio y envió al ministro de Transporte, pero este se vendió por una medalla, hasta el obispo de Valledupar se prestó para este atraco que nos hicieron, debería pedirle perdón a Dios. 

340.000 millones invertidos, para iniciar con una sola ruta que sale de un parqueadero alquilado en Biblos, no les da ni pena. Por eso es que nuestra ciudad no progresa y está ‘azotada’ por el hambre, el desempleo y la inseguridad; Valledupar va hacia atrás  por culpa de una dirigencia inepta y corrupta que no piensa con sentido colectivo de crecimiento; los grandes proyectos de inversión pública que debieron impactar como el estadio, el gran parque Lineal Hurtado, el Mercado Público, la vía de los Contenedores y la tal Casa en el Aire se quedaron, la mayoría, en el camino o en el bolsillo de unos pocos sin generar ningún tipo de desarrollo. Nos pasamos haciendo foros en las universidades para buscar soluciones, pero nadie le habla de frente a estos sinvergüenzas para que dejen de arrasar con todo, por físico miedo. Lo más triste es ver como muchos ciudadanos y dirigentes aplauden como focas la mediocridad de este SIVA. 

JACOBO SOLANO C.

@JACOBOSOLANOC

Columnista
5 diciembre, 2022

El SIVA, un atraco a Valledupar

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Jacobo Solano Cerchiaro

Por fin, después de 12 largos años, arranca el SIVA (Sistema Integrado de Transporte de Valledupar). Aunque es increíble que lo llamen sistema integrado ¿Integrado a qué?  ¿A trenes? ¿A sistema de bicicletas públicas? ¿A buses intermunicipales?


Por fin, después de 12 largos años, arranca el SIVA (Sistema Integrado de Transporte de Valledupar). Aunque es increíble que lo llamen sistema integrado ¿Integrado a qué?  ¿A trenes? ¿A sistema de bicicletas públicas? ¿A buses intermunicipales? El SIVA arrancó mal desde el documento Conpes del Gobierno nacional que estructuró minisistemas que no son ni autosostenibles ni garantizan la demanda que la ciudad necesita y mucho menos impulsan alguna transformación. Lo ideal para Valledupar era ajustar un sistema mixto, entre masivo y liviano, que tuviera buses grandes por vías principales, y las busetonas que llegaron para los barrios. Se pudieron hacer dos grandes troncales que cruzaran la ciudad e impactaran positivamente la zona: la avenida Fundación, desde Mercabastos hasta el centro; la Simón Bolívar, de sur a norte, con estaciones estilo Transmetro en Barranquilla y un gran portal matriz en La Ceiba; además, un deprimido para agilizar ese sector, eso sí es progreso y visión de ciudad. No como esta burla de 130 busetonas que, aunque van a solucionar en algo, no es lo que se merece una ciudad que piensa en grande; de ñapa, no han llegado todas y las que llegaron están a sol y agua en un lote enmontado.

Este SIVA no tiene estaciones, ni carriles exclusivos para buses, ni bicicarriles, ni paraderos amplios, ni parqueaderos propios, ni patio taller, no hay una aplicación para saber la frecuencia de las rutas, las busetonas no tienen estructura para subir bicicletas, no se les ocurrió un bus especial circular que fuera  gratis en el centro histórico para generar  turismo, no hay aplicativos para pagar con tarjeta y nos devuelve a la ‘guerra del centavo’, no hay tableros electrónicos que informen trayectos en paraderos, no hay una ruta a la Universidad Nacional, sede de La Paz, tampoco hicieron una campaña de cultura ciudadana para que la gente se apropiara del sistema. Lo de la malla vial es deprimente y merece un capítulo aparte, en un año estas busetonas estarán ‘vueltas nada’; las vías principales, como la Simón Bolívar, llenas de huecos y en los barrios ni hablar, cero ampliación de vías, tampoco hay una red de semaforización adecuada. Se demoraron 12 años, haciendo contratos de cemento y nada ha funcionado; el Canal de Panamá es un desastre como obra de ingeniería; en el centro histórico, quebraron a los comerciantes y dejaron complicaciones estructurales, malos olores y el adoquín saliéndose; secaron los árboles de caucho de la Simón Bolívar. Tenían que hacer, por lo menos 3 portales: en La Ciudadela 450 años, en el Terminal y en La Nevada, no hicieron nada, nos creen imbéciles. A los únicos que les fue bien con el SIVA fue a los mismos ladrones de siempre, que no tienen límites en su ambición enfermiza, a los dueños de canteras, a los cementeros, a los contratistas, a quienes fabrican buses, a los políticos de la Gobernación y, por supuesto, a la gerente, Katrizza Morelli, quien se ganó un sueldo de 13 millones por diez años.  Lo que más vergüenza da es el gobierno Petro que prometió un cambio y envió al ministro de Transporte, pero este se vendió por una medalla, hasta el obispo de Valledupar se prestó para este atraco que nos hicieron, debería pedirle perdón a Dios. 

340.000 millones invertidos, para iniciar con una sola ruta que sale de un parqueadero alquilado en Biblos, no les da ni pena. Por eso es que nuestra ciudad no progresa y está ‘azotada’ por el hambre, el desempleo y la inseguridad; Valledupar va hacia atrás  por culpa de una dirigencia inepta y corrupta que no piensa con sentido colectivo de crecimiento; los grandes proyectos de inversión pública que debieron impactar como el estadio, el gran parque Lineal Hurtado, el Mercado Público, la vía de los Contenedores y la tal Casa en el Aire se quedaron, la mayoría, en el camino o en el bolsillo de unos pocos sin generar ningún tipo de desarrollo. Nos pasamos haciendo foros en las universidades para buscar soluciones, pero nadie le habla de frente a estos sinvergüenzas para que dejen de arrasar con todo, por físico miedo. Lo más triste es ver como muchos ciudadanos y dirigentes aplauden como focas la mediocridad de este SIVA. 

JACOBO SOLANO C.

@JACOBOSOLANOC